PUÑALES POR LA ESPALDA
Título original: Knives Out
Año: 2019
Duración: 130 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Rian Johnson
Guion: Rian Johnson
Música: Nathan Johnson
Fotografía: Steve Yedlin
Reparto: Daniel Craig, Ana de Armas, Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon, Christopher Plummer, Keith Stanfield, Katherine Langford, Jaeden Martell, Riki Lindhome, Edi Patterson, Raúl Castillo, Frank Oz y M. Emmet Walsh
Productora: Filmnation Entertainment / Ram Bergman Productions / Media Rights Capital (MRC) / Lionsgate
Género: Thriller
Sinopsis: Cuando el renombrado novelista de misterio Harlan Thrombey es encontrado muerto en su mansión, justo después de la celebración familiar de su 85 cumpleaños, el inquisitivo y cortés detective Benoit Blanc es misteriosamente reclutado para investigar el asunto. Se moverá entre una red de pistas falsas y mentiras interesadas para tratar de descubrir la verdad tras la muerte del escritor. (FilmAffinity)
A priori ‘Puñales por la espalda’ puede parecer una película más del género de misterio, de un crimen sin resolver, pero Rian Johnson le ha dado una vuelta de tuerca realmente interesante. Nos encontramos ante lo que Agatha Christie hubiese firmado si hubiese llegado a ser cineasta.
Una puesta en escena brillante nos traslada a una enorme mansión donde un exitoso escritor ha fallecido presuntamente tras cometer suicidio. Un peculiar investigador pondrá patas arriba la casa cuando anónimamente alguien del entorno del fallecido lo contrate para descubrir quién ha sido el asesino. Vamos, todo lo que podríamos encontrar en este tipo de películas.
Es cierto que Rian Johnson no inventa nada nuevo. El director de ‘Los últimos Jedi‘ da una nueva visión a un tipo de película que hacía mucho tiempo que no se hacía. Esta especie de Cluedo donde descubrir quién ha sido el asesino, cuáles han sido los motivos y cómo lo ha hecho plantea un doble juego interesante. Por una parte la propia película irá destapando las cartas lentamente, con giros de guion brillantes. Por otro lado nos hace partícipes a los espectadores del juego, nosotros nos intentamos adelantar a los hechos.
Lo curioso de ‘Puñales por la espalda’ es que es en el primer tercio de película cuando se nos desvela cómo ha muerto el personaje interpretado por Christopher Plummer. La verdadera gracia de la película reside entonces en cómo librarse del crimen y cuál ha sido el papel exacto que han jugado el resto de personajes en esta historia.
Es ahí donde entran en juego los dos elementos más llamativos y destacados de la cinta: el guion y el reparto. El guion es un texto engranado a la perfección que no trata de guiñar el ojo al espectador y que basa su verdadera fuerza en sus múltiples capas. Los giros de guion son los que cabrían esperar de ‘Puñales por la espalda’, como de cualquier otra película del género, pero hay algo en ellos que sorprende. La mezcla de humor, drama y crimen. Una combinación explosiva de elementos que convierten al de ‘Puñales por la espalda’ en un verdadero bombón. Ingenioso y divertido.
El otro factor a tener en cuenta es el reparto. Daniel Craig está divertido dando vida al investigador. Ana de Armas se confirma en Hollywood como una actriz realmente a tener en cuenta. Chris Evans se sale de su conocido ‘Capitán América‘ en un tipo de personaje que le va sorprendentemente bien. Jamie Lee Curtis, Don Johnson, Michael Shannon y Toni Collette completan este reparto de auténtico lujo.
‘Puñales por la espalda’ podría ser considerada una película naif a simple vista. Confía mucho en que el espectador se adentre en su universo. Trata de buscar un tipo de público que no sé si es el que abunda hoy en día en el cine. Una película que no recurre ni al chiste fácil ni a la bromita de turno. Su humor es inteligente, tiene un guion bien escrito y los giros de argumento no están cogidos con pinzas. Es una película a la antigua usanza, cuando el cine era una experiencia que iba más allá de la pantalla.
Lo mejor: Está hecha como las grandes películas de hace décadas.
Lo peor: Corre el riesgo de no conectar demasiado con el tipo de espectador actual.