REBELIÓN A BORDO
Título original: Mutiny on the Bounty
Año: 1962
Duración: 178 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Lewis Milestone
Guion: Charles Lederer
Música: Bronislau Kaper
Fotografía: Robert Surtees
Reparto: Marlon Brando, Trevor Howard, Richard Harris, Hugh Griffith, Richard Haydn, Tarita, Percy Herbert, Duncan Lamont, Gordon Jackson, Chips Rafferty, Noel Purcell, Ashley Cowan, Eddie Byrne, Frank Silvera, Tim Seely y Keith McConnell
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Género: Aventuras
Sinopsis: En 1787, el Bounty zarpa del puerto de Portsmouth con destino a Tahití para cargar el fruto del árbol del pan. El capitán Bligh, que desea llegar cuanto antes a la isla, impone una férrea disciplina a bordo. Cuando llegan, la tripulación se encuentra con un auténtico paraíso que nada tiene que ver con el infierno vivido durante el viaje. (FilmAffinity)
‘Rebelión a bordo’ es uno de estos clásicos malditos que se han ido dejando de lado. Una película rodada a principios de los años 60 y que es un remake de ‘La tragedia de la Bounty’ que protagonizó Clark Gable 30 años antes. La cinta cuenta la historia de la expedición del Bounty, un navío que tenía el encargo de ir hasta Tahití y regresar con ejemplares del árbol del pan para plantar en Reino Unido y utilizarlo como superalimento. Spoiler: acabó todo como el rosario de la aurora.
‘Rebelión a bordo’ la podemos dividir en tres partes, cada una de una hora, aproximadamente. La primera hora nos cuenta el viaje, la segunda la estancia en Tahití y la tercera la rebelión y posterior huída de los amotinados. La cinta se recrea demasiado en la primera hora y deja la última como algo más rápido, ventilando los diferentes momentos con demasiada celeridad. Hubiese sido más interesante, creo yo, dedicar más tiempo a la rebelión en sí y a las consecuencias posteriores de los amotinados y los que siguiendo siendo fieles al capitán Bligh.
La cinta es de la vieja escuela. Obertura, primer acto, entreacto, segundo acto y cierre. Una película que costó un verdadero pastizal para la época, 19 millones. Desde el principio estuvo envuelta en polémica por parte de la prensa especializada que criticó la actitud de Marlon Brando en el set de rodaje. Un Brando que era la gran estrella de la función y que posteriormente se casaría con su compañera de rodaje, Tarita, quizá el dato que más haya trascendido a la historia de esta película.
En cuanto a la película es un derroche de medios realmente impresionante. El cine de barcos siempre ha sido muy difícil de rodar, pero ya en el año 1962, Lewis Milestone, dio buena cuenta de que se puede rodar cine con barcos y en alta mar si se quiere. Ese rodaje en escenarios naturales le da un plus que el cine de pantalla verde al que estamos acostumbrados ahora no tiene. La belleza del paisaje, el barco, las islas, las playas o el vestuario suman enteros.
En el plano actoral Marlon Brando roba todo el protagonismo al reparto. El actor, más comedido en palabras que en otras cintas, es en buena parte de la cinta un ente que vemos de fondo y de pasada, pero que cuando es protagonista se luce como ninguno. Ya he expresado en numerosas ocasiones en este blog que es un actor que admiro, y aquí, aunque no es uno de sus grandes trabajos, es una nueva lección de su capacidad actoral. Se luce especialmente en ese tramo final de película en las Pitcairn. Trevor Howard y Richard Harris completan el estelar reparto.
‘Rebelión a bordo’ es un clásico que ha caído en el olvido por la mala prensa que recibió en la época y por el fracaso en taquilla que resultó ser. Una película que es de los mejores ejemplos de cine de aventuras marinas. Rodada hace 60 años y luce como si fuera una película reciente, un prodigio.
Lo mejor: El trabajo de fotografía, decoración, vestuario, música, efectos especiales… el derroche técnico.
Lo peor: Las injustas críticas que recibió y que haya quedado para la posteridad como película maldita.