ÚLTIMA LLAMADA
Título original: Phone Booth
Año: 2002
Duración: 82 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Joel Schumacher
Guion: Larry Cohen
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Colin Farrell, Kiefer Sutherland, Forest Whitaker, Katie Holmes, Radha Mitchell, Paula Jai Parker, Richard T. Jones, Tia Texada, Julio Oscar Mechoso y John Enos III
Productora: Fox 2000 Pictures
Género: Thriller / Acción
Sinopsis: En medio de la calle y a plena luz del día el joven Stu Shepard, un ambicioso publicista de Nueva York, se encuentra de repente atrapado en una cabina telefónica debido a las amenazas de un francotirador armado con un rifle con mira telescópica que le está apuntando: si cuelga el aparato, morirá. (FilmAffinity)
‘Última llamada’ es de estas películas breves, que ocurren en una sola localización y que funcionan como un tiro. La cinta de Joel Schumacher llegó en 2002, cuando las cabinas de teléfono estaban desapareciendo a marchas forzadas. Pero el director, recientemente fallecido, creó un thriller dentro del minúsculo espacio de una cabina telefónica de una calle de Nueva York.
En ‘Última llamada’ seguimos a Stu, un publicista que esconde más secretos de los que le gustaría y que de la noche a la mañana recibe una llamada en una cabina que le cambiará por completo. Al otro lado del teléfono un hombre le amenaza con dispararle si le cuelga y le chantajea con su vida privada. La amante, la gente a la que ha estafado, su mujer, etc. Se verá presa de la persona al otro lado de la línea.
La película funciona por su breve duración, apenas llega a la hora y veinte minutos, lo que le da agilidad y aumenta la tensión. Conscientes Larry Cohen y Joel Schumacher de que la historia no daba para más metraje. Pero son capaces de sacar todo el partido a un entorno muy limitado, con muy pocos personajes y con solo un actor principal en pantalla. El juego al que es sometido Colin Farrell se plantea al espectador. ¿Quién será el hombre al otro lado del teléfono? ¿Por qué ha elegido a Stu?
El problema principal con el que se encuentra ‘Última llamada’ hoy en día es que resulta imposible que esto ocurra. Y si no es imposible, es prácticamente imposible. Apenas quedan cabinas, por lo que me imagino a cierta parte joven del público hasta preguntándose qué es esa caja de cristal en el que se mete Stu. Esta pérdida de fuerza por la trama en sí es un lastre que en su momento no tenía, aunque las cabinas estuvieran desapareciendo. En su momento la gente seguía utilizándolas. Era ese momento entre tener móvil o seguir con los teléfonos públicos. En 2002 funcionaba todavía estupendamente. Es lo que cuenta.
Si la película funciona es por su ágil ritmo. El guion es simple, podría ocurrir en una cabina, en un restaurante o en cualquier otro sitio, pero está lleno de giros que bien merecen la pena. Pero el ritmo hace que gane enteros. La claustrofobia del lugar y la identificación con la trama juegan a su favor. Es de estas películas en las que el espectador se puede ver reflejado. Ocurre en tiempo real, lo que no es tan habitual en el cine.
Otro punto a favor es la excelente labor de Colin Farrell. El actor se encuentra con la difícil tarea de estar solo ante todo. Apenas interactúa con gente de carne y hueso, tiene que estar frente a una voz que no sabe ni de dónde viene. El actor, que todavía no se había hecho un hueco en Hollywood, saca todo el partido a Stu y demuestra ser un actor solvente.
‘Última llamada’ es un thriller que hoy en día no se podría filmar. Una película que hace de la falta recursos virtud. Tensión por un tubo. Llena de giros sorprendentes y con un protagonista en su mejor momento. El móvil mató este tipo de thrillers, desgraciadamente.
Lo mejor: El ritmo, los giros y el trabajo de Colin Farrell y Kiefer Sutherland.
Lo peor: Ha perdido toda la actualidad en apenas 18 años.