EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO
Título original: The Trial of the Chicago 7
Año: 2020
Duración: 129 minutos
País: Estados Unidos / Reino Unido
Dirección: Aaron Sorkin
Guion: Aaron Sorkin
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance, Frank Langella, Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Alex Sharp, Yahya Abdul-Mateen II, Michael Keaton, Ben Shenkman, J.C. MacKenzie, Noah Robbins, Alice Kremelberg, Danny Flaherty, John Doman, Mike Geraghty, Kelvin Harrison Jr., Caitlin Fitzgerald, John Quilty, Max Adler, Wayne Duvall, Damian Young y C.J. Wilson
Productora: Amblin Partners, Paramount Pictures, Cross Creek Pictures, Marc Platt Productions, Reliance Entertainment, DreamWorks SKG, MadRiver Pictures, ShivHans Pictures y Netflix
Género: Drama
Sinopsis: En 1969 se celebró uno de los juicios más populares de la Historia de Estados Unidos, en el que siete individuos fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional. Este hecho traería una serie de conflictos sociales (manifestaciones, movimientos ciudadanos) que pasarían a la posteridad en una época de grandes cambios en todos los niveles del pueblo norteamericano. (FilmAffinity)
‘El juicio de los 7 de Chicago’ es la gran apuesta de Netflix en lo que a cine se refiere de este año. Es la película en la que han depositado sus esperanzas de cara a la temporada de premios. Una cinta que nos lleva a uno de los géneros que mejor manejan en Hollywood: el drama judicial. Una historia que conmocionó a la opinión pública americana en los años 60.
Siete hombres, inicialmente ocho, fueron enjuiciados por unos altercados que tuvieron lugar durante la Convención del Partido Demócrata en Chicago. Se les acusa de conspiración, conflictos sociales, vandalismo, asesinato, amenazas… una ristra de delitos que a la postre quedarían probados que no cometieron. El juicio de este caso tiene lugar pocos meses después de la llegada de Richard Nixon a la presidencia de los Estados Unidos, tras tomar el testigo al demócrata Lyndon B. Johnson. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos vivía el momento álgido del movimiento por los derechos civiles y la indignación sobre la Guerra de Vietnam era cada vez más generalizada.
La película, dirigida y escrita por Aaron Sorkin, se centra casi en exclusiva en el irregular proceso judicial que tuvo lugar. El plan estuvo orquestado desde una fiscalía que trató desde el primer momento de endurecer el discurso contra la oposición a la guerra. El contexto político y social, el eje izquierda-derecha o el papel negligente del juez al cargo del caso. El juicio, y la película, indignan a cualquiera que lo vea. Sorkin obliga al espectador a posicionarse como en todo buen thriller político. Otros cineastas habrían preferido decirnos cómo debemos pensar, como por ejemplo Steven Spielberg, en cuyas manos estuvo hace más de una década este guion.
Lo mejor de ‘El juicio de los 7 de Chicago’ es el guion y las interpretaciones. El guion porque no cae en subrayar absurdamente los momentos emotivos y decirnos, aquí tienes que emocionarte, aquí tienes que indignarte… Sorkin no es facilón cuando escribe y deja en manos del espectador que juzgue los hechos. Eso sí, sin manipular la propia historia para presentar a los enjuiciados como ángeles impolutos. Personajes que ciertos claroscuros que siempre engrandecen una historia.
Las interpretaciones de su elenco son el otro gran punto a favor. Sacha Baron Cohen brilla con luz propia en un rol que se aleja de la imagen que la mayoría tenemos de él. Desde un plano muy secundario a absoluto protagonista al final, consigue destacar frente a nombres como Eddie Redmayne, Joseph Gordon-Levvitt, Michael Keaton, Mark Rylance, Jeremy Strong o Frank Langella. Todo un reparto de lujo para dar vida con total dignidad a un caso del que se pueden sacar lecturas que nos llevan a la Estados Unidos actual.
‘El juicio de los 7 de Chicago’ es un brillante drama judicial que saca los colores al entramado político judicial norteamericano. Un caso que indignó a los Estados Unidos y que fue uno de los primeros macrojuicios mediáticos de los Estados Unidos.
Lo mejor: El guion y las interpretaciones, especialmente la de Sacha Baron Cohen.
Lo peor: Yo habría sustituido unos cuantos flashbacks por más escenas del juicio, pero no es algo que me moleste en exceso.