WEST SIDE STORY
Título original: West Side Story
Año: 1961
Duración: 151 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Robert Wise y Jerome Robbins
Guion: Ernest Lehman
Música: Leonard Bernstein y Stephen Sondheim
Fotografía: Daniel L. Fapp
Reparto: Natalie Wood, Richard Beymer, George Chakiris, Russ Tamblyn, Rita Moreno, Simon Oakland, Ned Glass, William Bramley, Tucker Smith, Tony Mordente, David Winters, Eliot Feld, Bert Michaels, David Bean y Robert Banas
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Género: Musical / Romance / Drama
Sinopsis: Moderna versión de “Romeo y Julieta”. En el West Side de Nueva York, un barrio marginal, se disputan la hegemonía dos bandas callejeras: los “sharks” son puertorriqueños, y los “jets”, de ascendencia europea. El jefe de los primeros es Bernardo, que vive con su hermana María, la cual acaba de llegar a Nueva York. Una noche, en un baile, coinciden los dos grupos y se desencadena una violenta pelea. (FilmAffinity)
‘West Side Story’ es el musical por excelencia. Si pensamos en musicales todos tendremos nuestras favoritas, que serán diferentes, pero seguramente en la lista de todos venga ‘West Side Story’. Una película estrenada en 1961, que adapta el musical homónimo de Broadway y que es, a su vez, la adaptación de ‘Romeo y Julieta’ de William Shakespeare. Una historia de dos bandas callejeras de Nueva York en los años 50 que cautivó por su estética, ritmo e historia de amor.
En ‘West Side Story’ tenemos el enfrentamiento entre los “sharks”, puertorriqueños, y los “jets”, americanos de origen europeo. Un choque de bandas que no es nuevo, por lo que se nos cuenta, pero que se encuentra con un elemento diferenciador: un jet y una shark se enamoran. En este contexto sucede la historia de ‘West Side Story’, una historia de amor universal que desde Shakespeare se ha contado hasta la saciedad. Pero el elemento diferenciador de esta historia es que se introduce en un entorno muy alejado de lo que era la ciudad de Verona y se canta y baila.
Lo que primero sorprende de ‘West Side Story’ es su puesta en escena. Escenarios que nos transportan a esa Nueva York de barrio, sucia y a la vez fascinante. Un viaje a los bajos fondos, a azoteas valladas, canchas de basket, los bajos de una carretera… lo que para siempre ha quedado como la imagen de la ciudad de Nueva York. Además de los escenarios, el uso de la luz dota al lugar de un aura mágica que ha sido imitado hasta la saciedad posteriormente. Mención especial al ático y a la cancha de baloncesto, con esa solitaria luz. Y, por no hablar del vestuario, tan simple a primera vista pero tan auténtico.
Y es que todo eso ha pasado al imaginario colectivo para siempre. ‘West Side Story’ ha marcado para siempre lo que es una película sobre pandillas callejeras. Esas chaquetas, esas faldas, esos pañuelos, los peinados… todo. Incluso para alguien que no haya visto nunca la película, y la vea por primera vez, se sorprenderá de lo mucho que el cine homenajea sin parar a esta cinta.
La selección musical es brillante también. Comenzando por la secuencia de apertura con los chasquidos de los dedos hasta el memorable ‘America‘ que entona Rita Moreno, la canción que más ha trascendido de la película. El logro también está en que prácticamente todos los números musicales son corales, por lo que de cara a producción tendrían que ser un galimatías de mucho cuidado. Eso sí, punto negativo porque prácticamente todos los actores tuvieron que ser doblados en las canciones. Espero que en el remake de Spielberg, si algún día llega, sean los actores los que canten. Manías que tiene uno.
Como punto negativo también debo apuntar a la duración. Hay números musicales que se pueden reducir. Hay partes de la película en las que Robert Wise y Jerome Robbins se recrean en exceso. Podrían quitársele 30 o 15 minutos, como mínimo, y no pasaría nada.
Con todo ello, ‘West Side Story’ es el Santo Grial del cine musical. Una película que ha marcado la estética y la forma de hacer cine para siempre. El musical más laureado de la historia. Un logro cinematográfico increíble para ser una película rodada en 1961 y que más de cinco décadas después sigue siendo tan impresionante como el primer día. El musical por excelencia.
Lo mejor: La estética, la selección musical y los títulos de crédito de apertura y cierre.
Lo peor: Podría haber sido 15 o 30 minutos más corta.