ATRÁPAME SI PUEDES
Título original: Catch Me If You Can
Año: 2002
Duración: 140 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Steven Spielberg
Guion: Jeff Nathanson (Libro: Frank W. Abagnale, Stan Redding)
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hanks, Christopher Walken, Amy Adams, Nathalie Baye,Martin Sheen, Jennifer Garner, Brian Howe, Frank John Hughes, James Brolin,Elizabeth Banks, Chris Ellis y Ellen Pompeo
Productora: Dreamworks
Género: Drama / Comedia
Basada en una historia real. En los años sesenta, Frank W. Abagnale era un joven y escurridizo delincuente que adoptaba diversas identidades (médico, abogado o copiloto de líneas aéreas). Carl Hanratty, un agente del FBI, tenía la misión de seguir su pista y capturarlo para llevarlo ante la justicia, pero Frank siempre iba un paso por delante de él. (FilmAffinity)
Dudar de la calidad como cineasta de Steven Spielberg sería absurdo, jamás se me ocurriría poner en cuestión al director de auténticas obras maestras como ‘Jurassic Park’, ‘La lista Schindler’ o ‘Salvar al soldado Ryan‘, pero con ciertas películas se nota que va con el piloto automático puesto. En este ‘Atrápame si puedes’, una más de su inmensa filmografía, se nota que Spielberg dirigió sin innovar, sin crear y sin derrochar ese talento desbordante.
La película se disfruta como todas las de Spielberg, no pongamos ahora esto en cuestión. Es una gran película, bien hecha y bien actuada. Es un disfrute palomitero donde, nuevamente, se nos cuenta una historia real, la de Frank W. Abagnale, que estafó millones de dólares falsificando su identidad y cheques bancarios.
‘Atrápame si puedes’ se presenta como un juego del gato y el ratón donde el estafador (Leonardo Dicaprio) y el agente del FBI (Tom Hanks) mantienen una lucha por llevarse por delante al otro. Esto es durante toda la película, con pequeños papeles de unos siempre eficaces Christopher Walken, Amy Adams, Nathalie Baye o Martin Sheen.
La principal virtud de la película está en lo entretenida que resulta a pesar de la acumulación de casualidades que resultan ser las idas y venidas de este personaje. Es cierto que el propio Abagnale en cuestión alabó a la película, incluso participó en ella en un brevísimo cameo, pero como espectador que desconoce su historia resulta más inverosímil que otra cosa. No deja de ser una sucesión de fechorías, sin más.
Funciona como película palomitera. La acción está bien rodada. La tensión, justita, nos mantiene alerta. Las secuencias más cómicas, en las que DiCaprio se nos muestra adaptándose a sus múltiples identidades, funcionan como anillo al dedo. Aquí vemos cómo Spielberg es un cineasta de altura, que incluso en una película “menor” puede sacar jugo de los más pequeños detalles para terminar componiendo una película que para otro cineasta cualquiera sería su gran obra.
El guion es de lo mejor de la cinta, y no porque sea un derroche de innovación y técnica. Es un guion que resulta un A B C perfecto de película de acción y espías. Y, de nuevo, con este material, Spielberg saca jugo, saca provecho y vuelve a engrandecer el resultado.
Entonces ¿por qué va Spielberg con el piloto automático? Porque para él esta película no supone ningún trabajo, es una más, porque él puede dar muchísimo más. Un director siempre sobresaliente consigue engrandecer, incluso sin esfuerzo, un material mediano que en manos de otro habría pasado desapercibido, y en las suyas consigue ser una más que digna película palomitera.
Lo mejor: La capacidad de Spielberg para engrandecer la película.
Lo peor: No destaca por especialmente nada, buena película de acción y poco más.