Estoy aquí delante de mi ordenador con ganas de compartir con tod@s vosotros lo que me pasa por mi cabeza y mis tripas, como digo yo. Los temas para escribir se me van ocurriendo conforme pasan los días y va cambiando cómo me siento. Como soy observadora, me fijo tanto en lo que veo a mi alrededor como en lo que me pasa a mí, aunque eso no significa que me dé cuenta de todo. Si así fuera, sería perfecta, totalmente consciente de mí y de los que me rodean, y nada más lejos de la realidad. Prefiero pensar que me doy cuenta de lo que puedo.
¿A qué viene todo esto? Escribo para que me leáis, evidentemente, porque sigo con interés el contador de visitas del blog y aunque no me considero una escritora -supongo que no estoy especialmente dotada para ello- , intuyo que todo escritor escribe para ser leído, no para hacer un ejercicio de vanidad.
Sé que mis post no son para pasar el rato, que yo misma prefiero dejar un día sin escribir para que tengáis tiempo para reposar, como los alimentos, lo que leísteis el día anterior. Sé que cuesta hacer comentarios porque hay que pararse y escribir de lo que uno siente y se da cuenta, y eso no es siempre fácil.
Me agradan enormemente los correos electrónicos que me enviáis agradeciéndome el trabajo que hago como psicóloga a través del blog; saber que os ayudan mis escritos en vuestra vida diaria me refuerza y me da ánimos para intentar hacerlo cada vez mejor.
Me hacéis numerosas consultas a través del correo electrónico con la petición expresa de que no se publiquen en el blog. Así lo respeto y paso a responderos a vuestras consultas directamente en el correo. De ahí, que el Consultorio de los Lunes sea una invención mía que no desvela las confidencias de ningún paciente pero que, sin embargo, se nutre de mis largos años de experiencia profesional.
Hoy os abro la puerta a vuestras sugerencias: si tenéis interés en algún tema que todavía no haya tratado o que deseáis que toque más en profundidad, no tenéis más que decírmelo. Vuestras opiniones también me ayudan a seguir mejorando día a día, no tengáis miedo en hacérmelas saber. Todos aprendemos de todos.
Gracias por seguir ahí, por vuestra presencia aunque no os conozca. Un abrazo a todos vosotros.
Seguimos caminando…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com