-Paciente (P): Buenos días, Belén. Desde la última vez que estuve aquí me han ocurrido muchas cosas. Me he dado más cuenta de lo bien que me siento en la naturaleza y de por qué no estoy bien en mi día a día. En mi vida normal es como si tuviera un vocecita interior que me estuviera diciendo todo el rato cosas negativas y que no me deja concentrarme en lo que estoy haciendo.
-Terapeuta (T): ¿Y qué cosas son las que te dice esa voz interior?
-P: De todo. Desde que no valgo lo suficiente, que a los demás les salen las cosas mejor que a mí, hasta que me siento solo y abandonado.
-T: A ese sentimiento de soledad y abandono le vamos a prestar atención. Si ahora pudiera hablar esa voz interior ¿qué diría sobre que se siente solo y abandonado? Dilo en primera persona.
-P: (Se queda un rato en silencio…) Me siento triste, muy triste. Nadie me hace caso. Me doy cuenta, Belén, que es como si hubiera dentro de mí un adulto y un niño. El adulto es el que se ocupa de tomar las decisiones en el día a día, de ser responsable, y el niño que se siente mal es esa voz interior a la que el adulto no escucha porque está muy ocupado con sus obligaciones.
-T: Intenta hablar como si fueras ese niño, a ver qué le dirías al adulto, en un diálogo entre los dos.
-P: (Se vuelve a quedar en silencio…) ¿Por qué no me escuchas? Está muy bien que seas tan responsable, pero yo me siento triste y abandonado, y nadie se ocupa de mí. Necesito que me ayudes porque no tengo a nadie a mi lado.
-T: Quiero que ahora asumas el papel del adulto y que respondas a lo que te ha pedido el niño.
-P: (Se queda en silencio unos segundos…) No sabía que te sentías así y la verdad es que ni siquiera sabía que existía un niño dentro de mí. Pero ahora te digo que quiero hacerte caso y darte cariño. Sé que te sientes triste en muchos momentos y que yo como adulto siempre estoy pretendiendo no sentir esa tristeza porque no me gusta. Pero ahora entiendo que no te hago caso cuando te sientes mal y eso no es bueno para ninguno de los dos.
-T: ¿Cómo te sientes ahora?
-P: Pues mira, me siento más aliviado, como si me sintiera más acompañado por dentro. Me ha sentado muy bien el ejercicio que hemos hecho y seguiré hablando con mi niño interior porque nos hace bien a los dos. Gracias, Belén.
-T: Me alegro que te sientas mejor. Es importante que sigas practicando ese diálogo interior entre el adulto y el niño. Cuídate y nos vemos la próxima semana.
*Este Consultorio es una recreación ficticia que no responde a ningún paciente concreto.
Podéis encontrar la 1ª parte en el siguiente enlace:
https://blogs.diariovasco.com/lapsicologaencasa/2013/11/19/me-siento-deprimido/
Caminamos…Belén Casado Mendiluce