A veces, no haces nada y sientes que te aburres,
que no hacer nada productivo es perder el tiempo.
Pero cuando paras, otro ritmo surge en ti.
Un ritmo hecho de silencio, pausa y reposo.
Donde todo parece ir más despacio
pero donde tu consciencia sigue actuando.
Paras para sentirte de otra manera,
para tomar conciencia de tu cuerpo
sin pensar en si eres productivo,
si rindes o consigues algún objetivo.
Puedes tomar conciencia de ti
simplemente por existir,
sintiendo tu atención al momento presente,
como si supieras que sólo por estar ahí
tu existencia tiene sentido.
Tiene sentido que vivo sin objetivos,
más allá de lo que mi supervivencia y necesidad me exige.
Necesito trabajar , tener comida y un techo,
pero puedo sentarme a solas conmigo mismo
y escucharme lo que me tenga que decir, en silencio.
Y tu mente pensamiento se enlentece,
como si observaras cada pensamiento que surge
y, simplemente, lo dejaras marchar.
Descansas mentalmente.
Y tu tiempo sin hacer nada
no es tiempo perdido.
Es tiempo ganado a la prisa y a la dispersión,
donde puedes sentirte
no por tu resultado o beneficio,
sino, simplemente, por SER.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
www.psicologiapersonalizante.com