¿Por qué algunas personas sufren y enferman y otras hacen daño y siguen tan “sanas”? Yo tengo mi teoría particular, no contrastada científicamente, pero que me resulta igualmente válida.
Hacía tiempo que observaba cómo había parejas en las que ellos maltrataban psicológicamente a su pareja y no se cogían ni un triste catarro y ellas, sin embargo, enfermaban gravemente. ¿Qué pasaba? ¿Es que el maltratador vivía tranquilo en su inconsciencia y, al no sufrir por ello, le preservaba de la enfermedad? ¿Es que el sufrimiento interno de ellas era un caldo de cultivo para que el cuerpo se rebelase y protestase enfermando?
El hombre inconsciente, el que hace sentirse a su mujer como un cero a la izquierda, el que no cuenta con ella y critica su forma de ser y su iniciativa, llegando a anularla como persona mediante los mecanismos del miedo y el amedrentamiento, no es una persona que se da cuenta de lo que hace sino que vive en la INCONSCIENCIA. En ésta, no se sufre pero tampoco se vive con sensibilidad ni presencia, simplemente se “pasa por esta vida”.
El Inconsciente no enferma porque no sufre por no darse cuenta, en su interior no hay una lucha por escuchar sus sentimientos ya que estos están dormidos o enterrados bajo tierra. No sufre…pero pienso que “no vivirá larga vida en paz”. El mal que haya hecho revertirá en él de alguna manera, nada es gratuito.
Pero vayamos a la mujer, que es la que me interesa. Esta sufre por su mala relación de pareja. Su sensibilidad le hace ser consciente del malestar en su vida pero intenta hacerse la dura, no haciendo caso a lo que siente y no dándole importancia. Cuántas mujeres conocemos que soportan su sufrimiento con demasiada entereza, como si tuviesen que demostrar al mundo que ellas pueden con todo.
La persona que sufre es SENSIBLE, SIENTE Y SE DA CUENTA, pero hay una lucha en su foro interno: una parte que quiere hacer caso a sus sentimientos y otra -casi siempre en la cabeza- que quiere dejar las cosas como están. Y, para mí, es esa lucha interna la que provoca la enfermedad, la que hace que el cuerpo enferme para decirte: “Oye, párate y haz caso a lo que sientes”.
Si sufres es porque tienes sensibilidad. Y si eres sensible te empiezas a dar cuenta de la realidad. Otra cosa es que quieras convencerte desde la cabeza de que no es para tanto y de que eres una dramática que no sabe valorar lo que tienes. Esa lucha interna a la que no das salida es el caldo de cultivo para que enfermes.
Si dejas de luchar y haces caso a tus sentimientos…encontrarás la paz y la salud. Pero recuerda, tu sufrimiento es una llamada de atención para que escuches lo que sientes porque tu consciencia no está dormida sino pugnando por salir.
Caminamos…Belén Casado Mendiluze