Oyes a tu alrededor que los amigos son suficientes para sentirte acompañado, que el cariño que te dan hace que no eches en falta nada.
Que hay que ser independiente y acostumbrarse a vivir solo sin necesitar de nadie. Porque pierdes autonomía cuando pasas a depender de alguien.
Pero todo son medias verdades.
No está mal desear vivir en pareja, sin que eso signifique apartar a los amigos de tu vida. Es importante cultivar las amistades propias, pero tú también deseas…
Una persona que entre en tu propio espacio de vida.
Tú quieres compartir la vida con alguien, tener a una persona cerca en tu día a día, con quien hablar no sólo de lo que te ocurre sino, sobre todo, de cómo te sientes y de lo que necesitas.
Compartir la vida y crecer juntos.
No vales menos por desear encontrar a esa persona, porque se supone que vivir en pareja es para sumar, no para restar. Para ayudarte a sentirte mejor contigo misma y con tu vida, y eso es sumar.
Y compartir la vida con alguien no significa pasar a depender de ella.
No es lo mismo decir te quiero porque te necesito, que te necesito porque te quiero. Primero está el amor y luego, con el paso del tiempo, las mutuas e inevitables necesidades.
No tienes que demostrar a nadie que eres suficientemente autónoma e independiente, que no te hace falta nadie más que tus amigos.
No es vergonzoso desear una pareja para ti.
Nada de lo que tú realmente necesites es vergonzoso.
Me da más vergüenza dar una imagen diferente de lo que realmente necesito.
Porque yo soy yo y quien yo quiera que esté a mi lado.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
www.psicologiapersonalizante.com