Marian Hernández (*), uno de nuestros educadores caninos, nos habla esta semana de todo lo que nos puede ofrecer un perro anciano.
“Esta semana he decidido hacer un pequeño homenaje a los abuelitos, en ocasiones tan olvidados y con mucho que ofrecernos. Muchas veces creemos que, cuando un perro llega a cierta edad, poco podemos hacer ya con él, su cuerpo está cansado y su energía no es la misma que la de un perro joven… Nada más lejos de la realidad; un “abu” puede y debe disfrutar aún de muchas experiencias, cada etapa en la vida de un perro es importante y si estamos dispuestos a divertirnos y a dejarnos sorprender, estos peludos venerables tienen mucho que enseñarnos.
Quizás, un perro anciano ya no tenga la capacidad física de correr como un loco detrás de una pelota, ni de jugar a peleas con otros “compis”, pero ello no impide que pueda disfrutar de las salidas al parque; caminar sobre la hierba, olisquear las novedades del barrio, conocer otros humanos y perros, disfrutar del aire fresco, encontrar un pedazo de bocadillo de la merienda de un niño… son parte de los pequeños placeres que hacen feliz a un perro.
A medida que van envejeciendo, sus sentidos (vista, oído…) van degradándose. El olfato, en cambio, es el sentido que, por norma general, mejor se conserva y el que más desarrollado tienen por naturaleza. Organizar juegos y actividades donde éste sea el protagonista es una gran idea. Tu perro se sentirá como un cachorro meneando la trufa.
Las pequeñas siestas al sol (siempre en horas donde el calor sea más suave) son otra de las especialidades de los abuelos. El sol ayuda a sintetizar la vitamina D, encargada de regular los niveles de calcio y fósforo en sangre. La vitamina D también mejora el sistema inmunitario, aumentando las defensas del organismo frente a diferentes enfermedades. Además, el sol contribuye a la tonificación muscular y ayuda a controlar y reducir la tensión y el estrés. Los rayos ultravioleta también regulan la melatonina, hormona que regula los ciclos del sueño. Olvídate por un rato de las prisas y acompaña a tu perro en una de sus siestas. Aprenderás que, en ocasiones, no hacer nada, sirve de mucho.
El viejo dicho de que “perro viejo no aprende trucos nuevos” es una falacia. Todos los perros tienen la capacidad de aprender durante toda su vida, y aprender cosas nuevas hará que su cerebro y su memoria se mantengan en forma.
La estimulación física también es importante. A través de masajes y caricias, podemos obtener cientos de beneficios (mejora de la circulación sanguínea, estimulación del sistema linfático, eliminación de toxinas y asimilación de nutrientes, mejora de la elasticidad muscular, oxigenación de la piel…) Además, en perros con problemas degenerativos del sistema musculoesquelético, el masaje nos ayuda a “despertar” nuevas conexiones cerebrales a través de los neurotransmisores que se activan por la piel. También contribuimos a la felicidad de nuestro perro gracias a las sustancias que el organismo libera durante este tipo de actividades (dopamina, endorfinas…) mejoramos el vínculo humano-perro y aprendemos a comunicarnos con él a través del tacto.
Otras actividades como nadar, caminar sobre diferentes superficies (la arena de una playa, los cantos rodados de un río..) son beneficiosas para ellos, y nos permiten organizar jornadas de lo más entretenidas junto a ellos. ¿A quién no le apetece un día de playa o un bañito en un lago?
Como veis, un perro anciano no es sinónimo de aburrimiento. Los que tenéis la suerte de convivir con uno, sabéis que tenéis un montón de actividades para divertiros juntos. Y si estáis planteandoos adoptar, un senior es una gran opción; son los más desfavorecidos a la hora de encontrar familia y muchas veces no nos paramos a pensar que tal vez sea ese el perfil de perro que mejor encaja con
nuestro tipo de vida. Somos muchos los que ya vivimos profundamente enamorados de estos peludines cargados de ternura y sabiduría. Conocer a uno es amarlos a todos.
Al hilo de este tema, me gustaría hacer una mención especial a la asociación Esperanza Dogs, dedicada al rescate y cuidado de peluditos seniors. Su trabajo, además de necesario, está realizado con un amor y una sensibilidad fuera de lo común. Ellos entienden a la perfección lo que supone compartir la vida con un abuelito, un regalo y una gran oportunidad para aprender lo que sólo ellos pueden enseñarnos: el valor de la ternura, de la superación y de la ilusión de vivir cada momento con presencia e intensidad. Os dejo el enlace a su página, no dejéis de conocerlos porque, verdaderamente, merece la pena… www.esperanzadogs.org.
“Hay palabras que nos cambian la vida y hay ladridos que nos cambian el alma” (Jen De Lacroix)”
(**) Si quieres que nuestros educadores caninos te ayuden con tu mascota, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com. Por favor, antes de rellenar y mandar el cuestionario, leer la sección de etología para comprobar que el problema de su perro no ha sido ya consultado por otra persona.
(***) Si estás pensando en mandarnos una consulta, pincha aquí y lee esto antes, por favor
(****) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el educador cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.