Momo fue abandonado en la perrera de Etxauri en marzo de 2012. En aquel momento se hizo tristemente muy famoso… Digo “tristemente” porque la razón de que Momo se hiciese tan conocido fue las horribles condiciones en las que su propietario lo abandonó: nuestro chico llegó con una leishmania sin tratar, anemia, desnutrición y las patas llenas de llagas provocadas por él mismo de tanto chuparse (lo que significa que el perro había sufrido toda su vida una grave ansiedad provocada por vivir siempre encerrado). Su estado eran tan malo, que tan sólo unas horas después de ser abandonado, tuvo que ser ingresado de urgencia, debatiéndose entre la vida y la muerte (podéis leer su historia pinchando aquí, donde veréis también fotos de cómo llegó a Etxauri el pobre perro).
El tiempo en el que Momo estuvo a punto de morir, fueron muchísimas las personas que se volcaron en él pero una vez que este campeón salió adelante y se recuperó, parece que el mundo se olvidó de él. Momo luchó por su vida y parece que a todos nos pareció que la mejoría de su salud era premio suficiente para esa lucha… No, Momo merece un hogar, un sitio en el que le quieran para siempre, vivió los dos primeros años de su vida con una persona que, viendo en el estado que lo dejó, podemos imaginarnos cómo lo trató y ahora lleva otros dos años buscando un hogar…¡ya vale!
Si veis las fotos de antes y las de ahora…¡parece otro perro! Es increíble lo que Momo luchó… Fue tan fuerte que se recuperó de la leishmania (ojo, como sabemos, es una enfermedad que va a tener siempre latente, pero ha estado muchísimos meses sin tener que tomar nada de tratamiento). Por desgracia, ha tenido una recaída en este sentido y vuelve a necesitar tomar medicación pero, una vez más, la leishmania no ha tocado ninguno de sus órganos, así que no la tiene grave.
Además de su estado físico, cambió hasta su carácter. Se hizo un perro 10 con otros perros, un perro que adora que lo mimes… Pero lleva tanto tiempo metido en una residencia, que se está volviendo exageradamente miedoso (normal, vive en un sitio estupendo, en el monte, rodeado de perros…pero cada vez tiene más olvidado lo que es una vida “normal” con personas, ruidos de ciudad, paseos…). ¿Vamos a permitir que se vuelva de nuevo miedoso? ¿Vamos a dejar que eche a perder todo lo que había avanzado? ¿Qué pasa que se tiene que estar muriendo para que alguien se fije en él?
Momo tiene unos 4 años, de los cuales 2 vivió en un estado lamentable con su anterior dueño y los otros dos en una residencia buscando que alguien se fije en él… Es un amor de perro que, pese a sus miedos (normales en un perro que lleva tanto tiempo en una residencia apartado del mundo), las ganas por recibir mimos le pueden y se vuelve loco por ellos. ¿Quieres adoptarlo? Merece tener por primera vez en su vida una familia que se preocupe por él y lo quiera para siempre. Es de tamaño mediano-grande (pesará unos 22-25kg). Si quieres adoptar a Momo, llama al 630-483-858. No le hagas esperar más, lleva demasiado tiempo haciéndolo…
El fotógrafo Alfonso Zarranz ha ido a la resi en la que está Momo para sacarle estas preciosas fotos: