¿Os acordáis de Truman? Quien no recuerde su historia, puede leerla aquí. Os conté que este chico había sido muy bien adoptado en Donosti y que en cuanto llegase os enseñaría cómo está. Bueno, pues Truman llegó a Gipuzkoa hace ya casi dos semanas y el sábado pasado tuve el enorme placer de conocerlo, a él y a sus dueños: Lucía y su novio Jose Mari. Quedo con ellos en la playa de la Zurriola, el sábado me acerco allí hecha un manojo de nervios: ¡por fin voy a conocer a Truman! Bajo a la playa y desde lejos veo a un precioso setter inglés que llama la atención por la alegría que desborda: corre dando saltos como si fuese un cachorro, se acerca y aleja del agua dudando si bañarse o no.. Se me pone una sonrisa tontorrona… ¡es mi Truman! (Lucía, perdona el llamarle “mi Truman”, sé que es tuyo, pero es que tanto difundirlo, tanto hablar de él, a veces una siente que un pedacito de ellos es suyo… Seguramente a mucha gente que sigue a diario este blog le pase lo mismo). Y si Truman desbordaba felicidad, a la pareja que no paraba de mirarle los ojos se les llenaba de orgullo y alegría. Por supuesto, eran Lucía y Jose Mari, los dueños de nuestro campeón.

Truman lleva sólo una semana con ellos cuando lo veo y me deja alucinada: es super obediente, acude a la llamada pese a estar en la playa jugando con otros perros. Además, es un perro tranquilo y juguetón a la vez, es decir, si toca monte o playa, se pone a correr, saltar y jugar como un loco, pero si está en casa o si le llamas para hacerle mimos, se vuelve el perro más tranquilo del mundo. De hecho, le pido fotos a Lucía del perro en casa y me dice que va a ser difícil sacarle una “decente” porque, en casa, si no está comiendo, está dormido. Vamos, que cuando están en casa es como si no tuviesen perro. Mi “amor de madre” me hace sentir mal cuando lo recuerdo, pero por momentos pienso: “madre mía, qué maravilla de perro, les voy a dar el cambiazo con el mío”. Teniendo en cuenta el estado en el que fue rescatado Truman, sé que Pro-Setter tiene muchísimo que ver en toda esa forma de ser que tiene Truman ahora y desde aquí mi más sincera enhorabuena, Alex y Lidia, he visto un claro ejemplo del gran trabajo que hacéis.

Por si acaso me estoy equivocando y le he pillado a Truman en un día bueno, pregunto a Lidia cómo es la convivencia con este guapetón. Su respuesta confirma que no me he equivocado: ” ¡La convivencia es genial! Truman es muy muy bueno y cariñoso, le encanta que le acaricies, es un mimosín, en la calle le gusta jugar con todos los perros y echarse unas carreras. En casa es como si no tuvieras perro, es muy tranquilo, le encantan las siestas. Tan solo lleva una semana con nosotros pero puedo decir que se ha adaptado perfectamente.” Truman se acerca y nos saluda, se deja hacer de todo, Lucía tiene razón en que es un mimoso y yo doy fe de que un buenazo también (le tiras de las orejas, le tocas por donde sea… ni se inmuta, es más, le gusta).

Pregunto a Lucía si antes de Truman ha tenido algún otro perro. Me cuenta que de hecho tiene una perra mestiza llamada Luna pero esta vive en casa de sus padres. La perra es de Lucía pero cuando ella se independizó, Luna no se acostumbraba a la nueva casa y la madre de Lucía la echaba de menos, así que pensando en lo mejor para la perra, Lucía, no con poca pena, la ha tenido que dejar en su antigua casa. La procedencia de esta perra es una historia preciosa y conmovedora: “siendo una niña de vacaciones en Galicia fuimos a un mercadillo y un hombre te la daba por 300 pesetas, supliqué a mis padres para que la cogieran y desde hace 13 años está con nosotros”. Bien por ti, Lucía…

En su nuevo hogar, Lucía echaba de menos a Luna y, además de a Luna, todo lo que te aporta la convivencia con un perro, pero no se había puesto a buscar uno en serio. Le pregunto por qué eligió a Truman: ” Un día enredando en internet di con tu blog y ese día tocaba la historia de Truman. La leí y me emocioné mucho al ver lo que le había pasado. Al igual que él, desgraciadamente, se encuentran muchos perros en nuestro país, está claro que Truman no serviría para cazar y algún desgraciado lo abandonó medio muerto. Aquel día no dejé de pensar en Truman, algo dentro de mí me decía que tenía que adoptarlo y fue entonces cuando me puse en contacto contigo y con Pro-Setter”. Y una servidora da fe de que Lucía no paró hasta conseguir que le diesen a Truman en adopción.

El interés de Lucía y su novio en Truman fue tan grande que, ante la dificultad de encontrar un modo de que nuestro protagonista viajase de Murcia a Donosti, esta pareja cogió el coche y se fue a buscarlo. Alex de Pro-Setter acercó el perro a Madrid, donde Lucía y Jose Mari lo recogieron. Desde entonces, los tres forman una familia feliz (da envidia verles).

Truman con Lucía y Jose Mari

Antes de poneros un vídeo y unas fotografías de nuestro campeón en su nueva vida, os dejo como despedida unas palabras que quiso dedicar Lucía a quienes se estén planteando adoptar a un nuevo compañero: “Diría a esas personas  que adopten y no compren mientras haya animales muriendo y sacrificados en perreras de toda España, que un amigo no se compra y que un perro es alguien, no algo. Sólo las cosas se pueden comprar o vender. Un perro no es una cosa, es un ser. A mí personalmente Truman me ha cambiado la forma de ver la vida en cuanto a que no hay que ser rencoroso, porque está claro que Truman lo ha pasado mal y sin embargo no tiene ni un mínimo de rencor al ser humano. Veo cómo me mira y sus ojos me lo dicen todo. Como me dijo un señor el otro día, ha sido un regalo que me ha dado la vida. Muchas gracias, Irene”. Y soy incapaz de leerlas sin que se me ponga la piel de gallina y llorar de la emoción… Gracias a ti, Lucía, y a Jose Mari por dar a Truman lo que siempre ha merecido, lo que debió haber tenido desde que nació. Y gracias a Pro-Setter, a todas las personas que hayan tenido que ver en su rescate… Gracias a todos los que habéis salvado la vida a este perro, a un perro 10.