El título de la fotografía ganadora del World Press Photo, lo dice todo: niña llorando en la frontera. ¿En qué mundo vivimos si quedamos impasibles ante el sufrimiento de los niños y ancianos? ¿Quién protege a los más débiles?
La imagen de la niña hondureña Yanela Sánchez llorando mientras su madre, Sandra Sánchez, es detenida por un agente de la Patrulla Fronteriza en la frontera sur de Estados Unidos, debería hacernos reaccionar a todos ¿Cuándo han servido los muros fronterizos? ¿Hay algún ejemplo de alguno que haya hecho una buena labor? ¿Cómo puede plantearse de nuevo Donald Trump la posibilidad de separar a los niños de sus padres en caso de ser detenidos por el gran delito de buscar una vida mejor?
La imagen fue captada por el fotógrafo John Moore de Getty Images el 12 de junio de 2018 en McAllen, Texas y se volvió viral y ejemplo de la política de inmigración de “tolerancia cero” del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Tal vez sea necesaria una política de inmigración bien estudiada pero antes de eso, es fundamental que haya una política del sentido común.
Después de que esta fotografía fuera publicada en todo el mundo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos confirmó que Yanela y su madre no estaban entre las miles de personas que habían sido separadas de sus familias por funcionarios estadounidenses, cuenta World Press Photo en la ficha que acompaña el anuncio del premio.
Ojalá esta fotografía y este premio sirva de llamada a nuestras conciencias. A veces pienso que nos hemos vuelto seres insensibles ante el horror.