Una parte de mi trabajo, con la que más disfruto y con la que considero que más se aprende son los talleres prácticos. En mi profesión paso muchas horas hablando de menús y recetas, explicando a las personas que acuden a la consulta cual es la mejor manera de hacer tal o cual plato para que sea más saludable sin renunciar al sabor. A menudo siento que el espacio, un despacho con una mesa, una sillas y un ordenador, se queda corto a la hora de generar aprendizaje sobre alimentación. Hay recetas que sobre el papel, si no las has hecho antes, pueden parecer complicadas y no animarte a probar. Pero si las haces en grupo de la mano de alguien con experiencia verás que no es tan difícil como parece, ni mucho menos!!
Es por eso que realizo los talleres de nutrición y cocina, porque viendo, oliendo, tocando, saboreando incluso oyendo los sonidos de los alimentos al cocinar es como de verdad se aprende. Se aprende a la par que se disfruta cocinando, comiendo y resolviendo las dudas que se pueden tener sobre alimentación. Y qué mejor manera para aprender lo que es una dieta saludable que disfrutando de ella.
Los talleres comienzan con una primera parte teórica en la que expongo un tema que me interesa sobre alimentación y generamos un debate entre todos. Es muy positivo que se compartan las experiencias de cada uno, en este caso en relación a los alimentos. Me he dado cuenta de que enriquece mucho y aprendemos todos de todos. Luego explico un poco en que van a consistir las recetas del taller y nos ponemos manos a la obra.
Los talleres los formo siempre con grupos pequeños, no más de ocho persdonas, porque me interesa que todas ellas participen activamente en la elaboración de las recetas. No soy yo el que cocina y las demás personas miran, para nada, hacemos entre todas, aportando cada una su granito de arena. Una vez el menú está listo toca degustarlo. Nos sentamos a la mesa, compartimos las sensaciones sobre la dinámica del taller, se exponen las dudas que queden pendientes y disfrutamos de las delicias cocinadas.
Siempre utilizamos alimentos locales y de temporada. De esta manera se aprende a jugar con aquellos alimentos que nos da la tierra a lo largo de las diferentes estaciones. Se puede salir así de la monotonía de estar haciendo continuamente las mismas recetas en casa una y otra vez. Es cuestión de jugar con lo que se nos ofrece en cada estación y ponerle un poco de imaginación. No hace falta hacer recetas complicadas.
Intento realizar uno todos los meses para poder ir cambiando de recetas según avanza el año. El próximo Domingo 21 de Junio haré el siguiente. Estrenamos el verano y con el recetas frescas y llenas de color. Si quieres apuntarte puedes mandarme un correo electrónico.
Un saludo y hasta la semana que viene!!