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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Treinta y tantos: el relato de la generación yuppie de finales de los ochenta

Treinta  y tantos fue el mejor retrato de la generación estadounidense de los baby boomers, nacida a principios de los años 60, en su paso a la madurez. La estética y los valores yuppies de la época de Ronald Reagan son examinados con una mirada costumbrista a través de las relaciones de un grupo de siete amigos que, entrados en la treintena, se deben replantear los siguientes pasos de su vida.

La paternidad, los cambios de valores de las personas y el aumento de la responsabilidad son examinados de forma certera y hábil en una serie diferente que rompía esquemas y consiguió convertirse en una serie de culto, a pesar de ir dirigida a un segmento muy determinado de la audiencia. Hoy, en nuestra entrada semanal dedicada a la nostalgia, vamos a analizar el experimento sociológico que representó  Treinta y tantos durante las cuatro temporadas de su emisión.

 

 

Ficha: Treintaytantos ( Thirtysomething),  85  episodios.  Sep 1987- May 1991. ABC (USA)  TVE   (E).

Sinopsis: La descripción de las vidas de un grupo de siete amigos, que en sus años juveniles estuvo marcada por su seguimiento de grupos pacifistas y contraculturales, pero que con el paso de los años  se van decantando hacia una vida mas rutinaria de clase media y alta y mucho mas conservadora, con las contradicciones internas que ello supone.

El inicio: A mediados de los años 80 dos productores, Marshall Herskowitz (derecha foto) y Ed Zwick, propusieron a la cadena ABC una serie realista que tratará del paso a la madurez de la generación de los baby boomers de los sesenta,  el llamado fenómeno yuppie.

Herskowitz y Zwick se encargaron de escribir el piloto y Zwick lo dirigió, obteniendo la luz verde de la cadena ABC aunque con ciertos reparos, ya que no veían muy claro si existía una audiencia para una serie semanal sin crímenes, policías, médicos ni villanos para poder atrapar a los televidentes a medio y largo plazo.

El diseño se basó en sus propias experiencias y en las de su grupo de amigos, con un hincapié especial en los cambios que la paternidad produce a la gente.

La serie fue estrenada en horario estelar y con unas críticas realmente excelentes, dándose uno de los casos mas curiosos de la historia de la televisión a nivel de audiencias, ya que la propuesta novedosa tenía un seguimiento paupérrimo entre los jóvenes y la gente mayor y en cambio arrasaba en el segmento de edad entre los 30 y 50 años, que es básicamente al que iba dirigida. Se la odiaba o se la veneraba, sin término medio.

Por ello, aunque las audiencias totales fueran mediocres, los más fervorosos seguidores eran el segmento de edad más codiciado por los anunciantes al disponer del mayor poder adquisitivo, blindándolo a prueba de audiencias.

Como muestra del fervor crítico y de la industria, fue galardonada con el Emmy a la mejor serie dramática en el año de su estreno,confirmando las expectativas de los productores.

Nuestro primer vídeo es para los títulos de crédito con la magnífica sintonía, escrita por Stewart Levin y sobre todo por W.G. Snuffy Walden, posterior autor de geniales bandas sonoras como la ‘Friday Night Lights’. Escúchenla y recuerden esta preciosidad:

La trama: Las historias se centran en las vicisitudes de un grupo de siete amigos que viven en Filadelfia y que giran alrededor de una pareja central, que es el matrimonio formado por Michael y Hope, judío él y cristiana ella, con una niña pequeña.

Michael tiene una agencia de publicidad con su socio Elliot, que a su vez tiene un matrimonio algo complicado con Nancy. Completando el grupo tenemos dos espíritus libres como son una fotógrafa, Melissa, prima de Michael, y el mejor amigo de Michael, Gary, mientras que por el lado femenino tenemos a la mejor amiga de Hope, la funcionaria municipal Ellyn.

Estos siete personajes configuran las tramas costumbristas y realistas,  basadas en hechos sencillos y con los que la audiencia podía identificarse. Los problemas laborales y las relaciones de pareja centraban la mayoría de las tramas, pero sin cargar las tintas e intentando mantener los pies en la tierra sin entrar en tramas inverosímiles o demasiado forzadas.

El tema subyacente de la serie era el cambio de mentalidad de la adolescencia a la madurez, y sobre todo de la rebeldía al acomodamiento. En este sentido, los personajes presentaban toda una gama de matices, desde los que se resistían al cambio, hasta los que lo tenían completamente asimilado y serían incapaces de volver atrás.

Se prestaba una atención especial a los problemas de las dos mujeres casadas, que debían compaginar su vida laboral en casa con el cuidado de los niños, con los sacrificios tanto a nivel personal como profesional que ello comportaba, además de intentar mantener la llama del amor con su pareja.

Como ejemplo, pueden ver en inglés el tráiler resumen de la primera temporada del DVD de la serie, que salió cerca de 18 años después de su fin:

Los episodios fluían con un cierto ánimo de continuidad, aunque había historias que se abrían y cerraban en cada capítulo tanto para las parejas como para sus amigos. Pero el tono costumbrista hacía que el esquema convencional de las series no fuera de aplicación y las tramas se desarrollaran durante varios capítulos.

Otro hecho reseñable es la ausencia de personajes malos en la serie. Todos tenían sus virtudes y sus defectos, aunque dominaban claramente los primeros, e incluso dentro de los personajes invitados la maldad brillaba por su ausencia de forma comparable a la de los culebrones con los que compartía década.

Con el paso de los años fue evolucionando como la vida misma, cambiando las circunstancias laborales con cambios de trabajo de varios de los protagonistas. Las personales llevaron al nacimiento de nuevos vástagos, hasta llegar en las últimas temporadas a la tragedia y dramas personales, pero como consecuencia de la evolución de los personajes.

La serie tenía una audiencia reducida pero extremadamente fiel, en especial entre el público femenino, ante la incredulidad de los jóvenes y mayores, que no entendían cómo una serie donde no había apenas acción y segun ellos no pasaba nada, podía tener algún atractivo.

Personalmente, tengo que decir que al encontrarme dentro del grupo de edad al que iba dirigida la serie, la encontré una verdadera maravilla, con un ritmo narrativo y unas historias diferentes a todo lo que se estilaba por la época. Los guiones eran realmente brillantes y su aspecto general era magnífico con unos actores que daban la talla.

Uno de sus principales atractivos era presentar los problemas de forma seria y clara, con los que nos podíamos identificar y hacernos llegar a reflexiones personales sobre algunos de los aspectos que trataba, que difícilmente teníamos en las series de acción al uso.

La huida del efectismo era otro gran punto a su favor y el realismo que nos presentaba la ficción estaba realmente conseguido, con episodios como el de la muerte del padre de Michael realmente emotivos, por el que le consiguió el Emmy al mejor guión el hoy oscarizado Paul Haggis, que hizo sus pinitos iniciales como productor en esta serie.

Por el contrario, viéndola en la actualidad no ha envejecido muy bien debido a que algunos de los problemas que mostraba en la época ya han sido superados o han aparecido nuevos con el devenir de los tiempos, además de la estética que  se ve muy desfasada, tanto en vestidos como peinados.

Como curiosidad vamos a cerrar este apartado mostrándoles una escena donde Michael sueña con jugar en el equipo profesional de los Sixers de Filadelfia, donde aparecen estrellas del equipo como Charles Barkley, Mo Cheeks y Mike Gminski:

Los actores: La pareja central, los Steadman, fue interpretada por Ken Olin y Mel Harris.

Michael era propietario de una pequeña agencia de publicidad con problemas para sobrevivir y ella es una escritora que ha aparcado parcialmente su carrera para cuidar a su hija. Ambos, pero en especial ella, tienen grandes dudas existenciales sobre qué hacer con su vida, con un creciente sentimiento de frustración por no desarrollar su sueño de escritora. Están enamorados desde la universidad, aunque los problemas económicos y personales les obligan a trabajar mucho para mantener su matrimonio a flote.

 

Casi todos los actores de la serie eran un tanto desconocidos al empezar y Ken Olin es el que ha rentabilizado mejor el éxito, compaginando su carrera como actor con la de reputado realizador de televisión a partir de lo aprendido de los maestros Zwick y Herskovitz. En cambio, Mel Harris no ha levantado apenas cabeza, convirtiéndose en actriz de películas de estrenos de televisión sobre enfermedades y dramas diversos, además de pasar con demasiada frecuencia por el taller de chapa y pintura, con los resultados que muestra la foto.

Hay que decir que ambos cumplían perfectamente con su papel centralizador de la acción de su grupo de amigos y fueron parte básica del éxito de la serie.

La segunda pareja estaba formada por Timothy Busfield y Patricia Wettig. Busfield era el socio de Michael y el calavera del grupo, con relaciones extramaritales y siendo bastante poco responsable. En la agencia de publicidad parecían dos críos jugando y haciéndose bromas continuamente.

Mientras, Wettig (la mujer en la vida real de Ken Olin) hacía el papel de artista frustrada en casa cuidando de dos niños, con un marido que pasaba bastante del tema.

 

 

Ambos eran mis personajes preferidos por desarrollar los más complejos y menos perfectos, y su relación personal va evolucionando con la serie pero salvando su matrimonio con el apoyo de su grupo de amigos. Como habrán reconocido en la foto, son dos actores que han trabajado mucho a partir de esta serie y en producciones de prestigio, como ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’ en el caso de Busfield o ‘Cinco Hermanos’ en el de Wettig.

Uno de los temas recurrentes que se le preguntaba a Wettig y a su marido Ken Olin, era qué sentían al ver sus personajes casados con otra persona en la misma serie en la que trabajaban, y su respuesta era que era preferible así para poder actuar con más libertad.

La prima de Michael era Melissa, interpretada por Melanie Mayron, una fotógrafa de prestigio que esconde sus inseguridades detrás de un aspecto y comportamiento bohemio. Sus relaciones con los hombres nunca acaban de funcionar bien y siempre acaba refugiándose en busca de consuelo con su grupo de amigos.

 

Mayron cumplía más que bien con su papel, pero posteriormente ha dirigido sus pasos también hacia la realización con varias películas y series televisivas en su haber.

El papel más desdibujado, en mi opinión, era el de Ellyn (Polly Draper), la mejor amiga de Hope, una funcionaría municipal bastante estirada y la más conservadora y acomodada del grupo. Va de relación en relación en busca de la estabilidad hasta que la encuentra, pero su posición en el grupo es algo marginal al ejercer de amiga de Hope.

 

 

Sus historias eran las menos interesantes debido a su papel diluido en la dinámica del grupo, aunque la actriz cumplía con su papel. En su carrera posterior Polly Draper tampoco ha conseguido nada que se acercará al prestigio de esta serie.

Por último, tenemos a Peter Horton, que era Gary, un profesor de literatura de la universidad y el más comprometido de todos los amigos en causas sociales. Como reminiscencias de su pasado común, su aspecto hippy y bohemio le daba un gran éxito entre sus alumnas hasta que sienta la cabeza con una paternidad, cambiando su visión de la vida.

 

Peter Horton es un buen actor y director que ha salido en multitud de series, y que como anécdota podemos decir que fue durante siete años el primer marido de Michelle Pfeiffer, antes del estrellato de esta actriz.

El final: La cadena ABC, a pesar de tener unas audiencias bajas, confiaba en la serie que le proporcionaba premios y prestigio, pero desde el punto de vista creativo iba perdiendo la frescura inicial y empezaba a complicar demasiado las tramas. Además, perdía poco a poco su audiencia base, que huía a nuevas series. Por ello, al finalizar la cuarta temporada y sin previo aviso, la cadena decidió cancelarla, dejándola con un final abierto que en principio debían cerrar con una película, pero que finalmente quedó en agua de borrajas.

Los escasos seguidores que quedaban protestaron de forma vehemente, pero la falta de interés de los productores ejecutivos enfrascados en una próspera carrera cinematográfica, con ‘Tiempos de Gloria’ como máximo exponente, hizo que la serie acabara de esta manera, con algunas preguntas que quedarán para siempre sin respuesta.

La escuela de Treinta y tantos: Las buenas relaciones personales entre los siete actores principales siguen siendo un hecho y se reúnen con cierta frecuencia para recordar viejos tiempos.

Curiosamente, la mayoría de ellos se han convertido en distinguidos realizadores de televisión. lo que agradecen siempre al tándem Herskovitz-Zwick, que además de actuar les enseñaron los entresijos de la realización dándoles oportunidades de dirigir capítulos de a cinco de los siete, todos excepto Polly Draper y Patricia Wettig.

En el capítulo de guionistas ya hemos hablado de Paul Haggis y cabe mencionar también a Winnie Holzman, creadora de la maravillosa ‘My so-called life’, que dio a conocer a Claire Danes, lo que pone más en valor a la serie , ya que no sólo estaba muy bien realizada, sino que fue una influencia positiva para todos los que trabajaron en ella.

Treintaytantos fue una serie que marcó una época con una propuesta fresca y diferente que en su momento tuvo un gran mérito retratando una generación concreta y que me ha encantado rememorar para aquellos de nuestros lectores que tengan recuerdos de esa época y de esa serie concreta.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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