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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Primos Lejanos, Cosas de Casa y Los Problemas Crecen: Balki, Urkel y Mike Seaver, nadie es perfecto

A finales de los años ochenta la cadena ABC programó, los viernes por la noche, un contenedor de comedias familiares que tuvieron un gran éxito tanto en los USA como en  nuestro país, donde nos acompañaban en las sobremesas, o por las tardes, en sus múltiples reemisiones. Eran comedias de humor blanco, familiares y de argumentos sencillos con el propósito de entretener al público que no salía el viernes por la noche y quería  pasar una velada agradable en su casa, sin más pretensiones que las de reírse.

El hecho de haber alcanzado cierta fama, no implica que la calidad fuera pareja con ellas. Como rasgo común, las tres comedias tenían un personaje central que acaparaba toda la fama y las miradas, y en cierta manera marcaron una época. Por ello, visto con una cierta perspectiva, nos van a traer ciertos recuerdos de las cosas con que nos llegábamos a reír en nuestra juventud y en especial de las astracanadas y ñoñerías que veíamos. Quedan avisados.

PRIMOS LEJANOS: NO  SEAS RIDíCULO Y NO INVITES A TU PRIMO GRIEGO A TU CASA

Ficha: Primos Lejanos ( Perfect Strangers ) ABC (USA)-Cuatro (E) 150 ep. Marzo 86-Agost 93

Sinopsis: La serie trata sobre la convivencia en un apartamento de Chicago de un americano medio y normal con su primo lejano llegado desde Grecia, y el choque cultural que eso representa, lo que provoca muchas situaciones cómicas.

Análisis: Un clásico de las comedias americanas son las llamadas buddy sitcoms, o comedias de colegas, donde dos personas del mismo sexo, con personalidades muy diferentes, comparten piso con ‘La extraña Pareja’ como mejor ejemplo del género.

Primos lejanos es una nueva vuelta de tuerca, donde junto a un personaje más o menos  normal, aparece un inmigrante griego con un dominio rudimentario del inglés, que con su visión diferente de las cosas (tipo Alf) provoca una catarata de situaciones cómicas.

La inmensa mayoría de los gags se basa en la capacidad de sacar de quicio del griego Balki Bartokomous a su primo Larry, con sus historias y un comportamiento infantil, mientras que Larry intenta arreglar todos sus desaguisados.

La serie se inicia con la llegada de Balki a Chicago, donde se presenta de sopetón en su casa y se autoinvita a quedarse, en una historia bien resumida en los títulos de crédito de la serie:

La serie funciona con una fórmula que repite en cada episodio, con Balki metiéndose en algún lío que su primo Larry debe resolver, además de repetir incesantemente una serie de latiguillos en cada episodio, entre los que hay que destacar el famoso ‘No seas rrrriddiculo, Larry’,  con acento griego, que generaba una explosión de las risas enlatadas.

Hay que reconocer que la serie tenía una cierta gracia al principio, en especial por las buenas interpretaciones de sus actores, Bronson Pinchot como el primo griego y Mark-Lynn Baker como el primo Larry, que desarrollaron una gran química en la pantalla y sostenían absolutamente la serie.

El problema es que la repetición casi continua de los gags y la poca presencia de los personajes secundarios empezó a convertir la serie en algo monótono y repetitivo, pero aún así duró ocho años en pantalla, aunque tengo que reconocer que a partir del tercero, deje de visionarla, porque ya se veía cómo acababa el capítulo nada mas empezar.

Como ejemplo del tipo de humor, aquí les dejo con dos de sus escenas más celebradas. Para que se hagan una idea de su nivel:

 

COSAS DE CASA: STEVE URKEL UN PERSONAJE PARA LA HISTORIA DEL FRIKISMO

Ficha: Cosas de Casa ( Family Matters), 215 episodios (Sep 1989-jul 1998). ABC (USA)-Antena 3 (E).

Sinopsis: La vida rutinaria y apacible de una familia de color de clase media, que habita en los suburbios de Chicago, ve alterada su rutina por la intromisión continua de un joven vecino impertinente, que prendado de la hija de la familia, no para de crear conflictos con sus vecinos.

Análisis: Al principio era otra serie más de una familia de color, estilo ‘La Hora de Bill Cosby’, dirigida al público de color que devoraba estas series, padres buenos y trabajadores educando a hijos algo gamberretes, para llevarlos por la buena senda. Nada nuevo bajo el sol. Los títulos de crédito iniciales así lo presagiaban:

Pero a mediados de la primera temporada, apareció el personaje de un vecino que aprovechaba cualquier excusa para meterse en la casa, el joven Steve Urkel. Urkel era un chaval inteligente pero patoso, metomentodo y con una voz chirriante que sacaba de quicio a todo el mundo. Además, tenía una gran facilidad para complicar la cosa más sencilla del mundo al ser un completo manazas.

Lo que empezó siendo una escena por episodio, debido a la gran acogida que tuvo con el público el personaje pasó a acaparar toda la atención de los guionistas, que le iban dando cada vez más protagonismo. Hasta que la serie pasó a ser casi ‘La hora de Steve Urkel’.

Con el cambio, la dinámica inicial de los personajes con los padres y adultos como centro de las historias se fue desplazando hacia sus hijos y Urkel, con el consiguiente enfado por parte de los actores adultos que se veían postergados, abandonando la serie varios de ellos.

En el colmo de los despropósitos arguméntales, la familia que tenía tres hijos pasó a tener dos en la cuarta temporada, desapareciendo la niña pequeña que ven en el centro de la foto, sin dar ninguna explicación ni mencionarla en el resto de la serie. El trauma que le debió causar a la pobre Jaimee Foxworth, que así se llamaba la niña, fue tan grande que ha acabado protagonizando diversas películas pornográficas en su madurez, para sorpresa de los seguidores de la serie.

Los capítulos parecían calcomanías unos a otros empezando en la casa de los Winslow con cualquier nimiedad, para al cabo de un minuto de emisión hacer su entrada característica por la puerta de la casa Steve Urkel, acompañado de un increíble aullido del público que asistía en vivo a la grabación y que no dejaba de vitorearle en cualquier actuación. Urkel se dedicaba a hacer gansadas el resto del capítulo, en especial con el padre de familia, que era el objetivo principal de sus trastadas hasta enmendar las cosas al final.

No contentos con semejante personaje, los guionistas crearon a otro friki con el nombre de Waldo Faldo Geraldo, que era más tonto que su nombre para dar más salidas cómicas a Urkel.

Estirando el filón al máximo, aparecieron la hermana y la prima de Urkel, con tics parecidos y siempre interpretadas por el mismo actor, Jaleel White, en un tour de force interpretativo digno de mejor resultado.

Un ejemplo de lo que les hemos comentado es la creación del infausto baile de Urkel, una pieza antológica del frikismo de los 80, que hemos puesto en inglés para que puedan disfrutar de la voz original con un rap infame digno de los Hermanos Calatrava:

http://www.youtube.com/watch?v=BTeOcVelYi0

Al finalizar la serie los actores se desvanecieron como por arte de magia, destacando sobre todos ellos Jaleel White, totalmente encasillado en su papel de Urkel , del que no se va a poder desprender el resto de su vida. Ahora el pobre se ve obligado a sobrevivir, poniendo la voz al videojuego de Sonic o protagonizando películas de monstruos de serie Z como la inolvidable ‘Megatiburón contra Crocosaurio’, de la que pueden ver un tráiler con el adulto White ganándose las lentejas como buenamente le dejan:

LOS PROBLEMAS CRECEN: HASTA LEONARDO DICAPRIO TIENE UN PASADO TELEVISIVO

Ficha: Los problemas crecen ( Growing Pains), 166 episodios ( Sep 1985-Abr 1992). ABC (USA)-La 2 ( E).

Sinopsis: Una familia blanca adinerada que vive en las afueras de Nueva York ve cómo con el paso de la infancia a la adolescencia de sus hijos aumentan los problemas familiares y de comportamiento de los chavales.

Resultado: Una serie que venía a ser la respuesta en blanco a ‘La hora de Bill Cosby’. La familia estaba compuesta por un padre psiquiatra que trabaja en casa para permitir que su mujer, que ha criado a los tres hijos, pueda volver a trabajar de periodista. El hijo mayor es un chico muy travieso pero de buen corazón; la chica es lista y buena estudiante, pero es el blanco de las bromas de sus hermanos, y el benjamín, que suele apuntarse como cómplice a las travesuras del hermano mayor. En el vídeo pueden ver la famosa canción de apertura de la serie ‘As long as we got each other’, cantada por B.J. Thomas y Jennifer Warnes, todo un hit de la época:

La serie era totalmente blanca con un humor para todos los públicos y con apenas conflictos, a pesar de que la premisa inicial era de un psiquiatra con problemas para entender a sus hijos. La serie derivó rápidamente hacia temas más convencionales.

En cierto modo, el cambio se debió a la inmensa popularidad que adquirió entre las adolescentes Kirk Cameron, hermano mayor de Candace Cameron, la hija mayor de Padres Forzosos, con la que compartía cadena y éxito.

Cameron se convirtió en un ídolo, llenando su fotografía multitud de carpetas de jóvenes de la época. Su papel era de mal estudiante, gamberrete y ‘hacedor’ de travesuras, aunque de guante blanco, siendo cazado y castigado continuamente por sus padres. En la vida real Cameron se convirtió en un cristiano renacido, y su influencia religiosa empezó a aparecer en la serie en sus últimas temporadas. En la actualidad es un personaje muy controvertido en los USA, por sus opiniones claramente reaccionarias a favor del creacionismo.

Las tramas eran más blandas que un melindro en remojo y casi siempre centradas en el personaje de Cameron, como pedían las audiencias. Al ir evolucionando las temporadas, vemos cómo va fracasando en los estudios y ligando a cualquier chica que pasara por delante.

En la cuarta temporada nació una cuarta hija en la familia pero, siguiendo un truco de guionista de Hollywood, creció seis años de repente para permitir que sólo una actriz hiciera el papel en lugar de gemelas, como sucedía cuando eran bebés.

En la última temporada, se incorporó al elenco en un papel secundario de nuevo rebelde de la casa el ahora famosísimo Leonardo diCaprio, que hacía lo que podía en semejante panorama y les puedo asegurar que no hacía prever ni de lejos su posterior carrera cinematográfica. Aquí lo pueden ver con uno de esos peinados de la época, totalmente indescriptible:

Nuestra idea al hablarles de estas tres series era desmitificarles un poco el pasado, ya que solemos hablar en términos elogiosos de la mayoría de series que recordamos. Por esta razón hay que recordar que junto a verdaderas maravillas teníamos personajes como Balki, Urkel o Mike Seaver, que hoy en día no pasarían la más mínima prueba del algodón de calidad televisiva.

Pero tampoco hay que dramatizar. Estas comedias sólo pretendían divertir y hacernos pasar un buen rato y si a los resultados nos remitimos, lo conseguían y con creces. Por eso las hemos querido recordar, porque seguro que a muchos de ustedes les ha venido una sonrisa en la cara al volver a ver sus andanzas.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino

 

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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