La reciente muerte y exequías de la reina Isabel II han copado todas las noticias y han puesto de nuevo el foco sobre la casa de Windsor tanto a nivel a antecesores como de sucesores de la familia real británica. En el terreno de las series, todo el mundo se ha hecho eco de ‘The Crown’ o ‘The Queen’ para ilustrar sus conocimientos reales, pero en nuestro caso nuestra propuesta va a ir por otros derroteros, al hablarles de ‘The Lost Prince’.
‘The Lost Prince’ es la historia del príncipe Juan, el sexto hijo del rey Jorge V (abuelo de la reina Isabel II) que fue ocultado de la escena pública durante casi toda su infancia y preadolescencia por una delicada salud que mezclaba el autismo con ataques epilépticos, viviendo olvidado por su propia familia que prefería ignorar su existencia, antes que admitir su incómoda presencia en los actos oficiales y públicos.
Las historias familiares explicadas desde el punto de vista de un personaje periférico del núcleo central, aportan un punto de vista diferente y enriquecedor. Ese es el caso de la vida de este príncipe olvidado en el seno de la poderosa casa de Windsor, gracias a la creación de uno de los mejores guionistas británicos Stephen Poliakoff y que ganó el Emmy a la mejor miniserie de 2005.
Ficha: The Lost Prince 2 ep 90 min . ene 2003 Idioma: Ingles / español. Cadena: BBC ( UK) / Canal + (E) Youtube (E)
Sinopsis: Biografía de los escasos trece años de vida del príncipe Juan, nacido en 1906, sexto y último hijo de los reyes Jorge V y Maria, y hermano menor de los futuros reyes Eduardo VIII y Jorge VI, padre de Isabel II.
Su frágil salud provocó que fuera siendo postergado de los deberes oficiales de la familia real, siendo enviado a una modesta mansión dentro de las propiedades reales de Sandringham para que su dedicada niñera Charlotte Bill (Lala) se hiciera cargo del príncipe y le cuidara como si fuera su propio hijo, ante la desidia y la falta de interés de su padre el rey Jorge y en menor medida de su madre Maria.
A pesar de ese alejamiento del ojo público, el pequeño Juan tuvo contactos con los miembros de las familias reales europeas, en especial con sus primos rusos los Romanoff, con los que pasaba largas temporadas cuando visitaban el Reino Unido.
El inicio: Stephen Poliakoff es uno de los guionistas actuales mas prestigiosos de la escena británica, digno sucesor del genio que fue Dennis Potter y que consigue atraer toda la atención del publico sobre cualquiera de sus nuevos proyectos que son casi trabajos unipersonales en lo que hace referencia a escritura, dirección y montaje.
La fama de Poliakoff le ha venido sobre todo por sus películas televisivas entre las que destacaron “Perfect Strangers” y “La hija de Gideon”, que le abrieron las puertas de la primera cadena de la BBC para un futuro proyecto.
El origen ruso de Poliakoff le hizo investigar sobre una posible película televisiva centrada en las largas estancias de la dinastía rusa de los Romanoff en suelo ingles, para disfrutar de una vida mucho más relajada que en la estricta corte de San Petersburgo.
Pero cuando descubrió la figura de ese olvidado príncipe Juan, perteneciente a la línea principal de la casa de Windsor, pero a la vez tan desconocido, decidió sumergirse a fondo en su corta vida, para dedicarle toda una miniserie a su figura y a su papel como observador indirecto e inocente de los acontecimientos históricos de las dos primeras decenas del siglo XX,
Su estreno fue todo un acontecimiento en la BBC con unas enormes audiencias que fueron revalidadas en su emisión estadounidense dentro del prestigioso contenedor Masterpiece de la PBS, ganando el Emmy a la mejor miniserie de 2005, junto a los de vestuario y diseño de producción, merecidos galardones por la exquisita ambientación que tuvo ‘The Lost Prince’ .
La primera muestra la pueden ver en el tráiler de su estreno estadounidense.
La trama: ‘The Lost Prince’ utiliza desde su primera escena, la figura del frágil príncipe Juan para ver a través de sus ojos inocentes, no solo a los miembros de su familia real, sino también a sus innumerables familiares de todas las casas europeas que estaban emparentadas con la británica mediante matrimonios y múltiples alianzas.
De hecho en el momento del nacimiento del benjamín Juan, su casa real era conocida por el nombre alemán de Saxe-Coburg y Gotha, pero que por obvias razones políticas cambiaron su nombre a Windsor durante la I Primera Guerra Mundial, ante la presencia muda del joven Juan.
La figura del príncipe Juan es presentada con una total inocencia y falta de malicia, haciendo las cosas que cualquier niño de su edad, como es intentar llamar la atención de sus padres y ser apreciado por ellos, como en este recital que dedica a sus padres en una de las escasas ocasiones en que consigue que le presten un mínimo de atención, a pesar de estar inmersos en plena I Guerra Mundial.
‘The Lost Prince’ empieza cuando sus preceptores e instructores descubren alarmados que el príncipe Juan no tiene la misma capacidad de aprendizaje que el resto de sus hermanos y a pesar de intentarlo todo, acaban por claudicar y dejarlo un poco por inútil. Esa impresión se agrava cuando empieza a tener problemas de epilepsia con ataques virulentos como el que tuvo durante el funeral de su abuelo, que pueden ver en el siguiente video.
Sus padres se comportan como si estuvieran en la selva y no pudieran perder el tiempo con el miembro más débil de su camada, prefiriendo dedicar su atención a los futuros herederos al reino, en especial tras el ascenso del padre de Juan, Jorge V al trono.
Ese acceso al trono de su padre, implicó esa decisión de hacerlo desvanecer del ojo público y dejarlo a cargo de su abnegada niñera e institutriz Lala, maravillosamente interpretada por Gina McKee.
Para el joven Juan, ese semidestierro fue como una bendición puesto que podía vivir feliz y sin preocupaciones en esa modesta granja, jugando con los niños de los alrededores y alejado de las servidumbres de la familia real, que apenas le visitaban, con la única excepción de Jorge su hermano mas cercano en edad y con el que tenia una gran relación.
Desde ese extremo alejado de Sandringham, Juan era testigo mudo de la historia británica que le afectaba directamente como la muerte de su abuelo, la coronación de su padre, el desarrollo de la I Guerra Mundial o el trágico destino de sus primos rusos durante la Revolución Bolchevique, pero siempre como una nota al margen y sin contar para nada en los planes reales.
Poliakoff tomó la decisión de utilizar dos actores infantiles para marcar los dos periodos de la infancia de ‘The Lost Prince’ acertando de pleno en la elección de Daniel Thomas de pequeñajo y sobre todo de Matthew Thomas ( foto inferior) que con los años se ha convertido en un cotizado actor teatral de Broadway
Poliakoff tomó la decisión de hacer un reparto bastante coral, al hacer interaccionar el pequeño Juan con muchos personajes, más allá del principal de su niñera interpretada por Gina McKee.
Con la perspectiva del tiempo ese reparto es oro puro, empezando por Miranda Richardson como su madre la reina Maria, cogida entre los dos fuegos de su deber como madre y de garante de la dinastía real en la que un niño como Juan no tenía lugar propio.
Para el papel de su padre, el estricto rey Jorge, el elegido fue el fabuloso Tom Hollander que al compaginar esta serie con ‘Espías de Cambridge’, subió al eslabón más alto del que ya no ha descendido.
Si buceamos en el resto del reparto vamos a encontrar actores y actrices tan maravillosos como Bill Nighy, Michael Gambon, Frank Finlay o Bibi Andersson que podrían haber protagonizado cualquier miniserie y que no dudaron en ponerse a las ordenes de Stephen Poliakoff, para hacer pequeños papeles episódicos tan importantes como por el mismo orden, el Secretario Real, el rey Eduardo VII, el primer ministro Asquith o la reina Alejandra.
‘The Lost Prince’ es una miniserie maravillosa y realizada con esa meticulosidad británica que tan de manifiesto se ha puesto en el funeral de estado de Isabel II, consagrando al genio que siempre ha sido Stephen Poliakoff que sigue preparando nuevos proyectos a sus casi setenta años.
Final:
Si tienen curiosidad y dominan el ingles, he podido comprobar que ‘The Lost Prince’ está completa en Youtube, en caso contrario tienen su edición en castellano en DVD de Amazon. con el título de ‘El Principe Olvidado’, nombre que no he utilizado por coincidir con el de una famosa película francesa muy reciente y evitar confusiones.
Para cerrar el artículo solo se me ha ocurrido compartir la preciosa escena final de ‘The Lost Prince’ como colofón perfecto a la historia de un niño olvidado que solo quiso ser feliz a pesar de sus limitaciones reales.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino