The Man in the High Castle : una gran ucronía inicial sin fuerza final

Viernes, 12 enero 2024, 06:00

Uno de los problemas mas recurrentes en muchas series es tener una premisa muy potente como la ucronía que plantea ‘The Man in the High Castle’ con un primer episodio formidable que luego se va diluyendo al paso de los capítulos, hasta llegar al sorprendente final de su 1T, que volvió a abrir de nuevo las expectativas para su continuación.

Por desgracia, la salida por la puerta de atrás de su creador Frank Spotnitz, cercenó todas esas esperanzas, con unas historias que cada vez se alejaban más del espíritu de la novela original de Philip K. Dick, en una especie de huida hacia adelante que no llegaba a ningún sitio como vamos a analizar en esta entrada del recuerdo de cada antesala del fin de semana.

Ficha: The Man in the High Castle. 40 ep ( 4T)  50 min . Ene 2015-nov 2019. Cadena: Prime Video ( E)

Sinopsis:

Las fuerzas aliadas han perdido la II Guerra Mundial al ser derrotadas por los alemanes y los japoneses, que se han repartido el territorio estadounidense tras utilizar una bomba atómica para masacrar Washington.

La ficción se ambienta en los años sesenta, con los antiguos Estados Unidos divididos en tres partes, el Gran Reich Nazi que ocupa el Este del país, al Oeste tenemos los Estados Pacíficos Japoneses, con una zona neutral denominada el Estado de las Rocosas, entre los territorios alemán y japonés.

En esta ucronía, o realidad alternativa, Adolf Hitler sigue controlando con mano férrea los territorios alemanes, mientras que los japoneses han hecho lo propio con su zona, aunque la desconfianza entre ambos aliados es elevada y determina sus relaciones.

En ese contexto, tenemos algunos focos de resistencia, que intentan hacer lo que pueden, aunque bajo el riesgo continuo de ser capturados y ajusticiados en el acto, ya sea por los japoneses o por los alemanes

El inicio:

En el año 1962 el escritor Phillip K. Dick publicó su novela ‘The Man in the High Castle’ en la que se desarrollaba ese universo alternativo apenas quince años después del final de la segunda guerra mundial y con la derrota y la humillación aliada como el centro de la historia creando otra guerra fría entre los vencedores alemanes y japoneses.

La novela se convirtió en un enorme éxito y lanzó al estrellato literario a su autor con apenas treinta y tres años, empezando una fructífera carrera como escritor de novelas fantásticas y de ciencia-ficción que inspiraron películas míticas como ‘Blade Runner’.

Durante más de cuarenta años se produjeron numerosos intentos para adaptar la novela al cine o a la televisión, pero la complejidad de la ucronía impidió que llegaran a buen puerto, hasta que en 2010, la BBC anunció el proyecto de una miniserie de cuatro episodios, producida por Ridley Scott, el director de ‘Blade Runner’ y escrita por Frank Spotnitz, uno de los alumnos más aventajados de la escuela de ‘Expediente X’.

En la fase de desarrollo inicial, empezaron a haber bastantes cambios y apareció en escena la poderosa Amazon que estaba empezando su producción original, con un sistema bastante novedoso consistente en rodar pilotos para someterlos a votación pública para decidir su pase a serie.

Frank Spotnitz ( foto inferior) y Ridley Scott decidieron apostar por este sistema porque les iba a permitir desarrollar en diez episodios el libro de Dick, en lugar de los cuatro inicialmente previstos y se pusieron manos a la obra con la colaboración de un experto en dirigir pilotos como David Semel como hizo en  ‘Heroes’ y ‘Star Trek, Discovery’ entre su amplísima lista de pilotos dirigidos.

La apuesta les salió redonda al tener el grado de aceptación más alto de un piloto de Amazon hasta ese momento, lo que les abrió las puertas para adaptar el libro en diez episodios, con un presupuesto muy holgado, para poder reproducir esos mundos alternativos.

Su estreno se realizó en invierno de 2015, precedido del siguiente tráiler promocional

‘The Man in the High Castle’ fue muy bien recibida tanto a nivel de crítica como de público, convirtiéndose en el primer gran éxito de la joven rama de series originales de Amazon, que buena falta les hacía, porque no habían conseguido nada relevante hasta ese momento.

La trama:

En este contexto geopolítico ucrónico la historia se inicia cuando Juliana, una mujer que vive en San Francisco se encuentra implicada de lleno en la resistencia, a causa de una inesperada circunstancia familiar, lo que le obliga a embarcarse en una misión secreta  consistente en llevar unos rollos de film a unos contactos de la resistencia que viven en la zona neutral.

La primera escena de ‘The Man in the High Castle’ es toda una declaración de intenciones de los peligros de vivir bajo la invasión japonesa y alemana

Su novio Frank, desconocedor de sus actividades, se ve implicado en las mismas muy a su pesar al principio, para irse convenciendo poco a poco de que la rebelión es el único camino para liberarse del implacable yugo japonés, en especial cuando sufre la represión en sus propias carnes a causa de las actividades de su novia.

El triangulo principal se completa con Blake, un joven que se dirige también hacia la zona neutral, pero en esta ocasión desde la zona de ocupación alemana del Este de los EEUU, dominada por los nazis, y que tiene su propia agenda particular, que iremos descubriendo poco a poco.

Esa situación geopolítica queda descrita con todo lujo de detalles en la preciosa cabecera inicial.

El encuentro entre Juliana y Blake en plena zona neutral pero plagada de espías y mercenarios, es el desencadenante de toda una serie de acontecimientos, que les van a afectar no solo a ellos dos, sino de rebote a su novio Frank en San Francisco.

En paralelo somos testigos de diversas conspiraciones al mas alto nivel entre las clases dirigentes alemanas y japonesas para aumentar su cuota de poder a costa del “socio”, en una clara reproducción de la guerra fría entre rusos y estadounidenses.

‘The Man in the High Castle’ se va moviendo entre los tres escenarios principales, con los resistentes conspirando en la zona neutral y con incursiones a ambos lados del país para intentar debilitar a las fuerzas invasoras.

Ambos invasores mantienen sus propias costumbres y forma de hacer las cosas como pueden ver en el siguiente video con una reunión del más alto nivel de las fuerzas de ocupación alemanas en EEUU, con el comandante John Smith, como uno de los máximos responsables de las fuerzas alemanas de ocupación.

Por el bando japonés, las cosas tenían una dinámica muy diferente con la marcialidad y la obediencia debida como principales pilares de una estructura social muy diferente a la estadounidense, con el ministro de comercio japonés de los denominados Estados Pacíficos de América, Nobusuki Tagume, como principal responsable y con el enorme poderío naval que pueden ver a continuación.

‘The Man in the High Castle’ tuvo un episodio piloto de lo mas interesante donde el planteamiento de la ucronía era fascinante y daban ganas de ver mucho mas y conocer el jugo que le podían sacar a semejante punto de partida, en especial con un creador como Frank Spotnitz, uno de los guionistas pata negra de ‘Expediente X’ , acompañado de grandes colegas como Thomas Schnauz ( Breaking Bad).

Por desgracia, todas las esperanzas se iban esfumando con el paso de los episodios, con un desarrollo parsimonioso que se centraba mas en las historietas de amores y desamores del triángulo de los tres personajes centrales, carentes de la fuerza que nos daban las intrigas geopolíticas globales que era lo realmente interesante de la premisa y de las que apenas se esbozaban algunos aspectos.

El diseño de la producción con un tono muy mustio y mortecino tampoco me acabó de convencer demasiado, al cargar demasiado las tintas sobre una sociedad grisácea creada por los invasores, en un planteamiento bastante maniqueo de la historia,

El principal lastre era el escaso carisma del trío principal de actores, blandos, como si estuvieran en una audición de un culebrón de sobremesa, mas que en una trama de espionaje, por lo que la historia iba avanzando a trompicones, con nuestros héroes en continuos peligros de los que se salvaban en el último momento, pero sin trasladar apenas tensión al espectador.

Los mejores momentos eran cuando dejaban a ese triángulo resistente para centrarse en las intrigas japonesas y alemanas, en especial por la presencia del gran Rufus Sewell, como el responsable del alto mando alemán que se convirtió en el activo principal de ‘The Man in The High Castle’ con escenas como el atentado que sufre en Nueva York a plena luz del día.

La fuerza escénica de Sewell era patente en todas las escenas mostrando la enorme contradicción interna que representa para un americano de pura cepa, haberse pasado con armas y bagajes a ponerse al servicio de la ocupación alemana, siguiendo la máxima de que no hay mayor fanático que un converso, como pueden ver en el siguiente video con sus mejores momentos.

Las revelaciones que vamos conociendo a lo largo de la trama, nos plantean enormes dudas sobre la fiabilidad y la  realidad de lo que estamos presenciando, pero lo desangelado de su ejecución  ha evitado  por lo menos en mi caso convercerme de sus virtudes,

La 1T cometió el grave error del boxeador que va perdiendo una pelea de forma clara y se lo juega todo a un golpe de suerte para noquear al adversario y ganar el combate. En este caso “ The Man in The High Castle ” se lo juega todo a la carta de la última escena que en principio cambia todas las reglas de juego.

El material literario original de Dick, ocupó toda la 1T, por lo que cuando Amazon decidió renovar la serie, entraron en una tierra incógnita, al no tener ninguna base en la que apoyarse, lo que provocó unas enormes discrepancias en la forma de seguir con la historia tras el impactante final de la 1T.

Las diferentes opiniones en el rumbo a seguir, en especial en referencia a la continuidad con la escena final del libro de la 1T, desembocaron en la salida de Frank Spotnitz del proyecto, pero sin que Amazon nombrara un nuevo showrunner, quedando sus ejecutivos de desarrollo a cargo de la producción contratando guionistas y directores jornaleros para los diferentes episodios.

Esa falta de responsable  máximo, se reflejó claramente en esa 2T, donde por un lado vieron claro que el interés debía estar en alemanes y japoneses, pero con la necesidad de seguir teniendo historias del prescindible trío protagonista que solo provocaban una enorme descompensación.

Tras ir perdiendo fuerza, intentaron corregir el tiro con el nombramiento del veterano y solvente Eric Overmyer, el creador de ‘Bosch’, como el nuevo showrunner de ‘The Man in the High Castle’ en la 3T, en la que por lo menos tuvieron una cierta coherencia general, en lugar del caos argumental que fue la 2T por la ausencia de una estructura efectiva de decisiones, pero todo volvió a cambiar al final como veremos más adelante.

Ese descontrol que había a nivel de producción con ese carrusel de showrunners suele ser un grave problema en ese tipo de series de high-concept, donde la continuidad es un factor primordial y muy difícil de asegurar con tanto capitán al mando y ‘The Man in The High Castle’ es un magnífico ejemplo de cómo el descontrol en la sala de maquinas, afecta gravemente al resultado final.

Los arcos de cada personaje dependían del cariño que les tuviera el nuevo showrunner o ejecutivo a cargo de la producción y las variaciones entre temporadas eran enormes, con la única excepción del personaje de Rufus Sewell, que se convirtió en el ancla de la serie.

Los actores :

Ya he comentado previamente que la elección del casting del trío protagonista no ha estado a la altura de las pretensiones de la serie, empezando por la limitada Alexa Davalos como la líder de la resistencia Juliana, un papel que le venía muy grande, confirmando lo que había demostrado hasta el momento en series tan olvidables como ‘Mob City’ o ‘Reunion’.

Blanda y sin mucha presencia escénica, Davalos tenía la suerte que sus otros dos compañeros estaban a su altura, con unas tramas a mitad de camino entre el espionaje y el romance que nunca acabaron de tener mucha fuerza. Su carrera posterior ha seguido sumida en la mediocridad, pero sigue trabajando con un papel fijo atrapando fugitivos en el formulaico  procedimental ‘FBI. Most Wanted’ .

Del trío protagonista, el que estaba mejor era el británico Rupert Evans que encarnaba a Frank,el novio de Juliana y convertido en resistente a la fuerza. Evans empezó su carrera apareciendo en interesantes miniseries británicas de época como ‘Emma’ y sobre todo ‘The Village’, lo que le permitió dar el salto a EEUU para interpretar a Frank Frink, el novio de Juliana,  con solvencia pero sin brillantez.

Su carrera posterior está definida por un papel secundario como la Luz Blanca del remake de ‘Charmed’, durante cuatro temporadas lo que no es precisamente un galón para ir luciendo orgulloso en el CV.

El peor de todos y de lejos era Luke Kleintank, un actor que siempre me ha parecido un desastre en todo lo que ha hecho, pero que siempre encuentra trabajo, algo que me cuesta de entender. Blando e inexpresivo en todo lo que hace, su personaje del resistente Joe Blake está a altura de toda su carrera.

Tras la serie le ha vuelto a tocar la lotería al ser elegido como protagonista del pastiche que es ‘FBI Internacional’ donde sigue siendo incapaz de emitir el más mínimo gesto con su cara.

Por suerte, la presencia del gran Rufus Sewell, compensaba el mediocre nivel de sus compañeros de reparto y se convirtió rápidamente en el mejor activo de la serie tanto a nivel de tramas como interpretativo en ese personaje del odioso nazi americano John Smith que bordaba de principio a fin.

Sewell es una garantía en cualquier papel que le toque interpretar como demostró en ‘Victoria’ o más recientemente como el embaucador consorte de la embajadora en ‘The Diplomat’.

Por último mencionar al gran actor nacido en Japón Cary-Hiroyuki Tagawa, uno de los mejores villanos y  expertos en artes marciales en multitud de películas de los ochenta y noventa como ‘Mortal Combat’ y similares, peleándose con Dolph Lundgren o Jeff Speakman entre muchos otros.

Con el paso de los años ha ido tranquilizando sus personajes como este ministro japonés que Tagawa convierte en un papel fascinante y lleno de matices. A sus 73 años todavía trabaja haciendo voces en la gran sensación de final de año ‘Blue Eyes Samurai’ como el maestro ciego Eiji.

El final :

Tras intentar enderezar algo el rumbo, Overmyer decidió  abandonar  la serie tras la 3T, tras ser anunciada  la renovación para una cuarta y última temporada, Para cerrar el chiringuito,  Amazon nombró a tres showrunners para la temporada final, el veterano guionista Wesley Strick, el escritor David Scarpa ( Napoleón) y el director Daniel Percival ( Strike Back).

El objetivo era cerrar los arcos de los personajes principales aunque estuvieran muy alejados del diseño original como dejaban de manifiesto en el tráiler de presentación de la temporada final.

Poco a poco fueron desarrollando el destino final de todos los personajes principales dejando para el cierre a Juliana y John Smith dentro de la complicada situación geopolítica que desemboca en una extraña escena final con una gran componente fantástica que pueden ver si lo desean en el siguiente video.

Epilogo:

The Man in the High Castle’ ha generado opiniones muy encontradas, yo me encuentro en el lado negativo, pero conozco a gente a la  que respeto mucho sus opiniones que le ha parecido una maravilla.

Las divergencias pueden ser importantes y correctas en ambos casos, por lo que si les interesa la temática de la serie, denle una oportunidad y a lo mejor les convence más que en mi caso, por lo menos el piloto vale la pena y en caso positivo tienen cuatro temporadas  para degustarla  si no lo han hecho todavía.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino