Hace un mes aproximadamente empezamos una sección mensual dedicada a recordar las adaptaciones televisivas de grandes clásicos de nuestra literatura empezando por la pionera, ‘Cañas y Barro’. Para la segunda entrega hemos obviado el orden cronológico para seguir con el análisis de ‘Los Gozos y las Sombras’ que fue un verdadero fenómeno social en todos los sentidos, copando todas las conversaciones durante las trece semanas que duró su emisión.
Su autor Gonzalo Torrente Ballester era más contemporáneo y menos conocido a nivel popular que el resto de los autores previos que fueron adaptados, pero el enorme éxito de la serie hizo que se revalorizara su nombre y su literatura, cumpliendo plenamente con los objetivos de TVE.
La apasionante historia de la lucha de clases en un pueblo gallego poco antes del estallido de la Guerra Civil española supo aprovechar a la perfección la calidad de un reparto de lujo tanto a nivel de los cuatro protagonistas principales, como de la enorme constelación de secundarios que dieron una gran profundidad a una de las grandes series de la televisión española.
Ficha: Los Gozos y las Sombras 13 ep 55 m mar-jun 1982 RTVEPlay (E)
Sinopsis:
En 1934, Pueblanueva del Conde es una villa imaginaria situada en algún punto de las rías gallegas que está viendo cómo los aires de cambio social y económico van alterando el orden tradicional instalado. Los viejos dueños de las tierras ceden paso a los nuevos señores del dinero y la antigua flota pesquera resiste como puede ante la moderna industria de los astilleros.
El esperado regreso de Carlos Deza, último de la estirpe de los Churruchaos, que han mandado en el lugar desde tiempo inmemorial, abre la posibilidad de un enfrentamiento con Cayetano Salgado, el dueño de los astilleros que se ha consolidado como el nuevo cacique de Pueblanueva, haciendo y deshaciendo a su antojo con la impunidad que le proporciona su poder económico.
Esa lucha económica va a tener unas derivadas pasionales que van a complicar las relaciones del poder local en esa antesala de la Guerra Civil.
El inicio: El gallego Gonzalo Torrente Ballester ha sido uno de los mejores escritores españoles del S XX que se fue adaptando a los cambiantes tiempos políticos para ir sobreviviendo como profesor de literatura, lo que iba alternando con la escritura de libros.
A partir de su experiencia gallega escribió entre 1957 y 1962 su trilogía ‘Los Gozos y las Sombras’ una novela que describía de forma pormenorizada la vida y las tensiones en un pequeño puerto pesquero, ante el posible cambio de guardia entre el viejo dinero y el nuevo dinero.
El año 1980 fue contactado por Jesús Navascués, un misterioso personaje que le acabó comprando los derechos de sus libros para hacer una adaptación audiovisual. El movimiento fue algo extraño puesto que Jesús Navascués carecía de experiencia contrastada alguna en el terreno televisivo y de hecho en la actualidad sigue siendo imposible encontrar información sobre su figura.
Una condición que puso Torrente Ballester fue la supervisión literaria del guion final, debido a su experiencia como guionista tras haber co-firmado el guion de la mítica película ‘Surcos’. Navascués le presentó dos borradores realizados por dos guionistas experimentados, pero ambos fueron rechazados por el exigente autor.
La solución final fue que el propio Jesús Navascués escribiera en solitario todo el guion con la aquiescencia de Torrente Ballester para dejar la dirección completa de la serie a Rafael Moreno Alba, un director de cine que había conseguido un cierto éxito con ‘Pepita Jiménez’.
Tras un largo rodaje en escenarios naturales gallegos como Bueu, ‘Los Gozos y las Sombras’ se estrenó el 25 de marzo de 1982, convirtiéndose de forma inmediata en una cita obligada cada jueves por la noche durante las trece semanas de su emisión.
De hecho el misterio de la figura de Jesús Navascués continuó después del gran éxito de la miniserie, al no realizar ningún trabajo más en toda su vida ni en cine ni el televisión, algo muy extraño y nada habitual en una industria en la que el éxito determina enormemente las posibilidades posteriores de trabajo, por lo que no descarto que fuera un seudónimo de alguien más conocido o incluso del propio novelista.
La trama:
‘Los Gozos y las Sombras ‘ es la crónica de tres familias que interaccionan a diferentes niveles en Pueblanueva del Conde un ficticio pueblo de las rías gallegas, en el que la pesca y la explotación de sus tierras han sido las formas seculares de subsistencia de sus habitantes.
El viejo régimen lo representa la familia Churruchao, los caciques de toda la vida y poseedores de casi todas las tierras de los alrededores, viviendo cómodamente de las rentas que generan sus explotaciones subarrendadas a muchas familias del pueblo. Su principal exponente es doña Mariana Sarmiento una viuda que es la dueña del lugar, respetada y temida por todos los habitantes del pueblo.
Su principal preocupación es la designación de la persona que va a gestionar su herencia al carecer de descendientes directos y su principal temor es que su estirpe desparezca con ella. Por eso, la llegada de su sobrino Carlos Deza, tras una larga estancia en Viena, ejerciendo de psiquiatra, le proporciona una cierta esperanza de tener una continuidad generacional, aunque el recién llegado no parece estar mucho por la labor.
La segunda familia son los nuevos ricos que representan los Salgado, dueños de los astilleros locales y creadores de la mayor parte de los puestos de trabajo del pueblo y que gracias a su potencia económica se han hecho los dueños del pueblo, a pesar de la obstinada resistencia de Doña Mariana Sarmiento.
El líder es Cayetano Salgado, un altivo ricachón despreciable, que campa por sus anchas por todo el pueblo y en especial en lo que hace referencia a la población femenina, casadas, solteras o vírgenes, como si tuviera una especie de derecho de pernada de toda moza del pueblo.
La tercera familia pertenece a la clase baja del pueblo y son los Aldán, con Juan, un hermano pescador que apenas sobrevive de las capturas y que además debe cuidar de sus dos hermanas Clara e Inés, que en el caso de Clara se va convertir en el objeto del deseo de los dos machos alfa del pueblo, Cayetano y Carlos.
La larga cabecera de ‘Los Gozos y las Sombras’ nos pone en antecedentes de esas relaciones de poder.
La historia empieza con la llegada de Carlos Deza y el inicio de las primeras fricciones con Cayetano Salgado, contando el recién llegado con el apoyo del clan Aldán.
‘Los Gozos y las Sombras’ se centra en los cuatro personajes principales de Carlos Deza y Mariana Sarmiento, por el clan Churruchao, con Cayetano Salgado y Clara Aldán por las familias de sus respectivos apellidos.
En un segundo termino pero no menos importante, tenemos una constelación de secundarios que se reúnen de forma habitual en el casino del pueblo para jugar a las cartas. El grupo representa a las fuerzas vivas del pueblo (maestro, boticario, tabernero, etc) y son los cotillas principales de todas las habladurías que se suceden en Pueblanueva del Conde.
En ese grupo destaca la interpretación del gran secundario de raza que ha sido Rafael Alonso ( foto inf), como don Baldomero el atribulado boticario del pueblo, capaz de sostener sus propias tramas y tener un capítulo dedicado a su personaje de forma casi exclusiva.
En todos los pueblos siempre tenemos un personaje que va por libre y del que todo el mundo se mofa, En este caso, ese personaje es Paquito el relojero, que para algunos es el tonto del pueblo y para otros está loco, pero es la persona que al pasar siempre desapercibido se entera de muchas más cosas que el resto de la gente, lo que le permite convertirse en un gran colega del recién llegado Carlos Deza.
La interpretación de Manuel Galiana ( der) como Paquito es para enmarcar, con unos monólogos sobrecogedores sobre su propia condición mental y que no duda en realizarlos en el casino frente a todas las fuerzas vivas del pueblo.
‘Los Gozos y las Sombras’ se desarrolla en un periodo de tiempo pequeño para lo habitual en este tipo de novelas rio, al ser escasamente tres años desde el inicio hasta el final y funciona a base de tres triángulos básicos.
El primero es el triángulo económico e industrial con los dos vértices superiores en la lucha de caciques entre Carlos Deza y Cayetano Salgado, con el tercer vértice en la lucha de los trabajadores representados por el pescador Juan Aldán ( un brillante Santiago Ramos) y su paulatina ascensión en las filas políticas de la república.
Un buen ejemplo de la relación entre Juan Aldán y Carlos Deza la tienen en el corte siguiente.
Esa pugna principal entre caciques aprovecha a la perfección a dos grandes actores como Eusebio Poncela ( izq) interpretando al taciturno y retraído Carlos Deza, mientras que otro grande como Carlos Larrañaga ( der) borda su papel de villano residente, con ese toque socarrón habitual que siempre ha sido su impronta en todos sus personajes.
Los otros dos triángulos son pasionales y solo tienen en común a la figura de Carlos Deza. Por un lado tenemos a los dos caciques de nuevo enfrentados pero cambiando a Clara Aldán en lugar de su hermano, por la atracción que ambos sienten hacia una mujer que no goza de buena reputación en el pueblo por las habladurías interesadas, alimentadas por el propio Cayetano Salgado como ‘enfant terrible’ del pueblo.
La interpretación de Charo López de la complicada Clara Aldán fue una absoluta sensación a todos los niveles lanzando a la actriz a unos niveles de popularidad impensables para la época y que le permitieron resarcirse de una mala racha que llevaba de varios años, sin papeles de enjundia para mostrar su gran clase.
De hecho he podido comprobar en la actualidad que al nombrar ‘Los Gozos y las Sombras’ lo primero que le viene a la cabeza a mucha gente es la imagen de la desmelenada Charo López ( Izq) como Clara Aldán.
A su lado tenemos a otra gran dama de la interpretación española Amparo Ribelles ( der) que estaba majestuosa como la matriarca Mariana Sarmiento, imprimiendo toda su clase y elegancia habituales a ese personaje representante de la vieja guardia dominante.
El tercer triángulo principal también era pasional y compuesto por dos vértices conocidos como Carlos Deza y Clara Aldán con la adición de Rosario (la poco conocida actriz gallega Rosalía Dans) , conocida como ‘La Galana’, amante y mantenida del cacique Cayetano Salgado y a la que su atracción por el psiquiatra va a generar celos y tensiones tanto en Clara como sobre todo en Cayetano.
La base literaria de ‘Los Gozos y las Sombras’ y el nivel de su reparto es tan potente que su revisado actual aguanta bastante mejor que lo esperado, siempre y cuando seamos benevolentes con los aspectos técnicos muy envejecidos como por ejemplo la ausencia de sonido directo en muchos casos, doblándose los propios actores y actrices posteriormente.
Aunque pueda parecer raro, era una práctica habitual en aquella época en los rodajes con muchos exteriores al no poder garantizar una calidad de sonido similar a la que tenían en un estudio de doblaje.
En mi caso recuerdo haberla visto en su momento, pero debo reconocer que no me acordaba absolutamente de nada, excepto de la imagen de Charo López y he disfrutado mucho con esos paisajes naturales gallegos donde se rodó la serie en su momento y que pueden ver en el siguiente video sobre las localizaciones utilizadas.
Final :
Si desean rememorar tiempos pasados en los que veían la televisión en familia como un acontecimiento semanal no duden en ir a la plataforma gratuita RTVEPlay para poder disfrutar de una de las grandes series de la televisión española.
Para finalizar les voy a dejar con el tráiler de una de sus reposiciones en este caso en 1995.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino