Este año 2024 está siendo marcado por el encadenamiento de diversas campañas electorales en nuestro país, además de sobrevolar por encima el larguísimo proceso electoral de las presidenciales de USA hasta su elección en Noviembre. En ese contexto el estreno de ‘Las Chicas del Autobús’ nos acerca a las interioridades del seguimiento de esa campaña presidencial USA.
La visión de cuatro periodistas femeninas que siguen a los candidatos en un autobús con el resto de los periodistas del ‘pool’ de prensa realiza bastantes reflexiones sobre el estado actual del periodismo y la prensa en general de una forma que me ha parecido muy entretenida y bastante por encima de mis expectativas iniciales.
Al haber pasado bastante desapercibida entre la multitud de estrenos recientes, me ha parecido interesante llamar la atención sobre una serie diferente y original, plenamente de actualidad por las campañas electorales de este año, aunque desgraciadamente haya sido cancelada al final de su 1T.
Ficha: Las Chicas del Autobús 10+ episodios 45 m mar 2024- Cadena: Max USA)- HBOMax (E)
Sinopsis: El inicio de la larguísima campaña presidencial USA con los caucus de Iowa, reúne a periodistas de todo el país para empezar el seguimiento de los numerosos candidatos iniciales del partido demócrata que desembocaran en la proclamación del candidato en la convención demócrata en Nueva York.
Entre ese grupo de periodistas tenemos a cuatro mujeres de diferentes generaciones e ideologías que van a cubrir la campaña en el autobús que sigue a todos los candidatos para que puedan informar de sus actos y proclamas políticas.
Las cuatro mujeres han conseguido introducirse en lo que ha sido durante muchos años casi un coto exclusivo masculino, lo que les facilita crear una especie de sororidad entre ellas para apoyarse y ayudarse en la medida de lo posible como ‘Las Chicas del Autobús’.
El inicio: Amy Chozik es una periodista que ha trabajado en diarios como ‘The Wall Street Journal’ o ‘New York Times’ cubriendo las campañas electorales de Hillary Clinton y Barak Obama durante los interminables viajes por multitud de estados durante el proceso de primarias presidenciales.
En 2018 Chozik ( izq) publicó el libro ‘Chasing Hillary’ sobre sus memorias del seguimiento de Hillary Clinton durante dos campañas electorales, generando una pugna por conseguir los derechos audiovisuales para adaptarlo, llevándose el gato al agua, la poderosa Warner Brothers que se la pasó a su productor de cabecera Greg Berlanti, el creador del popular ‘Arrowverso’.
Berlanti no dudó en llamar a Julie Plec ( der) , la creadora de series de éxito como ‘Crónicas Vampiricas’ y su secuela ‘The Originals’, con la que había trabajado en ‘The Tomorrow People’ para ver si estaría interesada en cambiar de series de género de vampiros y seres fantásticos a una trama mucho más realista y política.
Plec aceptó encantada la oferta y se puso a trabajar con Amy Chozik para encontrar el mejor ángulo para adaptar el libro, considerando que centrarlo en un grupo de mujeres periodistas que siguen la campaña en un autobús era el mejor tratamiento que podían hacer, reforzando la visión femenina de la política.
El parto de la serie no fue nada sencillo al empezar siendo un encargo de Netflix que la descartó para pasar a ser un proyecto de la pequeña cadena generalista CW para finalmente ser vendida como un original MAX, tras numerosos cambios en los guiones para adaptarse a las directrices de las cadenas y plataformas interesadas.
El retraso provocado por esos cambios de propiedad les permitió contar con Melissa Benoist, su primera opción para protagonizar ‘Las Chicas del Autobús’, pero que al estar comprometida con ‘Supergirl’ no estaba disponible para los primeros proyectos, pero al finalizar su recorrido como superheroina, no dudó lo más mínimo en entrar en otro proyecto capitaneado por Greg Berlanti y su equipo.
El rodaje fue bastante largo y se inició en octubre de 2022 para ser estrenada con frecuencia semanal en marzo de este año con el siguiente tráiler promocional.
Las críticas iniciales fueron bastante dispares, por considerar que se priorizaba el aspecto de entretenimiento de la serie sobre la seriedad y trascendencia del trabajo de los periodistas políticos en una visión bastante endogámica como si esperaran ver un documental laudatorio de su trabajo, en lugar de una ficción inspirada en la realidad.
La trama:
‘Las Chicas del Autobús’ empieza su recorrido con la formación del ‘pool’ de periodistas que va a seguir la campaña electoral del numeroso grupo inicial de candidatos demócratas en los caucus de Iowa, Dicho grupo se desplazará en autobús a los diversos actos y tendrán un cierto acceso privilegiado a los candidatos para recabar opiniones y hacer entrevistas.
La presentación de las cuatro protagonistas se produce en esos primeros momentos empezando por Sadie McCarthy, una incisiva periodista de investigación del ‘New York Sentinel’ que suele perder en ocasiones la objetividad al defender de forma vehemente la causa y las personas en las que cree, lo que le ha generado problemas en su propio diario
Su mejor amiga es Gracie Gordon Green, una muy experimentada periodista bregada en multitud de campañas electorales y que fue una de las mujeres pioneras en subir a los autobuses de periodistas, que hace un poco de mentora de sus jóvenes compañeras.
La tercera en discordia es Kimberlyn Kendrick, una periodista negra republicana que trabaja en la cadena ultraconservadora ‘Liberty News Direct’ donde se siente utilizada como la cuota de diversidad racial de la cadena.
Por último tenemos a Lola Rahaii, una creadora de contenidos digitales como representante de las nuevas generaciones que prefieren informarse por ‘influencers’ , ‘tiktokers’ o ‘instagramers’ que por los medios convencionales.
Las cuatro periodistas representan visiones muy diferentes del periodismo y poco a poco van a ir tejiendo una buena red de amistad para ayudarse y aprender unas de las otras.
Las tramas se dividen en dos grupos principales, las electorales y las personales. En el primer apartado las vemos buscar noticias y exclusivas por debajo de las piedras sorteando a los jefes de prensa e intentando escarbar en todos los candidatos para conseguir historias noticiables para conseguir la atención de sus medios.
En paralelo tenemos las vidas personales de las cuatro mujeres que no son un camino de rosas, por las cosas a las que han tenido que renunciar para intentar progresar en el mundo periodístico con un daño especial en sus relaciones sentimentales con maridos o hijas descontentas.
Cada episodio se centra en un aspecto de la campaña electoral generalmente en uno de los estados en que se van encadenando las primarias, con el paulatino proceso de eliminación de los candidatos que van abandonando hasta quedar reducidos a solo tres aspirantes en el tramo final.
A pesar de presentar un grupo coral , el personaje de Sadie McKenzie es el que tiene más protagonismo, en especial al tener una complicada relación personal con el jefe de prensa de una candidata que le puede mediatizar a la hora de informar sobre ella , como discuten en el siguiente video.
En otras ocasiones Sadie se presta al juego de intercambiar impresiones con los candidatos, aunque en determinadas ocasiones no se sabe quién utiliza a quién, como en el siguiente video en que habla con el candidato que tiene menos posibilidades de todos, al ser solo el modesto alcalde de Topeka en Kansas, pero que se postula como el tapado de la elección con la ayuda de Sadie.
La mejor virtud de ‘Las Chicas del Autobús’ es mostrar para cada situación política, las cuatro diferentes formas de tratarlo y enfocarlo según las cuatro personalidades que en ocasiones son incluso antagónicas, con diferentes piques en el seno del autobús,
La impulsividad y vehemencia de Sadie, el estilo serio y responsable de la vieja escuela de Gracie, la visión conservadora de Kimberlyn y el nuevo periodismo de redes sociales de Lola, completan todos los posibles puntos de vista del espectador, sin que ninguno sea infalible dependiendo de la situación.
‘Las chicas del autobús’ es una serie que va claramente de menos a más porque a medida que vamos conociendo mejor a las cuatro periodistas y sus interrelaciones, todo gana en profundidad sin olvidar el factor del entretenimiento que la hace realmente muy interesante en especial en el excelente tramo final, que deja todo preparado para una posible continuidad que finalmente ha sido descartada al ser cancelada la pasada semana.
Al no tener experiencia en campañas electorales, no puedo valorar el grado de autenticidad de las historias que cuenta, pero si que puedo afirmar que si buscan una distracción política de alta gama, ‘Las Chicas del Autobús’ ha sido una auténtica sorpresa por lo menos en mi caso
Las actrices:
Melissa Benoist saltó a la popularidad al ser elegida para formar parte del reparto de ‘Glee’ en sus dos últimas temporadas demostrando una gran habilidad para el baile y el cante,. Esa popularidad inicial la aprovechó para convertirse en la protagonista de ‘Supergirl’, embutida en las mallas de superheroina/ periodista durante seis temporadas.
Benoist siempre me ha parecido una actriz muy agradable y cercana, potenciando al máximo su aspecto de aparente vecinita de al lado para mostrar otros aspectos de su personalidad, como en este caso en que encarna a una periodista dispuesta a todo para destapar chanchullos electorales, incluyendo contactos con ‘gargantas profundas’.
El único aspecto discutible de su personaje son sus conversaciones con el fantasma del gran periodista fallecido Hunter S.Thompson en una especie de realismo mágico que no encajaba mucho con el resto de la serie.
Carla Gugino es una ilustre veterana de mil y una batallas y cuya presencia eleva cualquier serie por encima de la media, como demostró en dos grandes series malditas como ‘Karen Sisco’ y ‘Jett’ dos verdaderas maravillas donde era la protagonista absoluta, Recientemente forma parte del elenco de actores de Mike Flanagan en sus diferentes miniseries de terror para Netflix.
Gugino está perfecta como una periodista bastante desencantada y quemada tras luchar muchos años por el reconocimiento de las mujeres en el periodismo político, pero cuyo olfato le sigue dando enormes exclusivas temidas por todos los candidatos, en un registro en el que Gugino se mueve como pez en el agua.
Menos conocida que sus dos compañeras es Christina Elmore a la que solo recordaba de haberla visto durante cinco temporadas como una teniente olvidable en la tripulación de ‘The Last Ship’ y con un papel recurrente posterior en ‘Insecure’ .
Elmore me ha gustado mucho en un papel tan contradictorio como el de un periodista negra conservadora en una cadena televisiva ultraconservadora y de tendencias xenófobas y racistas, donde le cuesta mucho encajar y mucho más progresar, lo que le provoca un enorme sentimiento de frustración que traslada a la relación con su prometido.
Por último tenemos una gran descubrimiento en Natasha Benham, una actriz desconocida que apenas pasaba de papeles de extra con frase pero que fue elegida por las creadoras nada más verla en su primera audición sin necesidad de buscar a nadie más.
Benham está arrolladora como la influencer Lola Rahaii, que conoce a la perfección los resortes para llegar a sus jóvenes seguidores, pero que en el fondo envidia la respetabilidad y profesionalidad de sus compañeras que no acaban de tomársela en serio, al no entender su forma de trabajar. Esa búsqueda del reconocimiento profesional es el hilo conductor de la evolución de su magnífico personaje.
Final:
Si les gusta la política y las campañas electorales no duden en darle una oportunidad a ‘Las Chicas del Autobús’ que les va a permitir adentrarse en las interioridades de una campaña electoral de una manera realmente distraída de la mano de las cuatro periodistas que protagonizan el último video del artículo, aunque no haya durado más que una temporada, pasando a formar parte del panteón de las series malditas
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Lorenzo Mejino