Hace trece años el British Film Institute declaró a Hotel Fawlty (Fawlty Towers en versión original) la mejor comedia británica de la historia. Sus escasos doce episodios son verdaderas obras maestras, que treinta y cinco años después de su emisión siguen triunfando en sus innumerables reposiciones por todo el mundo.
El talento del componente de Monty Phyton, John Cleese, en su primera incursión en solitario, excedió cualquier expectativa y consiguió crear una serie legendaria en el entorno de un hotel decrépito de una ciudad balnearia inglesa.
En estas fechas de vacaciones, donde muchos de ustedes habrán pernoctado en hoteles y pensiones, es el momento ideal para analizar y sobre todo descubrir a las nuevas generaciones esa maravilla televisiva que ha sido Hotel Fawlty. En mi opinión la mejor comedia de la historia de la televisión.
Ficha: Hotel Fawlty (FawltyTowers), 12 episodios. 1975-1979-, BBC (UK) TV3-ETB (E).
Sinopsis: Basil Fawlty es el propietario de un modesto hotel en la ciudad costera de Torquay en Inglaterra. Su desprecio absoluto por la clientela, el maltrato a sus empleados y los constantes líos en los que se ve envuelto son la base de todas las historias.
El inicio: John Cleese, durante uno de los rodajes de la mítica serie Monty Phyton Flying Circus, pasó varios días con sus compañeros en un hotel en Torquay, cuyo amo era una persona totalmente despreciable, que básicamente se dedicaba a hacer la vida miserable a todo el mundo, incluyendo los clientes. Cleese, sorprendido por la actitud, vio un filón en semejante comportamiento y decidió quedarse junto con su mujer Connie Booth unos cuantos días mas en el hotel para observar a semejante personaje llamado Donald Sinclair.
A partir de esa estancia, cuando John Cleese decidió abandonar a los Monty Phyton para iniciar proyectos en solitario, la idea de una serie basada en semejante energúmeno nació del matrimonio Cleese-Booth. Con grandes dificultades, pudieron vender la idea a la BBC en 1974, aunque la cadena esperaba algo más innovador y rompedor, y no una comedia en el sentido clásico del género. Dieron luz verde y empezaron a escribir los guiones.
La trama: Basil Fawlty es el propietario de un pequeño hotel que lleva su nombre en la ciudad costera de Torquay, al sur de Inglaterra. El hotel ha visto mejores días y se encuentra en un estado de conservación bastante deplorable, pero Basil sólo tiene ínfulas de grandeza y sueña con subir en la escala social si consigue albergar en su hotel a personalidades de la clase alta inglesa.
La realidad le obliga a alojar a gente normal y turistas a los que desprecia profundamente, por considerar que no están a la altura de su establecimiento. En el hotel trabaja junto a su mujer Sybil, una persona inteligente pero bastante perezosa, que no comparte los sueños de su marido y disfruta cotorreando con sus amigas por el teléfono y manteniendo a raya a su marido, al que tiene totalmente atemorizado.
El personal del hotel está compuesto por una chica que limpia las habitaciones, Polly, que es la persona mas sensata de la serie, y por un camarero inmigrante, originario de Barcelona, Manuel, con una gran voluntad y un escaso dominio del ingles, y que es humillado y vejado constantemente por su jefe Basil Fawlty.
Las tramas se basan principalmente en desarrollar la personalidad ruin y mezquina de Basil Fawlty y sus relaciones con sus empleados y clientes. Basil no para de maquinar cosas para mejorar el hotel o esconder los problemas a su mujer o a los afectados, implicando a sus empleados en sus historias, pero indefectiblemente todo termina siempre en desastre.
Así podemos ver cómo Basil Fawlty se desvive en contentar a cualquier huésped de cierta alcurnia, mientras que pasa olímpicamente del resto de su clientela, entre la que se cuentan diversos residentes fijos del hotel. El contraste entre sus deseos y la cruda realidad es la fuente de mayores conflictos y, por supuesto, de las escenas más hilarantes.
Mención especial hay que hacer de la relación entre Basil Fawlty y su camarero español Manuel. Basil se aprovecha de su situación de poder para aterrorizar al pobre Manuel, mofándose de su escaso dominio del ingles con continuos malentendidos entre ambos.
En este punto les voy a introducir una peculiaridad de la serie en nuestro país, que la hizo diferente a todo el resto del mundo: el doblaje. Como el camarero Manuel era de Barcelona, alguna mente calenturienta decidió que en lugar de ser español de Barcelona, se llamaría Paolo y sería de Nápoles. El resultado es una tergiversación completa de los chistes originales, más propios de una de esas parodias de ‘El Intermedio’, donde ponen voces a unas imágenes sin respetar el original. Como primera muestra, aquí tienen este video comparativo de ambas versiones:
La cosa no queda aquí, porque en la televisión catalana TV3, al doblar la serie al catalán, no se les ocurrió otra cosa que convertir al pobre Manuel en mexicano hablando con ese acento, mientras que el resto de actores hablaba con perfecta dicción catalana. Como muestra del esperpento, aquí tienen un vídeo de la versión catalana con la mejor escena a partir del minuto 1:20:
Si nos ceñimos a la versión original, habrán comprobado la calidad de los gags y los guiones perfectamente estructurados y elaborados, mientras que los localismos introducidos en los doblajes son de función de fin de curso.
En 1975 se emitió la primera tanda de seis capítulos con un éxito cada vez más creciente, que fue aumentando en las reposiciones. Finalizada la serie, John Cleese volvió a Monty Phyton para embarcarse en su película más famosa: ‘La Vida de Brian’. Cuatro años después, a pesar de estar divorciado de Connie Booth, ambos decidieron embarcarse en los guiones de una segunda tanda de seis episodios, que tuvieron un éxito impresionante en el Reino Unido y que acabaron por crear el mito que es esta serie.
Otro ejemplo de la calidad de los gags de la serie y las historias del doblaje lo tienen en este segundo vídeo, donde la primera escena es la misma que en la catalana. Tres escenas, tres historias diferentes. Alucinante:
El personaje de Manuel, el camarero de Barcelona, se ha convertido en un icono de la cultura inglesa. Este hecho lo puede atestiguar mucha gente que, antes de los JJOO de Barcelona, al ir a Inglaterra y decir que era de España o de Barcelona, sólo lo relacionaban con Manuel, el camarero de Fawlty Towers. Una autentica leyenda en el Reino Unido.
Creo que he dejado claro en la introducción mi absoluta veneración por esta serie, que es de las pocas que he visto varias veces y no me canso jamás de verla, riéndome a mandíbula batiente en todas las ocasiones, incluyendo el último repaso que le he dado para redactar el artículo.
Si no ha tenido la ocasión de verla y es la primera vez que oye hablar de ella, no dude en acudir a Youtube, donde están disponibles todos los episodios.
Los actores: John Cleese era un reputado y conocido comediante gracias a ser uno de los integrantes de Monty Phyton, pero alcanzó su cúspide creativa con su creación de Basil Fawlty. El aspecto físico de Cleese, muy alto y algo desgarbado, pero con un autentico aspecto de Dandy, le iba como anillo al dedo para encarnar a un personaje despreciable pero ambicioso y con una capacidad increíble para perder rápidamente la paciencia y arremeter contra cualquier objeto o persona a su alrededor.
Su humor físico y visual era desternillante cuando explotaba, en especial cuando el pobre Manuel era el objeto de su ira. Su personaje daba realmente pena por su patetismo y su asombrosa facilidad para fastidiar cualquier iniciativa y enfurecer a sus clientes, y se ha convertido en un personaje clásico de la historia de la televisión.
John Cleese ha seguido teniendo éxito tras éxito, como su participación en múltiples roles en ‘Un pez llamado Wanda’ o en la saga de las películas de James Bond, donde revaloriza cualquier escena en la que aparece. En un claro guiño a Hotel Fawlty, en una película del 2001 llamada ‘Ratas a la carrera’ interpreta a un hotelero mezquino llamado Donald Sinclair, como el personaje en el que basó la serie. En la actualidad sigue en el candelero habiendo firmado el guión de ‘The Croods’. Una carrera increíble.
Prunella Scales encarna a la mujer de Basil, Sybil, una mujer siempre emperifollada, que ayuda a su marido en la dirección del hotel, aunque con la virtud de desaparecer hábilmente cuando sucede algún problema creado por su marido. Las causas por las que siguen casados son un gran misterio, porque no paran de lanzarse puyas continuamente y no se ve el menor atisbo de amor entre ellos. Siempre está desconfiando de su marido y de sus historias, además de tenerlo auténticamente aterrorizado si le engancha en algún renuncio, como sucede regularmente.
Prunella Scales es una de las mejores actrices secundarias inglesas, donde ha interpretado todo tipo de papeles y a sus ochenta años sigue trabajando con asiduidad en papeles de gran matriarca, aunque reduciendo mucho su carga de trabajo.
El papel de la asistenta Polly fue reservado para la coguionista y mujer de John Cleese, la americana Connie Booth. Booth fue primordial en la elaboración de los guiones junto a su entonces marido. A pesar de no tener mucha experiencia en comedia, cumplió mejor que bien con el personaje más normal y centrado del hotel, viéndose involucrada muy a pesar en las maquinaciones de Basil Fawlty. También defendía continuamente al pobre Manuel de los asaltos verbales y físicos de su jefe, siendo su mejor amiga.
Connie Booth se divorció de Cleese, entre la primera y segunda tanda de episodios y más adelante perdió todo interés por la interpretación, convirtiéndose en una psicoterapeuta afincada en Londres y manteniéndose alejada de toda relación con la serie. Hasta que 30 años después accedió a una entrevista para conmemorar la efeméride.
La segunda gran estrella de la serie fue Andrew Sachs, un actor nacido en Alemania que se convirtió en un personaje famosísimo por su interpretación de Manuel. Manuel era una inmigrante de gran corazón, encantado y contento de poder trabajar, y que se esforzaba en hacerlo lo mejor posible, a pesar de su rudimentario dominio del inglés.
Su posición de debilidad le hacia la víctima propiciatorio de la ira de su jefe, sufriendo golpes y todo tipo de agresiones físicas. El pobre Sachs sufrió una conmoción cerebral y quemaduras de segundo grado en el rodaje como consecuencia de sendos accidentes con los efectos especiales, rodando escenas donde era el saco de los golpes de su irascible jefe.
Andrew Sachs ha quedado marcado de por vida por este papel, que sigue rentabilizando con apariciones en anuncios y galas benéficas de todo tipo, y siempre será recordado por su cara de incredulidad, cuando su jefe le daba alguna instrucción que no entendía y la respondía ¿Queeé?.
En 2009 Sachs fue objeto de una broma telefónica de pésimo gusto, en directo por la BBCradio, a cargo del graciosete de Russell Brand y el presentador televisivo Jonathan Ross, que desembocó en el despido fulminante del primero y en una suspensión de doce semanas para el segundo.
Cuando John Cleese supo de la historia, aprovechó un acto benéfico para hacer una especie de acto de desagravio para Andrew Sachs, como pueden ver en este vídeo. Un gran detalle por parte de Cleese:
Curiosidades: John Cleese ha tenido innumerables ofertas para realizar una nueva tanda de episodios, pero con gran criterio las ha rechazado por temor a que no estuvieran a la altura de los doce episodios realizados y destruir su reputación como la mejor comedia británica de todos los tiempos.
Ha habido intentos en varios países de adaptar la serie, pero los resultados han oscilado entre infumable y execrable, porque sin John Cleese la serie no tiene ninguna viabilidad. En nuestro país no lo han intentado, porque suponemos que con el doblaje ya se quedaron tranquilos desde el punto de vista creativo.
No voy a excederme más en halagos sobre esta serie para controlar mi entusiasmo y acabaremos diciéndoles que la vean si pueden, que no se arrepentirán en absoluto, además de aprovechar esta modesta tribuna para dedicarle el artículo a @raldarondo, gran admirador de John Cleese, con motivo de la edición de ese gran libro que ha coordinado: ‘El Gran Musical USA’, que por supuesto les recomendamos desde aquí.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.
Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino