Sherlock es el puzzle perfecto convertido en serie de televisión. Los amantes de los enigmas indescifrables, la intriga y el suspense están de enhorabuena porque tienen aquí la obra hecha a su medida. Esta serie británica, cuya tercera temporada comenzará a rodarse el año que viene, recrea las investigaciones del mítico personaje de ficción creado por Sir Arthur Conan Doyle y lo hace en el Londres del siglo XXI prestando una gran importancia, como no podía ser de otra manera, a los detalles tecnológicos (ojo a la manera en la que se leen los mensajes de teléfono). Sherlock es una serie brillante, inteligente, que hace hincapié en los detalles con unos primeros planos sorprendentes y en la mayoría de los casos absolutamente maravillosos, y que le exigirá la mayor de las atenciones para no perderse en la enrevesada trama.
Ficha: Sherlock (2010-actualidad), dos temporadas de tres capítulos cada una (noventa minutos). Serie hecha por la BBC, producida entre otros por Hartswood Films y Masterpiece Theatre, y creada por Mark Gatiss y Steven Moffat.
Sinopsis: Versión moderna, 2.0, del personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle. Ayudado por su inseparable compañero, el doctor John Watson, el detective Sherlock Holmes realizará una serie de investigaciones sobre asesinatos en el Londres actual.
La trama: El argumento arranca en el momento en el que ambos protagonistas se conocen y dedicen compartir piso en Baker Street. Al poco tiempo, se ven obligados a trabajar conjuntamente en la investigación de una serie de supuestos suicidios debido a la ingesta de unas pastillas mortales. En el segundo capítulo el interés se centrará en una red de contrabando de China y en el tercero, en la muerte de un empleado del Gobierno que estaba trabajando en un proyecto confidencial de defensa. Las pesquisas de nuestros protagonistas, cada uno con su peculiar estilo, expondrán a la luz el nombre de James Moriarty, que se convertirá en el enemigo número uno de Holmes.
Los tres capítulos siguientes, pertenecientes a la segunda temporada, respetan el alma de esta serie: planteamiento, nudo y desenlace. En el cuarto capítulo Sherlock y su socio serán contratados por el hermano del primero, encarnado por el actor Mark Gatiss (uno de los creadores de la serie), para recuperar unas comprometedoras fotos que una dominatrix posee de la reina de Inglaterra. En el quinto la atención se centra en el asesinato de una persona a manos de un supuesto perro en los alrededores del centro de investigación de Baskerville. Y, finalmente, la temporada se cierra con un episodio final tremendo, lleno de emoción y misterio hasta el último segundo, hasta el último plano. Literalmente. Moriarty pondrá entre la espada y la pared a Sherlock, que tendrá que ingeniárselas como nunca para salir vivo. ¿Lo conseguirá? Elemental, querido lector…
Los casos, al principio, son auténticos rompecabezas, por lo que es importante no volverse loco y estar atento para ir enlazando pequeños acertijos. Sherlock, como usted ya sabe, se basa en la deducción para ir atando cabos, pero el problema es que habla tan rápido como piensa (ojo a los movimientos de cámara) y esa aceleración nos puede poner la cabeza como un bombo. Con todo, los guionistas saben entrelazar el avance de la investigación con una serie de gags humorísticos de corte británico, algunos más logrados que otros, para aligerar la estructura densa y hacer un break. Personalmente, opino que esa fusión está muy lograda.
Aquí les dejo la promo de la primera temporada (en inglés):
Personajes: Benedict Cumberbatch (‘Expiación’, ‘Las hermanas Bolena’, ‘War Horse’…), qué bien suena pronunciar su nombre, interpreta a Sherlock, arrogante e inteligente a partes iguales. Es un personaje que, en muchas ocasiones, se hace difícil querer debido a que es egoísta y maniático, asocial y depresivo. Pero de lo que no cabe duda es que resuelve los casos con astucia. Conoceremos un Sherlock Holmes diferente: moderno, culto, elegante, plenamente integrado en la era ‘high tech’ (cuenta con una página web de referencia) y sexualmente ambiguo. Sí, ambiguo. Porque durante la serie se flirtea con este tema pero sin querer entrar a fondo…
Benedict no portará pipa, como el personaje de Conan Doyle, sino que se ayudará de parches de nicotina para evitar ciertas adicciones. Un consejo: no se desespere cuando inicie uno de sus característicos discursos atropellados, porque corre el riesgo de morir en el intento. Su cerebro va más rápido que el de los demás, así que paciencia. Poco a poco, a medida que transcurran los capítulos, usted también le irá cogiendo el truco.
En el otro lado de la balanza se encuentra Watson, el actor Martin Freeman (Tim en ‘The Office’), al que seguro que también recuerdan por su curioso papel en la deliciosa película ‘Love Actually’. Efectivamente, era el doble del actor porno que caía enamorado de su compañera de trabajo, Joanna Page. Watson borda su papel y es el que atesora más momentos cómicos. Su aparente inocencia contrasta con su frialdad a la hora de trabajar (éste tiene un blog muy visitado) y se verá obligado a tirar de mucha paciencia para soportar a su compañero de piso…
Los productores y creadores de la serie han confesado en más de una ocasión que, mientras que la elección de Benedict no les costó nada de tiempo, la búsqueda se alargó más en el caso de su inseparable compañero de fatigas. En un primer momento el elegido para encarnar al doctor Watson fue Matt Smith (‘Doctor Who’), pero la química entre los dos personajes no debió resultar la idónea. Tras varios intentos infructuosos dieron en la diana con Martin Freeman.
Desde mi punto de vista, Freeman lo borda y de hecho así se lo reconocieron cuando en 2011 le concedieron el BAFTA (Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión) al mejor actor secundario. Aquí tienen el extracto de la ceremonia en el que premian a nuestro protagonista (con un par de puntos cómicos):
Si bien la pareja protagonista absorbe la mayoría de los planos, no nos podemos olvidar de algunos personajes secundarios, entre los que destaca Mark Gatiss interpretando a Mycroft Holmes. Un hombre tan poderoso como misterioso con una aparente vinculación con el Gobierno Británico. Mycroft requerirá de los servicios de Sherlock con frecuencia, circunstancia que servirá para enseñar al espectador la mala relación entre ambos, por lo que se verá a obligado a apoyarse en Watson, que se convertirá en su interlocutor ideal. Un aliado dócil. Además, tenemos a Moriarty (que no les puedo desvelar quién es, como comprenderán…), la señora Hudson (Una Stubbs), el inspector Lestrade (Rupert Graves)…
La duración: Ya les hemos comentado en la ficha que los capítulos tienen una duración equivalente a la medida standard del cine (rondan la hora y media; mentalícesen), aunque desde mi punto de vista esa apuesta es un acierto porque el espectador puede ir madurando su investigación personal, al mismo tiempo que el desenlace se cuece de manera más real y natural (no confundir esta idea con el ritmo de la serie, frenético). Estamos acostumbrados a capítulos de ‘CSI’ o ’24’ en los que esa rapidez a la hora de cerrar los casos no suena demasiado veraz. En Sherlock la combustión lenta, sin prisa pero sin pausa, es la marca de la casa. Con todo, entiendo a los que opinan que algunos capítulos se les hacen pesados. ¿Cuál es el mejor? Para mí, el primero. El que mejor define a esta serie. Entretenimiento garantizado.
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Mikel Madinabeitia/Lorenzo Mejino