Este vino de Bodegas San Alejandro es una joya por su calidad, es una ganga por su precio.
Yo no soy un entusiasta de las cooperativas pero me quito el sombrero ante esta. Descubrí Bodegas San Alejandro hace unos años cuando topé por casualidad con una caja de Las Rocas, el vino que tienen para el mercado estadounidense y que vende Jorge Ordoñez, el mejor importador de vinos españoles en aquel paìs. Se ve que sobró algo y fue a caer a Irún donde lo pude probar y me gustó mucho muchísimo. De ahí a conocer el Baltasar Gracián hubo un paso porque es de la misma bodega y te lo venden como el mismo vino que se lleva a Estados Unidos pero con otra etiqueta. Una bodega de Calatayud fundada en 1962 con 350 socios cooperativistas pero con un equipo joven detrás que se ha dado cuenta de la calidad de las uvas que tienen y que saben hacer grandes vinos para todos los públicos.
Este Baltasar Gracián Garnacha Viñas Viejas 2006 es muy sorprendente porque no tiene esa potencia ni esa madurez de otros garnachas, este es más entretenido, más elegante. De entrada hay cerezas, clavo y toques de tomillo que me dejaron totalmente desencajado porque no me lo esperaba. Y enseguida llegan las frutas rojas maduras. El equilibrio es perfecto con la madera que se nota en su justa medida. Y lo mejor llega al final porque estás tranquilamente pensando en un vino que no llega a los 10 euros y supones que ya ha pasado lo mejor pero ahí sigue y persiste, no se va, han pasado un par de minutos (metafóricos) y vuelve la fruta fresca a la boca. Un vino que dura tanto y que está tan bien equilibrado esperas de él un precio más cerca de los 20/25 euros.
Con el primer trago dije “Francia, Burdeos”. Y en Mendibil de Irún, que es quien lo vende, me dijeron: “los franceses se lo llevan por cajas. Son los que mejor lo entienden.”
Blog escrito escuchando: Albert de Paname – I Love Paris