Viendo CSI – NY (uno tiene sus vicios) resultó que la “fruta milagrosa” fue protagonista de un asesinato. Y descubrí una baya que hace que la lengua confunda los sabores. Resulta que la “fruta milagrosa”, la baya también conocida como Miraculín (que diría Chiquito de la Calzada) contiene unos polifenoles que hace que cualquier comida amarga, ácida o picante se convierta, automáticamente, en dulce.

Se ve que en la zona de Africa donde lo consumen los locales, lo hacen habitualmente antes de comer y así lo vio un explorador en el siglo XVIII y se conoce desde entonces.

No ha podido sustituir al azúcar en algunas comidas porque las autoridades le han dado la categoría de aditivo. Y es que además, no se puede incluir en las comidas preparadas, como por ejemplo unas natillas o un arroz con leche, porque pierde toda su actividad al calentarse.

Lo que sí se comercializa son unas tabletitas sacadas de la congelación y el secado de la baya. Y los americanos, tan ávidos de experiencias nuevas e idiotas ya han montado unas fiestas en torno a esta pastillita de bayas mágicas o fruta milagrosa.

Se la toman y luego comen y beben productos picantes, ácidos y/o amargos para saborearlos todos como dulces. Limones, limas, rábanos, pepinillos, pimientos de todas las clases y cervezas entre otras cosas. Evidentemente lo que no anula el Miraculín son los efectos de esos productos y si tienes una úlcera lo único que hace es agravártela porque te pondrías tibio de pimientos sin notarlo en la boca pero tu estómago te lo diría un rato más tarde. Y, además, solo a un imbécil le puede interesar saborear una cerveza con otros sabores que no sean los de la cerveza, o un buen pepinillo encurtido o una gilda. Es que hay gente que no sabe qué hacer para perder el tiempo.
El efecto dura entre 15 y 30 minutos.

Y la muerte en el capítulo correspondiente se produjo porque la víctima bebió sosa caústica que, por lo que se ve, sienta fatal.

Blog escrito escuchando: The Sex Pistols – Never Mind The Bullocks