La noticia acaba de saltar y es que en la guerra de las colas la Coca Cola Sin acaba de desbancar por primera vez a Pepsi como la segunda bebida más consumida por los americanos. Evidentemente la primera sigue siendo la Coca Cola normal. No sería una noticia destacable si no fuera porque es un canto a la vieja publicidad. Resulta que Pepsi apostó por no hacer publicidad convencional (spots) en la Super Bowl del 2010 (ese partido único que se juega en febrero en los EEUU) y decidió basar toda su estrategia de marketing en la red en la que lanzó la campaña Proyecto Refrescante con la que entregaba en obras de caridad propuestas por sus consumidores la cantidad de 20 millones de dólares. Obtuvo 87 millones de votos para las obras propuestas, eso significa 87 millones de personas que han entrado en la red y que han estado en contacto con la marca de una manera positiva. Como ya veían que la cosa no iba tan bien como se esperaba, este año han vuelto a la Super Bowl y a hacer publicidad más convencional a través de patrocinios. No sé si fue la idea (que no parece) o si a pesar de lo que se dice, la gente sigue queriendo que le convenzan a través de los anuncios de la tele. La cosa es que la guerra, de los refrescos y del marketing, siguen en pie.