Así que llegaron unos sudafricanos y les dijeron a los señores de Zaccagnini “ustedes no pueden ponerle el nombre de Columela a sus vinos.” Lástima, ya nos habíamos acostumbrado a pedir por su nombre un vino perfecto de Rueda, un vino ecológico, un vino que merecía la pena aprenderse de memoria. Pero ya no, lo han pedido oficialmente porque ganamos ahí el campeonato del mundo de fútbol y parece que les ha molestado, porque ya me dirá alguien a qué viene que unos sudafricanos le pongan el nombre de un escritor gaditano a un vino si no es para molestar.
Ahora se llama Quintaluna, repito QUINTALUNA, y es exacatementa igual que Columela porque es el antiguo Columela, ese vino que está hecho con una verdejo pura, auténtica y autóctona, sale de cepas consistentes y serias y, en definitiva, ricas, muy ricas. No hay que olvidar que por su juventud es un vino fresco pero no es facilón, puede servir para una barra “pónme un Rueda”, pero sabes que si te ponen este vino en un bar es que hay alguien que realmente sabe de vinos, es espeso en boca, intenso con un final amargo de hierba, pero en medio hay un montón de cítricos y algo de almendras. Un vino para disfrutar que se encuentra facilmente y sigue teniendo un precio por debajo de los 6 euros así que aún estamos de suerte. Diré más aún: la etiqueta ha mejorado mucho, así que algo hay que agradecer a los sudafricanos.
Blog escrito escuchando: Rihanna – S&M