Todos esperaban algo que se pudiera vender fácilmente, algo fresco, atractivo y si hubieras decidido que tuviera cierta consistencia, que fuera fácil de consumir, como esos vinos con mucha madera y caramelo tostado. Y te decidiste por hacer un trabajo profundo, como solo tu sabes hacer. Investigación, conocer el pasado, conocer las raíces a fondo, saber que lo que tienes entre manos puede tener futuro, atreverte con los versos, las melodías y los tempos como un bodeguero se atreve con la uva, la viura, la viticultura, el momento de la recogida, las maceraciones y los tiempos en botella.
Y te la jugaste con ritmos antiguos que supiste adaptar, como el bodeguero Pablo de Simón (curioso que se llame como tu) que se decide a hacer un vino como lo hacían sus antepasados para llevarlo a los tiempos actuales. Y le sale todo perfecto. Cuando oigo esos temas estoy pensando en mieles y membrillos, en aromas de flores blancas muy profundas y cuando pienso en los años que llevan sonando estoy pensando en mucha profundidad, mucho equilibrio y mucha madurez. Pero me encanta que lo entiendan hasta los jóvenes porque la parte divertida sigue sobresaliendo.
Qúe grande eres Paul. Sólo espero que sigas por ese camino y que nos hagas disfrutar, mientras tanto seguiré escuchando esas joyas con un Valserrano blanco, Gran Reserva 2000 porque de joya a joya, y encima este cuesta en torno a los 25 eurillos.