Porque es un vino blanco fresco.
Porque fue el sueño de un caballero como lo es Miguel Torres.
Porque fue el primer vino que hizo nada más terminar sus estudios de enología.
Porque lo quiso hacer como un chablis francés.
Porque quiso acercarse a su tierra y eligió uva autóctona
Porque los viñedos los vio en un sueño y supo que de ahí sacaría un gran vino.
Porque en los años 60 demostró que de la variedad parellada se podía hacer un vino aromático y afrutado.
Porque le salió con su propia personalidad porque es más mediterráneo aún.
Porque me trae recuerdos de un noviazgo que terminó de maravilla.
Porque cuando nadie creía en vinos blancos este Viña Sol venía a demostrar que se podía y se puede.
Porque mantiene el aroma frutal, la manzana verde, la piña madura.
Porque me encanta ese final que tiene de hinojo.
Porque cumple 50 años que no son pocos.
Porque no se ha tenido que adaptar a los tiempos, siempre ha sido un vino moderno
Porque mantiene su frescura y es un gran vino de verano.
Y porque sí.
En twitter: @guiabuenamesa