Las otras dos características que se le atribuye al Ibai es que es 1.- Caro y 2.- Raro.
Ya se sabe que en esto de la comida y la restauración el concepto de “caro” y “barato” es relativo.
Para mí caro es que el restaurador (muy) importante de la ciudad que hizo un plato semejante a uno del Ibai y que al ver que no le salía tan bien le preguntó a Alicio cuánto pagaba por un producto concreto de ese plato, Alicio le dijo que 100 el kilo, el restaurador (muy) importante le dijo que él, por su estructura, no podía pagar más de 50. El importante cobraba 40 por su plato, el de Alicio cuesta en torno a los 60. ¿Caro? ¿Barato? Uno lo devolvimos, el otro nos lo comemos a gusto. Y podría dar más ejemplos, pero creo que con uno basta. Los precios son ajustados, Alicio no tiene una estructura cara y conoce el mercado lo suficiente para saber que no puede sangrar a sus clientes, cobra lo necesario para mantener sus productos de calidad.
Sólo en cuestión de vinos uno podría pagar el doble y un poco más en los más grandes, en el Ibai, se carga muy poco, lo justo. Alicio es un emocionado de los vinos y le encanta que la gente tome lo mejor, por eso sabe que no tiene que cargar, lo que pasa es que sólo tiene lo mejor.
En cuanto a raro el motivo es muy sencillo, no quiere que nadie salga de su casa desencantado o confundido. He visto a un señor (catalán para más señas) levantarse porque tardaban 20 minutos en atenderle (la forma en que se atiende en el restaurante es muy personal y hasta que no se toma la comanda en una mesa no se atiende a la siguiente) o esa pareja joven que preguntaba el precio de cada plato para saber si les llegaba o no porque sólo se puede pagar al contado. Alicio quiere clientes relajados, tranquilos, para disfrutar de su cocina, para pasarlo bien. Y, además, quiere dar de comer a sus clientes habituales, a los que sabe que van a apreciar lo que hace. No le interesan los experimentos y le molesta tener que decirle a Adriá que no hay sitio o a algún cliente muy importante a cambio de tener un par de mesas de gente a la que no conoce y que no sabe si se van a quejar al final de la comida. Disfrutar es la clave de la casa.
La atención y el servicio son perfectos gracias a su mujer Isabel y a su hermano Juantxo, de hecho ya no se ve a nadie servir el pescado como lo hace Juantxo en el comedor, elegancia y oficio. La cocina es perfecta porque es lo que más le gusta hacer a Alicio y tiene un gusto exquisito para hacer las cosas bien. No tiene carta y puedes esperar el mejor precio posible del mejor producto posible, el mayor problema es que no tiene una carta de vinos y habrá joyas que se escapen por pura ignorancia (de hecho hasta hace pocos meses yo creía que sólo tenía una marca de champagne y debe tener más de una docena).
Con todo eso, ¿es realmente el Ibai el mejor restaurante de San Sebastián? Como dice Ezquiaga sí es el sitio donde mejor se come, pero que nadie lo confunda con un restaurante porque no lo es, ni falta que le hace.