Definitivamente en esto del mundo del vino conocer a las personas detrás de los vinos es lo más interesante. Y los conoces de todos los estilos, sobre todo están los que creen que su vino es el único que debería existir en el mercado. Hay quienes no entienden que se hagan otros vinos estando el suyo en su sitio. Juro que los he conocido así. Por eso cada día valoras más eñ concepto de la humildad en un bodeguero. Y, además, se ve de lejos, porque es la primera frase que uno pronuncia sobre sus vinos cuando se nota.

En una nueva historia de los iRekonductibles se sentó Pablo Simón de Bodegas de La Marquesa conocidos por sus vinos Valserrano. Ya he hablado de esos vinos alguna vez, de lo fuera de serie que son, pero no sabía bien quién los presentaba hasta ayer. Y lo que nos encontramos fue a una persona que quería saber de sus vinos, quería escuchar sobre sus vinos, no venía a pontificar sino a saber qué opinaban los demás y eso no suele ser fácil de ver.

Pero lo más increíble es que la familia Simón, Valserrano, hace sus vinos porque los quieren beber frescos, hacen sus vinos para disfrutar, no entienden que sus vinos quieran ser longevos y por eso mismo cuando abrimos un cianza del 96 y que estaba con un montón de matices para hablar de vinos, que estaba aún vivo y que aún mantenía un piquito de acidez, él mismo estaba sorprendido, casi como un niño que descubre sus regalos de reyes. Cuando abrimos una botella de un blanco del 94, el segundo año que la familia hacía un blanco con viura en barrica pero sin ninguna intención de que se convirtiera en un vino de guarda, te das cuenta de que basta con que hagas las cosas bien para que te salgan mejor. Estaba vino y perfecto, con toques de miel y membrillo, con flores que sólo se guardan para los mejores vinos blancos. Estaba perfecto. Y Pablo seguía sin entender nada, la familia había hecho esos vinos para experimentar, para ver por dónde se podian hacer las cosas y había salido eso. Se ve que cuando haces las cosas con cariño, como lo hace el padre de Pablo, un hombre que de la CAF pasó a sacar adelante una bodega familiar que se hundía y que podía haberser desecho de ella, sabes que siempre saldrán grandes cosas como lo son los vinos de Valserrano.

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