Se está presentando (sale comercialmente en junio) la nueva cerveza INEDIT fabricada bajo la dirección de Ferrán Adriá y su equipo de sommeliers. Se presenta en botella de 0,75 para colocar en cubitera. Está pensada para una comida completa, como si fuera un vino. El diseño (italiano) de la botella y de la etiqueta son muy actuales para que tenga una buena presencia en el restaurante. Se cierra con corona (chapa) lo que le quita cierto glamour pero también es cierto que, con el tiempo, muchos vinos puede que acaben con el mismo tipo de cierre.
Dicen los fabricantes que es una cerveza única, inédita (de ahí su nombre) la primera que se hace con una doble fermentación y sin filtrar y, además, la primera que se hace con un “coupage” de malta tipo scarlett y trigo. Tiene 4,5% de alcohol.
A lavista es turbia con una espuma (cremosidad lo llaman los cerveceros) preciosa. De entrada huele a regaliz (lleva, además, coliandro y piel de naranja) y en boca es menos amarga que otras cervezas con un ligero toque dulce y e salgo floral. Lo cierto es que es una cerveza que sirve más para refrescar (a diferencia de las cervezas potentes que sirven casi como una copa, para disfrutar), para limpiar la boca entre platos.
El precio debería rondar los 8 euros en restaurante y lo presenta Damm que, de esta manera, quiere posicionarse como una cervecera de alta gastronomía. Pero lo cierto es que parece más una cerveza para tomar en una terraza de verano con una paella de chiringuito donde los vinos brillan por su ausencia. Y como es el primer año aún no saben si será capaz de envejecer o si le van a tener que poner el año. Aunque ellos creen que sí. ¿Se imagina aguien la carta de un restaurante dentro de unos años con las añadas del Inedit junto a las de Vega Sicilia?