Porque la anchoa está buenísima, porque las hace justo para que cambien de color (la espina aún rojita), porque ese ahumado les da a las anchoas un toque que parece que están hechas a la brasa en una parrilla al aire libre y porque ese acompañamiento de verduras completa el plato y lo hace, al final, hasta dulce. Tomillo, romero, hierbas…
Por cierto, el titular no es un chiste fácil, lo dice él mismo.
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