Alberto Moyano
Agradecía anoche Monseñor Carlos Amigo a Jesús Quintero que hubieran dedicado la entrevista a “hablar de Dios porque es lo que la gente quiere”. ¿Es lo que la gente quiere? A juzgar por las audiencias, sólo podría contestarse afirmativamente si el cardenal en cuestión se hubiera enchufado el polígrafo. El jerarca católico, con ese aspecto lustroso que a su edad sólo lucen los potentados, aseguró que el fin del mundo será “el apoteosis del amor de Dios”, aunque auguró, para tranquilidad de bastantes, que “aún falta mucho tiempo”.
Antes, Miguel Bosé reconoció que con el tiempo se ha convertido en su propio padre porque el “ADN es lo único que no traiciona”. Un padre que, según contó, se lo llevó de putas cuando era muy joven y para restarle importancia al escabroso asunto, Bosé dio a entender que se trata de un absurdo rito iniciático que habitual en muchas familias. “Es algo que siempre he terminado haciendo con mis mejores amigos”, aseguró. Es más, en caso de haber nacido mujer “hubiera sido la más puta”. En fin.
Mientras tanto, en La 2, el programa ‘Enfoque’ debatía sobre la regularización de la prostitución, en un encuentro polarizado entre quienes prefieren seguir haciendo como que esta profesión no existe y los que tratan de aparentar que se trata de un intercambio mercantil completamente normal.