Alberto Moyano
Las mejores obstrucciones de arteria, una completa selección de ictus
cerebrales o un ilustrativo documental sobre los perjuicios derivados
de un episodio tromboflebítico salpican cada mañana el programa de TVE1
‘Saber vivir’. Esta auténtica ensaladilla de patologías derivadas de
cualquier descompensación se mueve a sus anchas bajo el disfraz de
servicio público. Para ratificar esta etiqueta y tratándose además de
un espacio tan añejo lo correcto sería difundir los datos que confirman
una disminución sostenida en la incidencia de las enfermedades
vasculares, al menos, entre su audiencia. No es el caso.
Radiografías craneales, escáneres cerebrales, placas torácicas y
tomografías axiales computarizadas sirven para ilustrar el amplio
abanico de desgracias sanitarias que nos acecha. El discurso del
programa es angustioso en fase creciente; el resultado, espeluznante.
La mezcla de presentadores francamente lúgubres, audiencia mayormente
vetusta y horario intempestivo no puede producir nada bueno. Y así es:
de entre todos ataques, arrebatos y síncopes descritos con primor
sádico son aquéllos que nos dejarían postrados en el sofá frente a
programas como éste los que más aterran.