Último Destino (Last resort) ha sido sin lugar a dudas el mejor estreno de las cadenas generalistas americanas de esta temporada. Su  propuesta brillante y novedosa de un submarino nuclear americano obligado a refugiarse en una isla tropical, acusado de traición a su patria, es desarrollada con gran habilidad por el productor Shawn Ryan, creador entre otras de ‘The Shield’ y ‘The Unit’, de la que les hablamos la semana pasada.

Pero en el panorama televisivo, además de calidad, hace falta suerte y la cadena ABC programó esta serie en un horario criminal frente a dos éxitos como ‘The Big Bang Theory’ y ‘American Idol’, que impidieron a Último Destino sacar la cabeza y darse a conocer entre las audiencias, lo que llevó a su pronta cancelación con la emisión de apenas trece capítulos.

Por lo menos, al avisar con tiempo de la cancelación, dieron tiempo a los guionistas a cambiar el esquema y poder finalizar la serie atando todos los cabos posibles, quedando en una miniserie de trece capítulos. En nuestra entrada de hoy vamos a disfrutar analizando este caso de mala suerte. 

Ficha: Ultimo Destino (Last Resort), 13 episodios. Sep 2012- Ene 2103, ABC (USA). AXN (E).

Sinopsis: Un submarino nuclear recibe la orden, después de recoger a un comando de fuerzas especiales, de disparar un misil nuclear contra Pakistán. Como la orden no llega por el canal oficial, el capitán del barco decide hacer caso omiso y, ante el ataque de su propio ejército, se refugia en la isla ficticia de Santa Marina. La serie plantea los dilemas de la tripulación al tomar esta decisión.

El inicio: El prestigioso Shawn Ryan unió sus fuerzas con el guionista Karl Gajdusek para crear una serie de submarinos, a imagen y semejanza del subgénero cinematográfico que ha tenido como mejores exponentes películas como ‘La caza del Octubre Rojo’ , ‘Das Boot’ o ’U571’. En cambio, las únicas incursiones en televisión habían sido dentro del género fantástico como la recordada ‘Viaje al Fondo del Mar’ o más recientemente ‘Seaquest SDV’. En el vídeo pueden ver las intenciones de los creadores de la serie:

El piloto fue aprobado en enero de 2012 y su dirección fue encargada a Martin Campbell, veterano director cinematográfico con alguna película de James Bond en su haber. La serie se filmó en Hawai y con el piloto aprobado, la cadena hizo un encargo de trece episodios iniciales.

La trama: La premisa es realmente original, un submarino nuclear americano se refugia en una isla tropical después de desobedecer una orden para lanzar un misil nuclear a Pakistán por un canal poco habitual, que podría iniciar una crisis militar a nivel planetario.

El conflicto principal es el dilema al que se ven enfrentados los mandos de la nave con el capitán Chaplin al frente, entre obedecer las ordenes que les llegan o continuar con  lo que ellos creen que es lo correcto.

En estel vídeo, el tráiler oficial de la serie en castellano:

La trama se desarrolla en tres escenarios principales. El principal es el propio submarino con los conflictos entre los tres mandos principales y el resto de la tripulación. No hay que olvidar que la decisión de desobedecer una orden directa es considerada delito de traición y muchos tripulantes no están de acuerdo con la decisión de su capitán y únicamente quieren volver a su país con su familia.

Las diferentes opciones de cada personaje frente a la decisión tomada son el activo más importante de la serie y lo que la hace destacar. Nada es blanco y negro y la desunión entre los tripulantes del submarino con motines y luchas internas añaden más intriga a la acción.

En el mismo ámbito tenemos las interacciones entre el capitán Chaplin y su segundo de a bordo Kendall, que se van deteriorando con el paso del tiempo a pesar del respeto mutuo que se tienen por el diferente enfoque del conflicto.

Para acabar de complicar el tema, también tenemos en el submarino un comando de fuerzas especiales que fue recogido después de realizar una misión bastante turbia en Pakistán, origen del conflicto general.

En un segundo plano tenemos a los lugareños de la isla, que ven su vida rutinaria totalmente convulsionada por la llegada del submarino y su tripulación. Desde la camarera del bar hasta el mafioso, uno de los mejores personajes de la serie, siempre vemos a los personajes maquinando cómo sacar beneficio de todo lo que ocurre en la isla. El mafioso, con el bonito nombre de Serrat, conspira con unos y con otros para seguir manteniendo el control de todas las actividades legales e ilegales de la isla, no dudando en aplicar métodos expeditivos si la situación lo requiere.

Por último, y como punto débil de la serie, tenemos la trama conspirativa que sucede en Washington, donde se ven implicados diversos personajes con relación directa con el submarino, desde el almirante que es el padre de la tercera oficial del barco, hasta una contratista de defensa y la mujer del segundo oficial. Ellos intentan averiguar quién se encuentra detrás de la orden de atacar Pakistán y la conspiración política que se mueve en las sombras.

En el siguiente vídeo pueden ver el excelente  tráiler en inglés de la serie, con bastantes escenas de acción trepidante marca de la casa:

Cuando la acción se desarrolla en el submarino la serie es de lo mejorcito que se puede ver, sin nada que envidiar a las películas del género con grandes escenas de acción y un ritmo trepidante. La intriga se sostiene bastante bien en la isla, pero baja muchos enteros cuando se traslada a Washington.

La trama era bastante compleja y requería cierta atención para seguirla, aunque tengo que decir en su favor que era muy clara y no daba a lugar a confusiones. Pero la presencia de muchos personajes y diversos escenarios obligaba a seguir muchos hilos primarios y secundarios.

Un problema que tuvo la serie en los USA fue su falta de patriotismo, ya que intentar que el público se pudiera identificar con una tripulación que ha traicionado las ordenes de su país, aunque por una buena causa, era un plato difícil de digerir para mucha gente. Además, el hecho de estar dirigida a un sector eminentemente masculino, con profusión de escenas de acción, redujo bastante su público potencial.

Personalmente, tengo que decir que la serie me ha encantado y he disfrutado mucho con los trece episodios, en especial con la interpretación de André Braugher como el capitán Chaplin. Un personaje que se enfrenta a un dilema shakesperiano, eligiendo entre su país y su ética, pero arrastrando a mucha gente por su decisión y las consecuencias que se derivan. Como ejemplo pueden ver este vídeo del primer capítulo, cuando se dirige a la tripulación para comunicarles su decisión:

El episodio piloto es trepidante y nos deja sin respiración por el ritmo frenético al que se suceden las cosas y con una sorpresa tras otra. Lluego la serie se calma un poco, pero a partir de la mitad de la temporada vuelve a desbocarse de nuevo en busca de un final del que les hablaremos más adelante.

Los actores: André Braugher es, desde su participación en ‘Homicidio, vida en las calles’, uno de los mejores actores americanos con numerosos papeles tanto en cine como en televisión. Aquí, como no podía ser de otra manera, borda al capitán Chaplin.

Su personaje es un ser solitario, con muchas tragedias personales, que sólo se rige por la ética y el honor que al negarse a atacar a Pakistán y defenderse de los ataques de su propio país, da un paso del que no va a poder dar marcha atrás.

Braugher es de esos actores (como Dennis Haysbert, la semana pasada), que impone únicamente con su presencia y ha sabido reflejar perfectamente las dudas que les producen sus decisiones, alejándose del superhéroe y mostrándose humano y vulnerable. Se preocupa por sus hombres, pero a la vez debe mantener la disciplina en una situación muy complicada con presiones de todo tipo y por todos los lados.

Sus dos lugartenientes son el capitán Kendall, interpretado por Scott Speadman (izquierda), y la teniente Sheperd, encarnada por Daisy Betts (derecha). Ambos deben asesorar al capitán en sus decisiones y hacerse copartícipes de las mismas, con graves desacuerdos en algunos casos, agravado por la preocupación por sus familias en tierra firme.

Speedman es recordado por su papel en ‘Felicity’ y consigue los mejores momentos de la serie en sus escenas cara a cara con Braugher. Dos personajes defendiendo sus opiniones a cara de perro, pero con nobleza. Por su parte, la australiana Betts hace muy bien su papel de mujer fuerte y joven de a bordo, enfrentándose al machismo de sus subordinados, pero imponiéndose por su inteligencia e intuición a los mismos.

En el capítulo de los lugareños tenemos a Serrat (izquierda de la foto), el mafioso de la isla interpretado por Sahr Ngaujah, originario de Sierra Leona, y la francesa Camille de Pazzis (centro), que interpreta a Sophie Girard, la responsable de base de telecomunicaciones de la isla, en un papel bastante desdibujado y poco importante en la trama.

Ngaujah, en cambio, ha sido una de las revelaciones de la serie. Su personaje despiadado es como una serpiente que repta entre las actividades de la isla para conseguir el máximo beneficio. La llegada del submarino le supone un problema y a la vez una oportunidad que intenta aprovechar al máximo con sus trapicheos con todo el mundo, además de ser bastante impredecible y sanguinario.

Lógicamente, entre toda la acción tiene que haber una cierta dosis de amor, que recae en la pareja que forman el comando King (Daniel Lissing a la izquierda) y la camarera del bar de la isla, Dichen Lachman. El comando ha jugado un papel básico en el inicio de la crisis y queda un poco desubicado en la isla, actuando por libre y según su conciencia.

Lissing hace bien su papel de comando, apareciendo muchas veces de la nada para resolver problemas de sus compañeros, aunque con remordimientos de lo que han hecho en su misión turbia en Pakistán. Su historia amorosa es un reposo entre tanta acción con la exótica Lachman, a la que conocimos en ‘Dollhouse’.

En el lado de Washington, el punto débil de la serie, interactúan Jenny Schramm (centro), como la mujer del segundo oficial que se niega a aceptar la traición de su marido. Ella se dispone a esclarecer la situación con la ayuda de una contratista de sistemas informáticos de defensa, interpretada por Autumn Reeser (derecha), a las que acompaña en la foto David Rees Snell, el inolvidable Gardoki de ‘The Shield’ y gran amigo de Shawn Ryan, que lo saca siempre en sus series.

Las actrices hacen lo que pueden para sacar adelante sus papeles poco sustanciales para desenmascarar la conspiración, pero con poco éxito.

Por último, y por segunda semana consecutiva, tenemos a Robert Patrick, esta vez como el suboficial Prosser, que encabeza la facción descontenta con la decisión tomada por su capitán y que se debate entre la lealtad a su capitán y a su país. Patrick saltó a la fama en su papel de robot malo de ‘Terminator 2’ para luego sustituir a David Duchovny en ‘Expediente X’ y ‘The Unit’.

Patrick está magnífico como el opositor al capitán, canalizando el descontento de sus hombres pero controlando la situación para evitar que se produzcan hechos que tuvieran que lamentar por atacarse entre ellos.

Final: La cadena ABC programó la serie el jueves a las ocho de la tarde enfrentada a ‘The Big Bang Theory’ y ‘American Idol’. Semejante competencia masacró a la serie, que no pudo tener grandes audiencias a pesar de las críticas muy elogiosas que tuvo. A pesar de los consejos de los críticos, que pedían un cambio de horario para que la gente pudiera descubrir la serie, la cadena siguió empecinada en mantenerla ahí, y al cabo de ocho episodios decidió cancelarla con los trece episodios encargados.

Los guionistas decidieron en ese momento replantear los cinco capítulos restantes para darle un final coherente a la serie, como tenían previsto en su desarrollo inicial de cinco años. Por esa razón, en los cinco últimos episodios la acción se sucede a una velocidad supersónica, cerrando tramas e historias a la velocidad de la luz para poder llegar al final más o menos previsto.

Lógicamente, si se mira con lupa aparecen incoherencias flagrantes, como en un episodio en que dos protagonistas salen y entran de la isla como Pedro por su casa cuando estaba totalmente bloqueada, pero en aras de llegar al final se podían tolerar.

El final tengo que reconocer que fue excelente y el esfuerzo de los guionistas para acabar la historia de forma satisfactoria para sus seguidores  fue realmente encomiable, lo que nos hace lamentar más la decisión de no haberle dejado más recorrido, que en el caso de una cadena por cable no habría habido ninguna duda.

Para mas inri, la serie que la sustituyó, ‘La Hora Cero’, era un bodrio de tal calibre que no duró ni tres episodios.

Último destino es una serie imprescindible para aquellos de ustedes que disfruten con las películas de submarinos y las series de acción y les puedo asegurar que en sus escasos trece episodios hay muchísima más calidad y acción que en algunas series que llevan años y años en la pantalla con méritos mucho mas escasos. En sus manos está poder disfrutar de esta pequeña maravilla.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.

Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino