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Carlos Rilova

El correo de la historia

¿Es noticia o es Historia?. París inundado (1910-2016)

Por Carlos Rilova Jericó

Esta semana ha sido casi fácil elegir el tema de este nuevo correo de la Historia. Todo ha venido de mi manía de empezar el día viendo telediarios.

En el de Antena 3 del jueves se hablaba de la inundación que está sufriendo ahora mismo el centro de París.

Como suele ser habitual se comentó ahí una cifra desde la que no ocurría algo parecido. Decían que París no había sufrido algo así desde hacía treinta años…

Realmente la situación parece grave. Ese mismo telediario hablaba de retirar miles de obras del Louvre que, junto con las líneas de Metro más cercanas, parece ir a ser uno de los puntos más perjudicados por esta crecida extraordinaria del Sena.

Desde el punto de vista histórico no es, quizás, tan alarmante. No recuerdo, a ciencia cierta, cuánto daño causó la riada de hace treinta años, lo que sí recuerdo bien es que hubo otra mucho más grave que ésta. Una que ocurrió hace más de cien años.

El episodio se contó con lujo de detalles en diversos lugares. Alguno de ellos bastante asequible.

Se trata de una serie de tres cómics -por su delgadez y contenido no alcanzarían ese nivel superior de novela gráfica otorgado hoy día por los puristas del género- firmados por Yann y Hugault y titulada “El piloto del Edelweiss”, que se centra, precisamente, en la vida atribulada de un piloto de caza francés durante la I Guerra Mundial.

En el primer volumen de esa serie de tres, titulado “Valentine”, Hugault ha reproducido en las páginas 10 a 15 lo que su guionista Yann llama “París bajo las aguas”.

Lo que muestran esas viñetas del primer volumen de “El piloto del Edelweiss”, está sacado de fotografías de época. Concretamente tiradas desde el mes de enero de 1910, que es cuando transcurre la acción del cómic en esos momentos. Un invierno en el que el París céntrico, el del puente del Almá, la torre Eiffel, las calles cercanas al Louvre, etc…, se cubre de agua.

Todo rigurosamente cierto. En esas fechas, hace ahora 106 años -no treinta-, el París de las guías de viaje quedó inundado de un modo considerable.

Históricamente no tenía nada de raro, aunque dio lugar a raras escenas como las que se pueden ver en ese primer volumen de “El piloto del Edelweiss”. O bien en “Paris inondé”, un magnífico libro en el que se recogían, en más de un centenar de páginas tamaño folio, esas imágenes que ahora parecen a punto de repetirse a finales de una primavera que parece estar siendo muy lluviosa.

Tanto como para que ocurra algo que no ocurría desde 1910.

Y llegados a este punto podríamos preguntarnos ¿esta noticia es importante?. ¿Desde qué punto de vista?. ¿Desde el del Periodismo o desde el de la Historia?.

La respuesta a preguntas como esas es sencilla: desde el punto de vista periodístico que se remonta sólo a treinta años atrás, es, más que importante, espectacular. Es decir, algo que es imposible no sacar en las noticias destacadas.

Desde el punto de vista histórico la noticia no es tan espectacular.

En efecto, cosas así han estado pasando en París desde el año 583 después de Cristo y, probablemente, desde que se asentaron los primeros pobladores en la que sería conocida como “Lutecia”.

Fue algo que se repitió con gran periodicidad entre los años 583 y 1910.

De hecho, hay recuerdos memorables de algunas de esas inundaciones, como la de 1648-1649, durante la Fronda, la insurrección de la nobleza contra el cardenal Mazarino y la reina regente Ana de Austria, que sirvió a Dumas para elaborar en “Veinte años después” dramáticas escenas en las que sus mosqueteros vagan en busca de más aventuras por una ciudad llana de agitación y algo fantasmagórica, con calles céntricas de aquel París angosto y medieval, tan distinto al ordenado y racional creado a partir de 1858 por Haussmann, cubiertas de agua.

Eso es lo que dice la Historia al respecto. Lo que es hoy noticia, o debería de serlo, visto desde esa perspectiva, es que desde el año 583 de nuestra era, pese a todas las reformas que ha sufrido la trama urbana de París, pese al cauce duro en el que se ha tratado de meter al Sena, no se ha conseguido, apenas, evitar que en París vuelvan a darse escenas prácticamente idénticas a las de 1910.

Algo que, obviamente, nos sitúa, gracias a lo que la Historia nos cuenta, ante una interesante reflexión sobre ese asunto, tan traído y llevado, de la Historia del clima.

Por hoy poco más se puede decir y, de hecho, no parece que sea necesario decir nada más. Por mi parte dejo este tema en manos de la opinión pública para que juzgue las últimas consecuencias de esa enésima crecida del río Sena desde la Alta Edad Media.

Un paseo por el pasado

Sobre el autor

Carlos Rilova Jericó es licenciado en Filosofía y Letras (rama de Historia) por la Universidad Autónoma de Madrid y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco. Desde el año 1996 hasta la actualidad, ha desarrollado una larga carrera como investigador para distintas entidades -diversos Ayuntamientos, Diputación de Gipuzkoa, Gobierno Vasco, Universidad del País Vasco...- en el campo de la Historia. Ha prestado especial interés a la llamada Historia cultural y social, ahondando en la Historia de los sectores más insignificantes de la sociedad vasca a través de temas como Corso y Piratería, Historia de la Brujería, Historia militar... Ha cultivado también la nueva Historia política y realizado biografías de distintos personajes vascos de cierto relieve, como el mariscal Jauregui, el general Gabriel de Mendizabal, el navegante Manuel de Agote o el astrónomo José Joaquín Ferrer. Es miembro de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza


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