Por Carlos Rilova Jericó
Como lo prometido es deuda, esta semana cumpliré con la que contraje hace casi un mes, cuando hablaba en esta misma página de la muerte de Forges.
Decía entonces que, en breve, se abriría una exposición sobre uno de los compañeros y amigos del genial autor de “Historia de Aquí”.
Y eso ya ha ocurrido. Este jueves pasado, 22 de marzo. Quienes se acerquen hasta San Sebastián durante lo que queda de ese mes y hasta el 5 de mayo (por ejemplo, durante estas vacaciones de Pascua) podrán disfrutar de una interesante muestra del trabajo de aquel dibujante donostiarra que acabó llamándose, casi a su pesar, Chumy Chúmez.
A través de decenas de chistes de sus distintas épocas (empezó en los años 50 del siglo pasado y estuvo en activo hasta comienzos del XXI) se describe con un humor absurdo y muchas veces negro (como aquel sol que era casi su firma) la Historia reciente de una sociedad española que pasó de la miseria de la posguerra civil, a las comodidades de una sociedad europea avanzada. Aunque también entrasen por ahí una serie de preocupaciones existenciales.
De todo ello levantó acta Chumy Chúmez y eso hace que hoy, apenas pasados quince años de su muerte (ese hecho biológico que a él tanto le inspiró en vida) su obra sea tan importante para conocer una parte de nuestro pasado reciente. Como Gillray o Cruikshank lo son para conocer las guerras napoleónicas. O Daumier la Francia de la Era de las Revoluciones y el Segundo Imperio.
En efecto, en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Oquendo, por medio de ilustraciones originales agrupadas temáticamente por la comisaria de la exposición -la profesora Montserrats Fornells- se puede asistir a un despliegue despiadado del humor de Chumy Chúmez. Uno que describe, de manera ácida y divertida, hechos tales como la España inmersa en la lenta agonía del Franquismo que se confunde con los movimientos sesentayochistas (uno de los chistes, por ejemplo, muestra a un agitado revolucionario diciendo “hoy me esperan catorce manifestaciones”). O problemas todavía actuales como el Independentismo catalán o ya afortunadamente en vías de ser superados. Como el Terrorismo etarra que él tan bien conoció y al que se enfrentó con esa mortífera arma que era su demoledor sentido del humor (otra muestra: uno de los chistes exhibidos representa a un supuesto prototipo de “vasco”, tocado con la característica “txapela” y señalando sonriente, con la Bahía de la Concha de fondo, que él va a votar por la independencia de la isla de Santa Clara…).
Junto a estos originales, también se pueden ver algunas pinturas en las que Chumy fue modelo o bien cuadros que él (un consumado pintor) realizó entre los años 50 y 90 del siglo pasado.
Son también interesantes retazos de Historia. Como lo son algunos ejemplares de “Hermano Lobo” -acaso su más exitosa creación- que, como él mismo explica en el video de RTVE que se pasa en bucle en esa sala de exposición, marcó todo un hito en aquella España de la Transición del Franquismo a la democracia.
Todo esto, que no son pocos retazos de nuestra Historia reciente, puede verse, como decía, hasta este 5 de mayo en la Casa de Cultura de Oquendo, en esa parte de San Sebastián que queda justo al Este de la Bahía de la Concha, pero que -como hubiera dicho un personaje de Chumy Chúmez- también existe, como Teruel.
Obviamente en esa sala aprenderán Historia de la España de los últimos sesenta años desde una perspectiva verdaderamente curiosa y, por supuesto, inesperadamente divertida. Pero no por eso menos cierta, menos real, aunque algunos hechos terribles de ese pasado queden suavizados por aquel peculiar humor de Chumy Chúmez.