Hace poco leí un texto muy sugerente de la mano de José Antonio del Moral.

En él expone que Gamesa va camino de convertirse en una empresa bajo el mando de Siemens, dirigida por sus responsables y dueños desde Alemania, parecido a la situación de la planta de Mercedes Benz en Vitoria.

Es un buen símil y estoy de acuerdo que el take-over de Gamesa por Siemens implicará una pérdida de soberanía. O como lo expresa José Antonio: “Lo más importante se decidirá en Alemania y Euskadi quedará solo como un lugar en el que montar ciertos proyectos con menores costes y con calidad y conocimiento de la actividad.”

Más allá de que el caso Gamesa presenta claros riesgos de que su centro de decisión se aleje de Euskadi y que las actividades de mayor valor añadido también lo hagan, si nos fijamos en la Inversión Extranjera Directa (IED) que llega a Euskadi en su conjunto; puede que estemos ante un territorio donde entra poca IED.

El último Informe de Competitividad del País Vasco (Orkestra, 2021) contenía el siguiente grafico que visualiza que las inversiones en el extranjero por parte de las empresas vascas superan con creces a las inversiones empresariales que entran en Euskadi provenientes del exterior. Esto se traduce en una situación en la que el valor del cúmulo de inversiones productivas vascas en el extranjero representa más de un 80% del PIB vasco, mientras que el valor agregado de las inversiones productivas extranjeras en Euskadi sólo representa alrededor de un 25% de su PIB:

Gráfico 1. Stocks de entrada y salida de IED (expresado como porcentaje del PIB) en 2020

Fuente: Elaboración por Orkestra-IVC basado en datos de la OECD y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España (DataInvex).

Nota: * 2019.

Ante este telón de fondo cabe preguntarse, ¿son las adquisiciones -como las de Gamesa por Siemens- la solución para resolver “el déficit” de IED en Euskadi? No de forma categórica, porque los take-overs siempre tienen un carácter sustitutivo, y lo que el comprador pueda invertir en cierto momento, quizás también lo hubiera hecho el fundador / propietario anterior. Y esta es una duda legítima que genera la absorción de Gamesa por Siemens.

Sin embargo, también pienso que muy poca gente cree que todas las inversiones que Mercedes Benz ha hecho a lo largo de los años en la planta de Vitoria lo podrían haber hecho sus antecesores IMOSA, Industrias Mendoza y/o Industrias Auxiliares del Automóvil, S.A. (INAUTO). Es más, las inversiones que la marca de la estrella ha anunciado recientemente, refuerzan la idea de que las empresas extranjeras pueden contribuir positivamente al dinamismo de la economía vasca. Por lo tanto, que un take-over resulte positivo (en términos de -entre otros- crecimiento en facturación, empleo, productividad, lanzamiento de nuevos productos o negocios, y posicionamiento internacional) depende del caso y sólo se sabe con el tiempo. Aunque en términos generales hay evidencia de que la IED entrante contribuye positivamente a varios de estos parámetros

Donde quizás hay menos división de opiniones, es en el tema de greenfield investments por parte de nuevos entrantes (cfr. https://www.spri.eus/es/sostenibilidad-ambiental/uno-de-los-grandes-retos-de-avl-en-la-movilidad-del-futuro-es-la-conduccion-autonoma/ ). Esto representa un claro valor añadido neto para Euskadi y cabe fomentar su atracción.

Euskadi tiene una economía abierta y un tejido empresarial muy internacionalizado. Quizás su integración en el mundo económico y la inserción de sus empresas en cadenas de valor globales pueden beneficiar de un mayor nivel de IED entrante. Eso sí, sobre la forma en que esa IED debe entrar, “mercedesificada” o no, habrá que discutir.

Bart Kamp