El cibervertedero anónimo que hoy en día conocemos como opinión pública ha recibido con júbilo la noticia de que Chillida-Leku permanecerá definitivamente cerrado al público. Mejor aún: los herederos del escultor, enfrentados a los rectores políticos, han conseguido acaparar en régimen de exclusiva el papel de villanos de la película, una proeza al alcance de muy pocos. […]