Algún día se sabrá a quién corresponde el cráneo privilegiado que decidió que lo más conveniente para los intereses del alcalde de Donostia era dedicar un pleno extraordinario al -para Izagirre- comprometido asunto de la desanexión del Igeldo en lugar de incluirlo en un orden del día que incluía otra treintena de puntos a tratar. […]