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Asier Manrique

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‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’: Cuarón dota de magia a la saga

Harry Potter y el prisionero de AzkabanHARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN

Título original: Harry Potter and the Prisoner of Azkaban

Año: 2004

Duración: 137 minutos

País: Reino Unido

DirecciónAlfonso Cuarón

GuionSteve Kloves (Novela: J.K. Rowling)

MúsicaJohn Williams

FotografíaMichael Seresin

RepartoDaniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, David Thewlis, Michael Gambon,Robbie Coltrane, Alan Rickman, Gary Oldman, Tom Felton, Timothy Spall,Emma Thompson, Maggie Smith, Pam Ferris, Mark Williams, Richard Griffiths,Robert Hardy, Matthew Lewis, Lee Ingleby, Dawn French, Julie Christie,Fiona Shaw, Oliver Phelps, James Phelps y Devon Murray

ProductoraWarner Bros. Pictures / Heyday Films / 1492 Pictures

Género: Fantástico / Aventuras / Drama

Cuando Harry Potter y sus amigos vuelven a Hogwarts para cursar su tercer año de estudios, se ven involucrados en un misterio: de la prisión para magos de Azkaban se ha fugado Sirius Black, un peligroso mago que fue cómplice de Lord Voldemort y que intentará vengarse de Harry Potter. El joven aprendiz de mago contribuyó en gran medida a la condena de Sirius, por lo que hay razones para temer por su vida. (FilmAffinity)

Tras las dos primeras entregas de Harry Potter, dirigidas por Chris Columbus, la saga necesitaba un cambio de tercio con el propio cambio de tono que experimenta en los libros. Mientras las dos primeras entregas son infantiles, la tercera es adolescente y más oscura. Para este cometido se escogió al único director hispano de la franquicia: Alfonso Cuarón. Con el director mexicano al mando, Harry Potter gana en magia, da un paso adelante y logra, cinematográficamente hablando, la más redonda y brillante entrega de la saga.

‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ se diferencia de sus predecesoras en un tono mucho más oscuro, en un cambio intencionado en muchos escenarios de Hogwarts y en marcar un tono que inevitablemente tuvieron que seguir aplicando en posteriores entregas. Es la única historia de la saga que no tiene a Voldemort como enemigo, de hecho ni aparece, ni se le espera. Pero es un capítulo fundamental para sentar las bases de las novelas, conocer mejor a los personajes, explorar más el mundo mágico y conocer el pasado de Harry y sus padres. Cuarón lo entiende y lo exprime al máximo en cada secuencia.

El movimiento gana importancia en la película, la cámara no se detiene apenas, como solo ocurre en esta entrega durante toda la saga, la mano del director se deja notar. Y la estética gana terreno. Hogwarts aquí se parece mucho más al de los libros y los recursos que el cine y los efectos visuales ofrecen se dejan notar mucho más. Vemos continuamente objetos volar, cuadros moverse, escaleras cambiar de lugar… Hogwarts. Es curioso que la película logre parecerse más al mundo creado por Rowling, y al mismo tiempo ser la historia más independiente del libro.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Las imágenes son importantes, los encuadres dejan aquí de ser planos y los planos continuos de Harry (Daniel Radcliffe) solo tienen un sentido mucho más importante que el que se cuenta. Cuarón se adelante en muchos aspectos a la propia franquicia, dándonos detalles nimios que solo el cine no producido en serie (como ocurre con los blockbusters) puede conseguir. Miradas, planos que se cierran, encuadres más cerrados o los mencionados movimientos de cámara. Es la entrega más de personajes de toda la franquicia y, en cambio, es la cinematografía general la que sale ganando.

La principal aportación de Cuarón a la saga, y algo que después no se ha visto apenas, es la aportación que hace como cineasta. Dentro de las limitaciones propias de una película de estas características, ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ es la más autoral. En ella podemos observar de una manera más clara la visión del director, su capacidad para manejar la cámara y el guion. Tal es la aportación que hace el director que la propia autora dijo que se adelantó en muchos aspectos a la propia saga, llegando a aportar detalles que ni siquiera Rowling había pensado.

En el plano actoral mantenemos a los principales personajes de toda la saga, los que han aparecido en todas las películas, pero las incorporaciones son realmente interesantes. Sustituyendo al fallecido Richard Harris tenemos al veterano Michael Gambon, que si bien no es exactamente el Dumbledore de los libros, toma el testigo de manera correcta. Emma Thompson saca su lado más divertido interpretando a la peculiar profesora Trelawney. David Thewlis se convierte en ese profesor que a todos nos hubiera gustado tener en el colegio. Por su parte, Gary Oldman, crea al mejor antagonista de la serie, bastante por encima del Voldemort de Ralph Fiennes.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

El diseño del vestuario, el uso del reloj, el tratamiento de la luz, lo apasionante del paso del tiempo, la enorme mejora en los efectos visuales y los continuos y pequeños detalles que engrandecen la película respecto a las demás. Gracias a todo eso, y mucho más, ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ es la entrega más apasionante de toda la saga. La única que se podría entender independiente de las demás. Asienta el tono más oscuro de las futuras entregas, así como elabora un tratamiento de personajes a la altura de lo que merece la franquicia. Actoralmente es la mejor.

¿Hay aspectos negativos? Sí, los hay, aunque son los menos. Una podría ser que Cuarón no dirigió las siguientes entregas, aunque esto no se le puede echar en cara. La carga del humor, muy presente en las novelas de Rowling, aquí se pierde bastante. Cae en ciertas incongruencias con la obra literaria y las dos primeras entregas, aunque el resultado sea mucho mejor, pero rompe con la continuidad.

En definitiva, la mejor entrega de toda la franquicia. Bajo mi punto de vista, y tomando únicamente las ocho películas originales en consideración, solo hay dos que están a la altura de esta: La piedra filosofal‘El cáliz de fuego’. Juntas, las tres, definen de la mejor manera esa magia que nos enamoró a muchos en papel y nos ilusionó, al menos durante un tiempo, en el cine, hasta que llegó un tal David Yates y se estropeó el invento.

Lo mejor: Es la película más de autor de toda la saga, la menos blockbuster y la más enriquecedora cinematográficamente hablando.

Lo peor: No encuentra mucha continuidad posteriormente y, aunque para mejor, rompe con muchos aspectos de la saga.

Harry Potter y el prisionero de Azkaba

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