GRACIAS A DIOS
Título original: Grâce à Dieu
Año: 2018
Duración: 137 minutos
País: Francia
Dirección: François Ozon
Guion: François Ozon
Música: Evgueni Galperine y Sacha Galperine
Fotografía: Manuel Dacosse
Reparto: Melvil Poupaud, Denis Menochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca,François Marthouret, Bernard Verley, Josiane Balasko, Hélène Vincent,François Chattot, Frédéric Pierrot, Martine Erhel, Aurélia Petit, Julie Duclos,Jeanne Rosa y Amélie Daure
Productora: Mandarin Production / Scope Pictures
Género: Drama
Sinopsis: Alexandre vive en Lyon con su esposa e hijos. Por casualidad, se entera de que el sacerdote que abusó de él cuando era un boy scout sigue trabajando con niños. Se lanza a un combate al que se unen François y Emmanuel, otras víctimas del sacerdote, con el fin de liberarse de sus sufrimientos a través de la palabra. Pero las repercusiones y consecuencias de sus testimonios no dejarán a nadie indemne. Basada en el caso real de Bernard Preynat, sacerdote de la Diócesis de Lyon, acusado en 2016 de abusar sexualmente de decenas de niños. (FilmAffinity)
Al ver ‘Gracias a Dios’ no pude evitar acordarme de otra película: ‘Spotlight‘. La cinta de François Ozon explora cómo un grupo de franceses de mediana edad comienzan a airear una serie de abusos que cometió un cura con ellos siendo adolescentes. Desde la confesión a la denuncia, pasando por todas las negociaciones con la Iglesia, las dudas, los temores… la cinta trata, como aquellas, con la iglesia y los abusos, y el papel de la religión.
Al contrario que en ‘Spotlight‘, donde el punto de vista del espectador es a través de los ojos de los periodistas que destaparon los casos de los abusos en Boston, aquí los ojos se posan en las víctimas. François Ozon da el protagonismo a las personas que sufrieron los abusos, los años de silencio y la vergüenza pública por lo ocurrido. ‘Gracias a Dios’ es el grito de estas personas silenciadas durante décadas por una maquinaria que tapó todos estos escándalos.
Pero nada de esto cala. Nada de esto impacta. Nada de esto nos hace removernos en nuestra butaca. Nada. Ozon maneja un material tan potente, como desaprovechado. Tiene entre manos un bombazo y decide que no explote en ningún momento. ‘Gracias a Dios’ es la historia de lo que pudo haber sido y no fue. Una película desaprovechada que peca de excesivamente plana y correcta. Tremendamente monótona. Desgraciadamente olvidable.
Mientras ‘Spotlight‘, con una narración también plana en momentos, conseguía impactar en la audiencia con algo tan sencillo como dar nombres, números o condensar los testimonios en los momentos clave, ‘Gracias a Dios’ no aprovecha nada de esto. Esta película podría haber pasado por un documental. De hecho, habría funcionado mucho mejor como documental. ¿Para qué vemos a actores interpretar a las víctimas si podemos darle la voz a las víctimas reales? De nuevo, falta algo.
Y es esa sensación continua de que la película está vacía la que termina lastrando definitivamente la experiencia. Porque no deja de ser una película bien rodada, bien planteada y bien actuada. No deja de tratar un tema que merece más atención, merece titulares, películas y documentales. Pero al salir de la sala de cine, nada. Todo sigue igual.
Sé que las comparaciones son odiosas, pero no ocurría eso con ‘Spotlight‘. Recuerdo salir de la sala de cine y la gente comentaba la película. Y lo más importante, comentaba el tema que trataba la película. Con ‘Gracias a Dios’ la indiferencia es máxima. Ni frío ni calor. Ni chicha ni limoná. Na de na.
En definitiva, ‘Gracias a Dios’ es un buen documento de las barbaridades que la Iglesia ha cometido, pero no es una película que vaya a pasar a la historia. Una cinta tan correcta como plana. Lo que pudo haber sido y no fue.
Lo mejor: El tema que trata y el respeto con el que lo trata.
Lo peor: Es plana y olvidable, lo que debería ser un puñetazo en el estómago se queda en nada.