UTOYA 22 DE JULIO
Título original: Utøya 22 juli
Año: 2018
Duración: 93 minutos
País: Noruega
Dirección: Erik Poppe
Guion: Anna Bache-Wiig y Siv Rajendram
Música: Wolfgang Plagge
Fotografía: Martin Otterbeck
Reparto: Andrea Berntzen, Aleksander Holmen, Brede Fristad, Ada Eide, Sorosh Sadat, Elli Rhiannon Müller Osbourne, Solveig Koløen Birkeland y Magnus Moen
Productora: Paradox Film 7 / Programme MEDIA de la Communauté Européenne / Nordisk Film / Norsk Filminstitutt
Género: Thriller / Drama
Sinopsis: Conocemos a Kaja, una joven de 18 años, apenas 12 minutos antes de que comience la matanza en el campamento de verano de la isla noruega de Utøya, el 22 de julio del 2011, en el que fue el peor día de la historia moderna de Noruega. Los jóvenes acampados saben de la bomba explosionada por un terrorista en Oslo, pero desconocen que Anders Breivik se encuentra en la isla con la intención de matar a cuantas más personas mejor. (FilmAffinity)
¿Cómo retratas la angustia más absoluta por sobrevivir? Narrándola en tiempo real y recreando la escena lo más fielmente posible. ‘Utoya 22 de julio’ es la narración de los ataques terroristas perpetrados en Oslo y la isla de Utøya el 22 de julio de 2011. Tras explotar una bomba en el distrito gubernamental de Oslo, Anders Breivik se fue hasta la cercana isla de Utøya donde un grupo de jóvenes estaba de acampada para acabar con ellos. El terrorista, de ultraderecha, eligió este lugar porque se trataba de una acampada de las juventudes laboristas. 77 personas fallecieron: 8 en Oslo y 69 en Utøya.
La película, excepto un breve fragmento inicial con imágenes de archivo de lo que fue el ataque en Oslo, se desarrolla en la pequeña isla de Utøya. ‘Utoya. 22 de julio’ opta por la cámara en mano y el plano secuencia para narrar el horror. Seguimos a la joven Kaja en su carrera por sobrevivir junto a sus compañeros. Rara vez vemos a Breivik en imágenes. Excepto una sombra o un plano lejano donde aparece, el resto del tiempo su presencia es fantasmal. Una persona, o varias, porque los jóvenes no lo saben todavía, que está matándolos uno a uno a tiros. El eco de los disparos entre los árboles y la incertidumbre, el desconcierto y el miedo más absoluto invaden la pantalla.
‘Utoya 22 de julio’ es algo así como la contraparte noruega de ‘Elephant‘. Ambas cintas guardan muchos aspectos en común. Las dos se ruedan con largos planos secuencia, ambos terminan con algo que todos conocemos bien y las dos plantean al espectador el reto de aguantar la mirada en la pantalla. ‘Utoya. 22 de julio’ es un ejercicio complejo de resistir la tentación de apartar la mirada por el horror que estamos presenciando. Un nudo en el estómago, una angustia colosal que nos invade como espectadores y un resultado inevitable. Todo eso es esta película noruega que narra en tiempo real lo acontecido aquel 22 de julio.
Para dar vida al horror seguiremos a Kaja, interpretada por Andrea Berntzen. Los ojos de esta joven serán nuestros ojos. Excepto al principio y al final no nos despegaremos de ella. Erik Poppe seguirá sus pasos en todo momento, en los 77 minutos que duró su huída del terrorista. Una carrera por sobrevivir en un lugar que no permitía ninguna salida.
Apenas tenemos datos de los personajes. Poppe da unos pequeños brochazos de quiénes son, qué sueños tienen y qué los mueve. Porque en verdad esto no importa. Kaja es cualquier chica que podamos conocer. Kaja es una de muchas. Ella es la protagonista, pero la historia se podría haber contado desde la perspectiva de cualquier otro joven.
Rodada con un ritmo magistral, los 77 minutos no se hacen largos en ningún momento. El espectador rápidamente se mete en la historia y se vuelve en uno más de los que tratan de empujar para favorecer la huída de Kaja y sus amigos. Nada de virtuosismo técnico, historia pura y dura. Cine que mueve conciencias y recuerda que el horror puede llegar en cualquier momento. Hasta en un país tan pacífico como Noruega.
‘Utoya 22 de julio’ es una cinta imprescindible para recordar la historia reciente de Europa. Entender cómo la extrema derecha no ha muerto. Mostrar a todos la necesidad de combatir el odio. Un episodio maldito en la historia de Noruega.
Lo mejor: El ritmo y la crudeza de su relato.
Lo peor: La evidente inspiración de ‘Elephant‘.