POR UN PUÑADO DE DÓLARES
Título original: Per un pugno di dollari
Año: 1964
Duración: 95 minutos
País: Italia
Dirección: Sergio Leone
Guion: Sergio Leone, Víctor Andrés Catena, Jaime Comas Gil
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Massimo Dallamano
Reparto: Clint Eastwood, Marianne Koch, Gian Maria Volonté, Wolfgang Lukschy, Sieghardt Rupp, Joseph Egger, Antonio Prieto, José Calvo, Margarita Lozano, Daniel Martín, Benito Stefanelli, Mario Brega, Bruno Carotenuto, Aldo Sambrell, Raf Baldassarre, Luis Barboo, Frank Braña, José Canalejas, Juan Cortés, Álvaro de Luna, Nino Del Arco, Jose Halufi, Lee Miller y Antonio Molino Rojo
Productora: Constantin Film Produktion / Jolly Film / Ocean Films
Género: Western
Sinopsis: Tras la muerte de Juárez, en México dominan la injusticia y el terror. Joe (Clint Eastwood), un pistolero vagabundo, llega al pueblo fronterizo de San Miguel, donde dos familias se disputan el control del territorio, y entra al servicio del clan Rojo. Una noche, es testigo del intercambio de oro por armas entre mexicanos y soldados de la Unión. Remake en clave de western de “Yojimbo”, de Akira Kurosawa. (FilmAffinity)
Cada género tiene una película que la eleva a los altares y hace que el mundo se fije en él. En el caso del spaghetti western, “subgénero” del western, tuvo que venir Sergio Leone con su ‘Por un puñado de dólares’ para situar en el mapa del mundo el spaghetti western.
He dicho en alguna ocasión en esta página que el western es un género que envejeció pronto y mal. Se han seguido haciendo grandes westerns después de los años 40 y 50, pero ha quedado como un género añejo, obtuso, viejuno. Entre otras cosas porque los cineastas no planteaban novedades en la forma de contar la historia, en las tramas y en los personajes. El spaghetti western, siempre visto como un subgénero menor dentro del género, con razón, vino a reverdecer los laureles del western gracias a la ‘Trilogía del dólar’ de Leone.
Para que este éxito llegara el italiano tomó el argumento de ‘Yojimbo’, de Kurosawa, y la adaptó al oeste americano. El maestro japonés, que pleiteó para que fuera reconocido por esta película, siempre ha afirmado que ha ganado más dinero gracias a ‘Por un puñado de dólares’ que por su ‘Yojimbo’. De estas curiosidades que nos deja el cine de vez en cuando.
La cinta, que cuenta con la bellísima música de Ennio Morricone, nos lleva a un pequeño poblado de la frontera entre México y Estados Unidos donde la familia Rojo intenta hacerse con todo el control de la zona. En este momento entra en acción el personaje sin nombre de Clint Eastwood. Más allá de los tiros y el ruido del western de la época se nos presenta una historia más a medio camino entre el western y el cine de espías con un “villano” de protagonista. Un giro de tuerca que hace de esta trilogía algo realmente especial. No hay bueno, no hay un héroe, hay un protagonista que busca el beneficio propio y que hace las veces de héroe de manera circunstancial.
Esta historia de “héroe” solitario contra el todopoderoso rival funciona como un reloj siempre. De un protagonista que comienza siendo apaleado y vencido pasaremos a una venganza final para hacer las delicias del espectador. Todo ello salpicado con primeros planos de Eastwood, historia viva del cine.
Gracias a la dureza de los personajes de ‘Por un puñado de dólares’, donde todos son sanguinarios, violentos, rudos y despreciables, podemos hacernos una mejor idea de cómo podía ser el oeste americano en su época. No esas historias de héroe salva a “princesa” en apuros. Que también ocurrirían, pero dejémoslo para los cuentos de hadas. Aquí los personajes se mueven por el interés propio, que es por el que se ha movido siempre el ser humano. Es por esto que el western cayó en el infierno y tuvo que venir el spaghetti western a renacer brevemente el glorioso pasado del género cinematográfico que antes llegó a la edad de jubilación.
Porque esta película no es perfecta, está llena de agujeros de guion y de momentos cogidos con pinzas, pero hizo resurgir al género. El spaghetti western entra en escena con esta película y le da unos minutos al western en tiempo de descuento con los que volver a optar a la victoria. Porque volvió a reivindicar a España como uno de los mejores platós de cine del mundo. Porque Morricone se reivindica como uno de los mejores compositores para cine de todos los tiempos. Porque Leone plagió sin ningún pudor ‘Yojimbo’, haciendo una película más conocida que la original. Porque Clint Eastwood se convirtió con esta en la imagen eterna del vaquero, y uno de los mejores personajes de la historia del cine. Por todo esto, ‘Por un puñado de dólares’, es historia del cine, y eso no hay crítica que lo pueda cambiar, ni intención de hacerlo.
Lo mejor: Supone el renacimiento del western.
Lo peor: Está lleno de situaciones cogidas con pinzas y agujeros de guion, que se suplen con grandes planos y escenas míticas, pero que están ahí.