Cuando las cosas no salen como pensabas…no eres un perdedor
¿Eres una persona con formación que se enfrenta a los problemas y aun así no encuentras un trabajo por el que te valoren? ¿Te levantas sin ánimo y te preguntas cada mañana qué has hecho mal o en qué has fallado para que las cosas te salgan así? Léeme con atención.
Haz lo que está en tu mano para buscar trabajo (portales de empleo, contactos, formación…) pero sin consumir en ello todo tu tiempo; necesitas desconectar con otras actividades que te relajen y tranquilicen (paseos, ejercicio físico, ocio…) que son igual de importantes o más. Por tener en tu cabeza a todas horas la incertidumbre laboral no vas a encontrar trabajo antes; necesitas también tener descansada tu mente para luego poder pensar con más claridad en la búsqueda de soluciones. Cultiva el descanso mental.
Es normal que sientas miedo e inseguridad ante los tiempos que vivimos. Pero valora los pasos que das afrontando las dificultades aunque los resultados no sean los esperados, aunque no encuentres el trabajo que deseas; no todo depende directamente de tu esfuerzo ni de tu control. El trabajo es necesario pero no es el motor de tu vida, puedes descubrir que con un trabajo más sencillo estás más tranquila y con más tiempo para ti.
No importa tanto las metas que te propongas si en el camino te vas olvidando de cómo estas. Si te estresas y pierdes tranquilidad en el día a día, algo no va bien. Cuando en la vida no nos salen las cosas como pensábamos…no hemos fallado, no tienes la culpa de que haber tomado decisiones equivocadas. Has tomado las decisiones que has creído mejor para ti y que tu nivel de consciencia te permitía y no puedes culpabilizarte por ello. Quizás tu camino sea otro del que habías imaginado para ti…y no nos queda más que dejar de aferrarnos a lo que en este momento no pueda ser.
A veces, creemos que nuestro motor en la vida es el trabajo, la pareja, el reconocimiento profesional…hasta que nos damos cuenta de que poco podemos controlar por mucho empeño y esfuerzo que pongamos en el camino. Nos esforzamos por dar amor a quien queremos y eso no garantiza que nos vayan a querer. Nos esforzamos por dar lo mejor de nosotros mismos en el trabajo, dando ciento y más de nuestro tiempo y dedicación, y no por ello se nos valora. Nos esforzamos por mantener un control de nuestra vida y un buen día todo se nos empieza a desmoronar.
Deja de hacerte proyectos para tu vida y vive lo más conscientemente que puedas tu presente. Haz lo que esté en tu mano, actúa…y vete soltando tus expectativas de vida para vivir TU REALIDAD de vida.
Caminamos…Belén Casado Mendiluze