Una vez más llevo tanto tiempo sin poneros los finales felices que se han acumulado muchos, así que os los publicaré en dos o tres post. Siento el retraso, pero entre casos urgentes y temas personales… Vamos a empezar por varios perros que llevaban mucho mucho tiempo esperando, ahí van:
- Perla y Bowie: Tras meses de espera estos dos protagonistas de esa historia tan bonita por fin han tenido el final feliz que merecían: ¡¡¡adoptados juntos!!!
- Sock: Ni ser joven (solo tenía un año cuando se quedó sin hogar) ni ser de raza (bóxer puro) han evitado que este guapetón se haya pasado meses buscando un hogar sin que pareciese que llegase su ángel. Pero su momento llegó: una pareja de Sopuerta (Bizkaia) a la que se le había muerto un bóxer de un ataque a corazón fue a verlo y en cuanto lo conocieron hubo flechazo.
- Gato: Gato parecía invisible y el colmo de la mala suerte: llevaba 11 de sus 12 años en un chenil (había sufrido dos abandonos). Pero su ángel llegó… Hacía meses que una señora de unos cincuenta años sufría por él y quería darle su oportunidad. El miedo de esta mujer era que, a pesar de tener 12 años, Gato tiene mucha fuerza y en el paseo tira mucho de la correa si se pone nervioso, además de que si se cruza con un gato se va a por él…Por eso las dudas de si sería capaz de cuidarlo y poder manejarlo. Ella padece mucho de la espalda y podía ser malo ir aguantando la fuerza del perro…esa era su única duda. Finalmente y siendo consciente de que tenía que educarlo decidió adoptarlo y darle su oportunidad. Nada más llegar a su nuevo hogar, Gato empezó con clases de adiestramiento en positivo y hasta hoy… Viven solos en una casita y tanto su nueva amiga como el están muy contentos, ahora por fin vive una jubilación digna.
- Pipo y Koki: Estos dos perros protagonizaron mil y una penurias juntos. Una chica se empeñó en buscarles un hogar digno, los pobres ya lo merecían, pero nadie parecía fijarse en ellos. Esperaron meses y meses, pero ya viven felices cada uno en su hogar definitivo. Pipo fue adoptado en mayo del año pasado. En un evento canino se enamoraron de él y ahora vive feliz en un chalet con terreno junto con otros perritos. Koki continuó esperando su oportunidad en una residencia canina hasta que en septiembre, cuando fue adoptado por una familia formada por una profesora y su hijo adolescente. Es un perro de piso muy mimado y feliz.
- Beltza: Cuando las Txikas de Etxauri fueron a recoger a Beltza de la familia con la que había vivido hasta entonces, la perrita estaba con el morro atado con una venda para que no ladrase… Esta perrita pese a lo bonita que es no acababa de conseguir un hogar definitivo. Estuvo durante muchos meses acogida en Donostia y, finalmente, su oportunidad llegó. Vive desde hace meses en Arrano Etxea. La familia que gestiona el centro se enamoró de ella y la tienen dentro de casa con otros perros y gatos (al parecer su compañero favorito de juegos es uno de los gatos). Enhorabuena, Beltza, ya te tocaba.
En estos días os iré contando en otro par de posts los finales que me quedan pendientes.