Beatriz nos escribe preocupada porque su perra, una mestiza grande, ladra y actúa de un modo que asusta con algunos de sus vecinos. Nos cuenta que en ninguna otra circunstancia la perra actúa así. Marian Hernández, uno de nuestros educadores caninos, contesta a su consulta:
“Hola Beatriz:
Por los datos que nos das sobre el comportamiento de tu perra, en principio no veo que se trate de un problema patológico.
Nos cuentas que esto ha empezado a ocurrir hace no mucho tiempo, y que siempre sucede en la misma zona (el portal) pero siempre también con unas personas muy concretas y no de un modo generalizado. Necesitaría algún dato más para darte una respuesta más precisa, pero puede ser que en algún momento ocurrió algo que desencadenó este comportamiento y se ha creado un pequeño condicionamiento. A veces, detalles que pasamos por alto son clave.
Por otro lado, ocurre que no solemos tener en cuenta que a los perros no tiene por qué agradarles todo el mundo. No todos los perros tienen por qué ser encantadores continuamente. Todos conocemos personas que, por una razón o por otra, no nos gustan (algún compañero de trabajo, un vecino…). A los perros les ocurre igual. La única diferencia es que nosotros lo disimulamos y ellos no. Muchas veces incluso podemos coincidir con nuestro perro.
Entiendo que la relación con estos vecinos en concreto se ha vuelto tensa, tanto para ti como para tu perra. Te recomendaría que evitases, dentro de lo posible, cruzarte con ellos para no tener más problemas (especialmente si ya se ha convertido en una lucha entre tú y ellos)y que, si coincidís, trates de actuar del modo más relajado posible. Todas nuestras tensiones pasan a través de la correa influenciando negativamente al perro. Si consigues mantener la calma y pasar de largo, evitarás generar más nerviosismo. Tampoco regañes a la perra en esos momentos, sólo conseguirás aumentar su nivel de estrés y el tuyo. Simplemente quítale “hierro” al asunto y toma una actitud relajada frente al conflicto.
Si esta reacción se da únicamente en estos casos aislados, no le des mayor importancia, y céntrate en evitar que vaya a mayores siendo un ejemplo de calma para ella.
Si en algún momento sientes que la situación se agrava, que el comportamiento se repite frecuentemente con diferentes personas y en distintos lugares, o que empezáis a tener problemas para mantener el control, no dudes en ponerte en contacto con un profesional de tu zona que te ayude y te guíe.
Gracias por tu consulta, espero haberte servido de ayuda.”
(*) Mikel Pino y Marian Hernández son educadores caninos y propietarios del centro de residencia y educación canina Kireba.
(**) Si quieres que nuestros educadores caninos te ayuden con tu mascota, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com. Por favor, antes de rellenar y mandar el cuestionario, leer la sección de etología para comprobar que el problema de su perro no ha sido ya consultado por otra persona.
(***) Si estás pensando en mandarnos una consulta, pincha aquí y lee esto antes, por favor
(****) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el educador cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.