La semana pasada hablé de la leche y de como el sistema de producción actual influye en el producto final tanto en sus cualidades nutritivas como organolépticas.
Hoy voy a proponer una serie de alternativas para dejar claro que el calcio no solo está en la leche y que no es necesario consumir tres lácteos diarios ni mucho menos para asegurar una buena calidad del tejido óseo.
Entonces, ¿qué influye en la calidad de los huesos?
El estilo de vida y el consumo de determinados alimentos están íntimamente relacionados con la densidad ósea. En cuanto al estilo de vida podemos hablar primero del estrés; al sufrir estrés, en el organismo se elevan los niveles de cortisol por encima de lo deseable. Esta hormona estimula por un lado la eliminación de calcio y por otro inhibe su absorción. Además, el ejercicio, realizado de manera moderada y a diario va a ayudar a mantener una buena salud de tus huesos.
En cuanto a los alimentos debemos mencionar a la sal y el azúcar. El consumo de sal esta relacionado con un aumento de la excreción de este mineral. El azúcar consumido en altas dosis de manera habitual también se asocia con un descenso de la densidad ósea.
Y si no tomase leche y derivados, ¿dónde encuentro el calcio?
El calcio se encuentra en muchos alimentos, a continuación te pongo una lista de los más significativos:
Si incluyes estos alimentos en tus menús, y de la mano reduces tus niveles de estrés, haces ejercicio y controlas la sal y el azúcar estarás sentando las bases necesarias para una buena salud ósea.
Entonces, ¿hay que dejar de consumir leche y derivados lácteos?
Esta es una decisión que debe tomar cada uno. Lo que está claro es que no son la única opción para aportar el calcio que necesitamos. Si te gustan y no tienes ningún problema de salud que desaconseje su consumo o que impida que los digieras bien no tienes porqué dejar de consumirlos. Lo que sí recomiendo es moderar su consumo. Si tanta gente quiere beber leche todos los días y encima pagarla a 60 céntimos el litro no se puede esperar que sea de buena calidad.
Por otro lado esta manera de producir tiene un impacto muy negativo en la salud del planeta. A día de hoy parece que los recursos de La Tierra son inagotables, la contaminación y fomento de enfermedades de la opulencia son consecuencias que hemos normalizado y nos estamos haciendo expertos en mirar para otro lado, claro, mientras a mi no me toque… Pero nos está tocando a todos y si no queremos que nos explote en la cara podemos hacer algo. Cada uno, desde nuestras casas aportar nuestro granito de arena. Reducir el consumo de leche y derivados, y aumentar el de aquellos anteriormente mencionados que también aportan calcio por ejemplo o elegir pequeños productores locales y si pueden ser ecológicos mejor son dos buenas opciones. Recuerda que como consumidor, cada vez que compras emites un voto. Tú decides!